El largo extrav¨ªo del Barcelona
El equipo azulgrana no encuentra su plan de juego ni siquiera con una buena versi¨®n de Messi a pesar de ser l¨ªder de LaLiga
El Bar?a alcanz¨® la cima del mundo hace justamente diez a?os en Abu Dabi cuando gan¨® su sexto t¨ªtulo en un a?o, un hito decisivo para entender el legado del equipo de Guardiola, el t¨¦cnico que le puso m¨¦todo a la idea de Cruyff. A partir del juego de posici¨®n, posesi¨®n y presi¨®n, expresado en los centrocampistas, el Barcelona trascendi¨® como un equipo asociativo, din¨¢mico y moderno que triunfaba por su vocaci¨®n ofensiva, siempre acampado en cancha del rival. Aquella propuesta ha caducado por el envejecimiento de su plantilla, porque el f¨²tbol se juega a un ritmo distinto y por las exigencias de la marca Bar?a. El Barcelona de hoy ya no juega como el Bar?a de ayer y, sin embargo, domina LaLiga y disputar¨¢ los octavos de la Champions. Los resultados avalan de momento la transici¨®n azulgrana, personificada en Piqu¨¦, Messi y Busquets, el tr¨ªo que contin¨²a desde 2009. El f¨²tbol, sin embargo, compromete el estilo genuino del Camp Nou, modificado desde el ¨¦xito del tridente y del triplete en 2015.
El tridente. La alineaci¨®n de Griezmann, jugador sin regate y, en cambio, ¨²nico cuando ataca el espacio, no se discute por su generosidad defensiva, manifiesta en el repliegue, despu¨¦s que se consienta que tanto Messi como Luis Su¨¢rez se descuelguen en ataque. Los delanteros no presionan en bloque y los robos en campo contrario se han reducido: de 15,1 y 16 en las dos primeras temporadas de Valverde a 14, estad¨ªstica rebajada a 11 en la Champions. No se aprieta de manera sincronizada ¡ª¡°en la segunda parte nos juntamos cuando tocaba¡±, solt¨® Rakitic despu¨¦s del cl¨¢sico¡ª y los dos puntas aguardan si es necesario los saques de Ter Stegen.
Fragilidad defensiva. La falta de presi¨®n azulgrana y la separaci¨®n de sus l¨ªneas permitieron al Madrid correr con el bal¨®n con Kroos y Valverde. El equipo se parte porque el juego ya no pasa por la l¨ªnea de medios desde que los centrocampistas se entregan al di¨¢logo defensa-delantera, l¨ªnea representada por Luis Su¨¢rez, Messi y Neymar y hoy por Luis Su¨¢rez-Messi-Griezmann. El Bar?a es m¨¢s vulnerable que nunca: 1,18 goles por partido en LaLiga, registro solo comparable al 1,05 de la temporada 2012-13, cuando el t¨¦cnico era Vilanova, o al 0,97 del curso 2016-17, ¨²ltimo de Luis Enrique. El sost¨¦n en el cl¨¢sico fue Piqu¨¦ porque el equipo recula, requerido por las transiciones de equipos tan distintos como el Slavia, Real Madrid, Inter, Real Sociedad, Granada y Osasuna. Los azulgrana llegan tarde a la correcci¨®n, no restan pases despu¨¦s de los espacios concedidos y corren menos que la mayor¨ªa de contrarios en LaLiga y la Champions.
Messi. El capit¨¢n es la llave de paso para el ataque ¡ªacumula en LaLiga seis asistencias¡ª¡ª y tambi¨¦n supone el punto final porque suma 12 goles, pichichi con Benzema. No se discute al 10, sino que su alineaci¨®n conlleva la de Su¨¢rez. El charr¨²a ha reducido su zona de influencia, gestiona los esfuerzos y limita sus desmarques, y participa menos del juego colectivo, circunstancia evidente ante el Madrid. Valverde insiste en la alineaci¨®n del tridente as¨ª como en la l¨ªnea de cuatro defensas, con Sergi Roberto o Semedo.
Las alternativas. Ansu Fati cre¨® m¨¢s preocupaciones en diez minutos a Carvajal que Griezmann en 80, porque encar¨®, tir¨® el quiebro y reclam¨® la atenci¨®n de los centrales del Madrid. El juvenil desequilibra de la misma manera que el canterano Carles P¨¦rez comprende el juego posicional del Bar?a.
Los centrocampistas. Aunque su actuaci¨®n fue deficiente ante el Madrid, De Jong es el ¨²nico volante inamovible. Busquets ya no es irremplazable y Rakitic recuper¨® el puesto por la lesi¨®n de Arthur. El dinamismo del croata, excelente en las correcciones y el conocimiento del puesto de volante, permite el despliegue de Messi y facilita la vida a Sergi Roberto.
El mediocentro. A pesar de que el juego evoluciona, el Bar?a siempre encontr¨® al futbolista que diera salida a su f¨²tbol desde que Cruyff apost¨® por Milla. La figura del mediocentro ha evolucionado a partir de figuras como Koeman, Guardiola, Popescu y Edmilson hasta la llegada de Busquets. A partir de un volante central que equilibraba el juego, Xavi marc¨® el estilo e Iniesta desequilibraba como extremo o volante en funci¨®n de los movimientos de Leo Messi. Al Bar?a le cuesta hoy salir con la pelota desde atr¨¢s y la fuente de alimentaci¨®n m¨¢s fiable es la que ofrece el 10 o los pelotazos de Ter Stegen. Los azulgrana solo sumaron 77 pases buenos en campo contrario ante el Madrid cuando la media es de 150. La duda est¨¢ en si le conviene m¨¢s imitar a equipos convencionales que se entregan a sus delanteros o le ir¨ªa mejor recuperar sus ra¨ªces y apostar por un volante de referencia: insistir con Busquets o entregarse a De Jong. La evoluci¨®n de la selecci¨®n espa?ola le puede servir de referencia: la selecci¨®n se inspir¨® en el Bar?a en su momento y fracas¨® cuando quiso seguir copi¨¢ndose despu¨¦s del t¨ªtulo mundial de Sud¨¢frica.
Hoy parece un equipo regresivo que funciona por inercia, sin ritmo ni mando, rasgos justamente que le distinguieron en 2019.
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