Mucho Madrid y mucho Keylor
El exportero madridista sostiene a un PSG abrumado por un Real jabato y fluido que deja escapar la victoria por dos chispazos visitantes en los ¨²ltimos minutos
Un partido para ganar y un minuto para empatar. De lo primero se encarg¨® un Real Madrid muy notable, al que un mero espasmo del PSG le arrebat¨® un triunfo que mereci¨® de largo. Nada que reprocharse el Madrid, de cuyo lamento final nadie fue m¨¢s culpable que Keylor Navas. A hombros del portero tico lleg¨® el equipo parisino hasta el inopinado 2-2, cuando solo Benzema le hab¨ªa podido doblegar tras una treintena de remates locales. Keylor regres¨® como se march¨®: por la puerta grande. Del resto de camaradas, solo los apuntes de Mbapp¨¦ y una puntada de Neymar. En Par¨ªs a¨²n no hay un equipo con may¨²sculas que abrigue a tanta estrella. Al rev¨¦s que en Madrid, donde el Real ha cogido vuelo. Funciona desde lo colectivo y suma y suma individualidades, casos de Valverde y Hazard, esta vez en apogeo hasta que su compatriota Meunier le dio un estacazo que le mand¨® a la enfermer¨ªa.
Por m¨¢s que el Real Madrid estuviera ya clasificado para octavos de final antes de jugar, en Chamart¨ªn hab¨ªa partido. Y grande. La realeza madridista frente al creso PSG, que hace tiempo que busca abrirse paso entre las principales canciller¨ªas del f¨²tbol mundial. Fascina su escaparate de celebridades, pero el equipo parisino no acaba de cuajar cuando le llegan citas en la cumbre. En Madrid se llev¨® un chaparr¨®n, por m¨¢s que disimulara con el resultado.
El Real, jabato, categ¨®rico, emprendedor y chisposo, le dio un repaso en la mayor parte del duelo. Tan sometido y opaco estuvo el cuadro de Tuchel que salvo por un goteo de Mbapp¨¦, Usain Bolt con lubricante en las botas, el equipo franc¨¦s pareci¨® un cualquiera. Incapaz de contener al Madrid, solo frenado por una catarata de buenas paradas de Keylor Navas. Nada import¨® el atrevimiento de Zidane, que no titube¨® al envidar por Marcelo e Isco. El preparador franc¨¦s busca adeptos a la causa, m¨¢xime gente de la guardia pretoriana como el brasile?o y el malague?o. Tanto que a ZZ no le inquiet¨® enfrentar de inicio a Marcelo con Mbapp¨¦. Ni rescatar a Isco del cuarto oscuro para un duelo de enjundia cuando no era titular desde el chasco en Mallorca del pasado 9 de octubre. Ninguno desenton¨®, favorecidos ambos por la extraordinaria determinaci¨®n de todo el regimiento local.
Desde el primer instante el Madrid puso una marcha imposible para el PSG, acordonado en su cueva ante el bloqueo constante de los blancos. Un equipo, el Real, con colmillo para el quite y con ojo cl¨ªnico para peritar el juego cuando requer¨ªa mecha y cuando conven¨ªa la pausa.
Hazard, capaz por su cuenta de descorchar a la zaga rival, fue un tormento para el espeso oponente franc¨¦s. El belga est¨¢ a un paso de entronizar al Hazard fichado con pompas el pasado verano. Con ¨¦l en su per¨ªmetro disfruta Benzema. Pasado el cuarto de hora, un despegue de Hazard anticip¨® el gol del galo. El exjugador del Chelsea dej¨® a unos cuantos en la cuneta e hil¨® con la pareja Carvajal-Valverde. El uruguayo, que ha pasado de ir de puntillas a parecer un inquilino de Chamart¨ªn de toda la vida, asisti¨® a Isco. El andaluz remat¨® al poste y al rebote fue Benzema. Karim en modo total: asiste, gobierna y golea como sea, lo mismo sella golazos que los reba?a como los mejores rastreadores del ¨¢rea.
Rectificaci¨®n del VAR
El juego dio a luz al gol. Y ante el aturdimiento del PSG, empecinado en gravitar sobre el rampl¨®n Marquinhos, el desdibujado Gueye ¡ªnada que ver con el inabordable Gueye del 3-0 de Par¨ªs¡ª y el atribulado Verratti. Ni un socio a la vista para Mbapp¨¦, obligado a buscarse las habichuelas por su cuenta. Por ahora, en Par¨ªs hay solistas en una banda que no sintoniza. Lo contrario que en el Madrid, donde la crecida es elocuente. Nada remite a aquel equipo revenido que se intuy¨® a finales del pasado curso y al comienzo de la temporada. ZZ parece haber dado con la p¨®cima. El Madrid ya tiene espinazo. Y tan fresco y enchufado se le ve que las permutas son constantes. Los futbolistas discurren por aqu¨ª y por all¨¢ sin que el conjunto se deshilache. Como s¨ªntoma Valverde, esta vez de auxiliar de Carvajal. Tira de pico y pala y no esquiva su ¨¢rea ni la adversaria.
Cuando m¨¢s apretaba el Madrid, una jugada espont¨¢nea estuvo a punto de dar un giro a la contienda. Icardi encar¨® a Courtois y el portugu¨¦s Artur Dias interpret¨® penalti y expulsi¨®n. El VAR se chiv¨® por empuj¨®n previo de Gueye a Marcelo. El ¨¢rbitro ech¨® un vistazo a la pantalla y rectific¨®. Luego lo hizo Tuchel, que en el descanso tir¨® de Neymar en detrimento del decepcionante Gueye. En su primer desfile en esta Liga de Campeones, Neymar apareci¨® puntual. No est¨¢ para muchos trotes, pero mientras decide qu¨¦ quiere ser y d¨®nde quiere echar el ancla, pas¨® por el segundo acto de perfil hasta que en una cita con Mbapp¨¦ el PSG certific¨® el milagroso empate. Ver para creer, porque el f¨²tbol y el marcador eran del Madrid, fortalecido por el 2-0 embocado de cabeza por Benzema. Y en una noche donde no hubo mayor protagonista visitante que Keylor, con tajo y tajo de principio a fin. Pero un accidente de Varane propici¨® el inicio de la remontada por medio de Mbapp¨¦. Y en un parpadeo igual¨® Sarabia.
Gui?os del f¨²tbol: tan cerca estuvo Mbapp¨¦ de llevar el triunfo a Par¨ªs como Bale de dejarlo en La Castellana con una falta que se estrell¨® en el poste izquierdo de Keylor Navas, h¨¦roe de una noche que consagr¨® el ascenso del Real Madrid y subray¨® que Tuchel tiene faena por delante. Lo del marcador fue lo de menos. Un espejismo, sin m¨¢s.
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