Rakitic pone orden

Sergi Roberto realiz¨® dos anticipaciones sensacionales para catapultar al Bar?a en una contra que finaliz¨® en un centro de Griezmann y el paseo de la pelota por el ¨¢rea chica hu¨¦rfana de remate. Un ataque el¨¦ctrico y vertical que pudo convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para los azulgrana porque el Dortmund se hizo con el esf¨¦rico para correr en la transici¨®n al tiempo que se disparaba Schulz en busca de la espalda rival, del espacio que dejaba Sergi Roberto.

Pero no hab¨ªa hueco ni vac¨ªo porque Iv¨¢n Rakitic estaba donde nadie lo esperaba y todo azulgrana deseaba. Puede que el croata no sea un fino estilista y hasta tambi¨¦n puede que el juego de posici¨®n no est¨¦ hecho a su medida porque le cuesta descontar l¨ªneas de presi¨®n con el pase; pero tambi¨¦n es posible que con la idea que tiene esta versi¨®n del Bar?a, que pasa por ganar antes que por jugar bien y que deja al menos a dos delanteros sin obligaciones defensivas, Rakitic sea la misma pieza que anta?o: la que pone orden y da equilibrio.

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No es un curso sencillo para Rakitic, que ante el Dortmund contabiliz¨® su segundo partido de titular en la temporada -el primero fue en LaLiga ante el Granada-, raqu¨ªticos los 288 minutos que hab¨ªa disputado hasta el momento (321 ahora). Pero ya sab¨ªa a lo que se expon¨ªa el jugador, advertido en verano y en una charla por Valverde ¨Cquien en el mercado anterior pidi¨® expresamente que no se marchara- de que su presencia en el equipo ser¨ªa menor porque quer¨ªa cambiar el centro del campo, tener m¨¢s posesi¨®n y fluidez con el bal¨®n en los pies. Por eso le ha dado la batuta a De Jong y Arthur, por m¨¢s que no haya funcionado la alternativa porque al equipo le falta trabajo y juntarse en las transiciones, tambi¨¦n alrededor del bal¨®n. Un mensaje, en cualquier caso, malentendido por el jugador por la confianza que tiene en s¨ª mismo, pues crey¨® que con el tiempo volver¨ªa a su sitio y as¨ª no tendr¨ªa que movilizar a su familia, m¨¢s que c¨®moda en Barcelona. ¡°Estoy triste porque me han quitado la pelota¡±, reconoci¨® hace una semana en una entrevista con Jorge Valdano. Pero solo le han quitado el puesto como ¨¦l tambi¨¦n ocup¨® el lugar de Xavi en su momento. Por lo que el jugador ya atiende a ofertas porque siempre fue competitivo, porque entiende el oficio vestido de corto y no de ch¨¢ndal.

Aunque no deja de ser curioso que no tuviera ning¨²n tipo de continuidad durante el a?o y que en el partido m¨¢s exigente del curso, al menos en lo num¨¦rico porque un empate o una derrota pondr¨ªa en tela de juicio la continuidad del equipo en Europa, asumiera el peso del centro del campo como volante derecho. Y bien que pudo acusarlo al inicio, pues una mala entrega suya hacia atr¨¢s exigi¨® una doble intervenci¨®n de Ter Stegen. Pero fue la ¨²nica pifia del croata porque despu¨¦s expres¨® el porqu¨¦ de su sempiterna titularidad ¨Ces el jugador que m¨¢s partidos hab¨ªa participado del Bar?a en los ¨²ltimos cinco a?os por delante de Messi y Su¨¢rez- en las campa?as anteriores. Por lo que se junt¨® con Leo y De Jong, cubri¨® los huecos que dejaba Busquets en la presi¨®n y se esmer¨® en hacerle las coberturas a Messi ¨C¡°corro por ¨¦l porque se lo ha ganado¡±, reconoc¨ªa el croata- y al compa?ero que hiciera falta, generoso e inteligente como es.

Aunque no solo eso porque tambi¨¦n pis¨® el ¨¢rea rival con frecuencia, cosa que no se ve¨ªa en un medio azulgrana en todo el curso a excepci¨®n del siempre agitado Arturo Vidal. Tambi¨¦n hizo un cambio de orientaci¨®n con el exterior que le vali¨® el aplauso un¨¢nime del Camp Nou, un par de tacones para devolver paredes a Demb¨¦l¨¦ y Leo, y hasta un disparo que el Hummels pudo despejar a tiempo y otro que se march¨® alto tras una jugada estratosf¨¦rica de Messi.

Es lo que tiene jugar con Rakitic, que no circula el bal¨®n tan r¨¢pido como otros ni tiene esa facilidad para el toque, pero agrupa las l¨ªneas en la fase defensiva y permite que el resto brille en ataque. Equilibrio y orden para un equipo que por una vez ¨Cadem¨¢s del duelo ante el Eibar y Valencia- se reconoci¨® en el espejo. E Iv¨¢n se llev¨® una cerrada ovaci¨®n del Camp Nou cuando choc¨® las manos con Arturo Vidal, cuando ya se daba por descontada la victoria.