El pragmatismo del Sevilla acaba con un Mallorca sin gol

Demasiado infortunio para el Mallorca. El Sevilla, con poco juego, algo defensivo y muy pr¨¢ctico, se llev¨® el triunfo frente a un rival que tuvo que luchar contra demasiados elementos. El primero, sin duda, su ausencia de pegada, algo que puede lamentar en su pelea por evitar el descenso. El segundo, las justas correcciones efectuadas por el VAR que le condenaron en momentos decisivos del choque. Al filo del descanso, la tecnolog¨ªa actu¨® para anular un gol de Budimir por fuera de juego. Hubiera sido el empate a uno. Luego, a la hora del partido, cuando avis¨® a Gil Manzano y ¨¦ste pit¨® un claro penalti de Baba a Jord¨¢n en el momento que peor lo pasaba el Sevilla. Banega lo transform¨® y defini¨® el partido.

El triunfo asienta a los andaluces en la tercera plaza. Todo un m¨¦rito, basado en un equipo que trabaja una barbaridad y se esfuerza de manera estimable en defensa. Es un grupo muy solidario, aunque quiz¨¢s le falte f¨²tbol para adornar la tercera posici¨®n que le mantiene en lo m¨¢s alto de la clasificaci¨®n. Tampoco dispone de un arsenal arriba que le haga feliz. Sus victorias son sufridas, sin rotundidad, basada en m¨²ltiples detalles, pero 34 puntos son 34 puntos. Nadie se los puede quitar. No fue tan clara la victoria en Mallorca como marc¨® el resultado. Al Sevilla le falt¨® f¨²tbol, algo que no preocupa a los amantes del resultado. Fuera de casa, adem¨¢s, es un equipo temible.?

Buena parte de las esperanzas del Mallorca de ganar el partido comenzaron a diluirse cuando Lago Junior golpeaba con rabia el palo de Vaclik. El delantero hab¨ªa fallado con todo a favor en el ¨¢rea peque?a despu¨¦s de una gran acci¨®n de Kubo, que desarm¨® a Reguil¨®n. Era el minuto tres. El Mallorca hab¨ªa perdonado al Sevilla, un equipo bien construido que tiene un problema tremendo con el gol. La absoluci¨®n local permiti¨® que los de Lopetegui se metieran en el choque, m¨¢s por el impacto que tuvo el error en el Mallorca que por m¨¦ritos propios. El Sevilla ha perdido algo de chispa. Mucho de su juego de ataque depende de Ocampos y Navas, mientras que casi nadie se explica la titularidad continuada de De Jong, que obliga a Munir a partir desde la banda derecha. Incluso con esa rigidez t¨¢ctica y esa p¨¦rdida de intensidad, el Sevilla sigue teniendo argumentos que pueden decantar el partido. Desde la seguridad de Fernando y las carreras de Ocampos, pasando, c¨®mo no, por su fortaleza en el juego a¨¦reo.

Precisamente esa es una de las carencias del Mallorca. Bien que lo aprovecharon los andaluces con un saque de esquina muy bien sacado por Banega que Diego Carlos remat¨® a gol tras el error de Reina en su salida. El veterano portero hab¨ªa estado muy bien en un disparo anterior de Ocampos, pero err¨® en una acci¨®n que facilit¨® el remate del brasile?o, uno de los pilares del Sevilla. Incluso en ataque teniendo en cuenta la escasa aportaci¨®n de sus delanteros. El Mallorca encaj¨® el golpe como pudo, pero sin descomponerse. El Sevilla, sin embargo, no encontr¨® continuidad en el juego ni pausa para administrar el bal¨®n. Es curioso lo que le ocurre al conjunto andaluz. Cuando marca tiene una tendencia a meterse atr¨¢s y sufrir, careciendo, adem¨¢s, de velocidad para ejecutar el contragolpe. Una tendencia que suele salirle bien, pero que encierra sus riesgos. Por ejemplo, al Sevilla lo salv¨® la correcci¨®n del VAR despu¨¦s de un fuera de juego muy justo de Budimir al filo del descanso. El Mallorca, con sus limitaciones, apret¨® en busca del empate, chocando contra la revisi¨®n de la jugada y la justa anulaci¨®n del gol de Budimir.

El Sevilla, metido atr¨¢s, con poco pulso, se limitaba a esperar hasta que de nuevo la tecnolog¨ªa corrigi¨® un error. Del Cerro Grande avis¨® a Gil Manzano. Baba, tan buen jugador como demasiado impulsivo, fall¨® un control en el ¨¢rea y pis¨® a Jord¨¢n cuando este se anticip¨®. Banega transform¨® el penalti con su clase habitual. Fue demasiado para el Mallorca, que vio como se le iba la vida con lo poco que, aparentemente, hab¨ªa hecho el Sevilla. Al Mallorca le queda mucho por delante para salvarse porque ha perdido su impulso inicial y con tan poco gol le espera un tormento. El Sevilla, duro y pr¨¢ctico, despide el a?o en la tercera plaza. En las Islas Baleares, todos los detalles estuvieron a su favor.