El 'Comanche' de Jim Cooney, con el espa?ol Pablo Arrate, gana su tercera Sydney-Hobart

El Cruising Yacht Club of Australia, organizador de la Rolex Sydney Hobart, proclam¨® este lunes a las 09:00 (hora espa?ola) al Comanche de Jim Cooney y Samantha Grant, vencedor en tiempo real, y al Bot¨ªn 52 Ichi Ban de Matt Allen, ganador en tiempo compensado absoluto de la 75? edici¨®n de la m¨ªtica regata.

El supermaxi Comanche, copatroneado por Cooney y Grant, se impuso en Hobart al cruzar la l¨ªnea de meta en primer lugar a las 7.30 hora local del d¨ªa 28 (21.30 hora espa?ola). La embarcaci¨®n cubri¨® el recorrido de 618 millas n¨¢uticas (1.163 km) en 1 d¨ªa, 18 horas, 30 minutos y 24 segundos, tras dominar la regata de manera incontestable. Esta ha sido su tercera victoria en la prueba (2015, 2017 y 2019). El magnate australiano de origen irland¨¦s reconoci¨® tras cruzar la meta que no olvidar¨¢ en su vida los ¨²ltimos 30 minutos de carrera. ?Fue realmente estresante y ganar fue un alivio m¨¢s que una alegr¨ªa?, Conney.

A bordo del barco ganador destacaba la presencia del espa?ol Pablo Arrarte Pat¨¢n a la ca?a. A sus 39 a?os, fue ol¨ªmpico en la clase Star en los JJ OO de Atenas 2004 (10?), campe¨®n del mundo de la clase J y cuatro veces participante en la Volvo Ocean Race. Con esta victoria, el c¨¢ntabro ampl¨ªa su palmar¨¦s y ya luce tres t¨ªtulos en cuatro participaciones en esta cl¨¢sica prueba denominada por los australianos The Hell Regatta (La Regata del Infierno).

La carrera est¨¢ considerada una de las traves¨ªas oce¨¢nicas m¨¢s duras. Parte de la bah¨ªa de S¨ªdney, desde donde la flota pone rumbo sur en paralelo a la costa de Nueva Gales del Sur y hacia el temido estrecho de Bass, un peligroso canal que separa el continente australiano de la isla de Tasmania, escenario de las historias m¨¢s tr¨¢gicas de la regata, La aproximaci¨®n final a Hobart incluye pasar junto a las ic¨®nicas Organ Pipes, atravesar Storm Bay y remontar el imprevisible r¨ªo Derwent, un tramo donde los favoritos suelen jugarse el triunfo al convertirse en un aut¨¦ntico campo de minas por las encalmadas y las corrientes adversas.

El Comanche gan¨® la batalla del llamado Big Five, el enfrentamiento entre los supermaxi participantes. Con 100 pies de eslora (30,5 metros), el barco de Cooney y Grant, al que los aficionados conocen como El Portaaviones, fue el ¨²ltimo de los cinco en abandonar la bah¨ªa de S¨ªdney en la salida del pasado 26 de diciembre, eligiendo la ruta m¨¢s alejada de tierra en el inicio del recorrido. Una decisi¨®n t¨¢ctica que result¨® determinante al navegar durante casi todo el recorrido unas 15-20 millas m¨¢s al este que el resto de la flota.

La primera jornada la flota navegaba con viento popa y Comanche busc¨® el rumbo m¨¢s favorable a su dise?o, apart¨¢ndose hasta casi 100 millas de la costa. A bordo sab¨ªan que al sur les esperaba una transici¨®n con poco viento, condiciones con las que es m¨¢s lento que sus rivales. A media tarde del viernes cruzaba el estrecho de Bass navegando a 60 millas (110 km) al este de la Isla de Finders, en la costa noreste de Tasmania, mientras el grueso de rivales se encontraba 15 millas m¨¢s al oeste. A partir de ah¨ª, el barco de Cooney, empez¨® a virar al suroeste con vientos de componente norte-noreste de 20 nudos (38 km/h), a una velocidad punta de unos 24 nudos. Esto le dio una ventaja muy clara respecto a sus rivales.

Hacia las 3.00 hora local del d¨ªa 28, llegaba a la entrada de la bah¨ªa de las Tormentas, para dirigirse al estuario del r¨ªo Derwent, que deb¨ªa remontar hasta llegar a la meta. La ca¨ªda de la intensidad del viento dej¨® al barco parado en su ascenso hacia la meta. Su ventaja de 20 millas sobre el Infotrack de Christian Beck, qued¨® reducida a solo siete millas y parec¨ªa que la victoria se le iba a escapar, pero la brisa volvi¨® y cruz¨® la meta en primer lugar. 45 minutos m¨¢s tarde, llegaba el Infotrack con los espa?oles con los espa?oles Antonio ?eti Cuervas Mons, Willy Altadill y Carlos Hern¨¢ndez entre su tripulaci¨®n. Casi una hora despu¨¦s lo hac¨ªa el Wild Oats XI, con el espa?ol Juan Vila a bordo. Apenas un minuto m¨¢s tarde, el SHK Scallywag; y 15 minutos despu¨¦s, el Black Jack.

El supermaxi Comanche ha quedado lejos del r¨¦cord de la carrera que ¨¦l mismo estableci¨® en 2017 (1 d¨ªa, 9 horas, 15 minutos y 24 segundos). En esta ocasi¨®n, la tripulaci¨®n estaba formada por regatistas australianos, neozelandeses, estadounidenses y el espa?ol, que suman entre todos 153 presencias en la prueba (entre par¨¦ntesis, participaciones en la regata): Junto a Samantha Grant (2) y Jim Cooney (8), co-patrones y con el estadounidense Stan Honey (7) como navegante y Mike Sanderson (1) como t¨¢ctico, han estado: James Cooney (4), Andrew Henderson (22), Daryl Wisland (5), John Hildebrand (14), Kyle Langford (2), Pablo Arrate (3), Tom Johnson (2), Sven Runow (30), Ryan Godfrey (13), Silas Nolan (17), E Hackney (1), J Cressant (1), Stuart Pollard (8), y Stu Bannatyne (12).

Tiempo compensado

El Ichi Ban, el barco del australiano de Matt Allen, finaliz¨® en la und¨¦cima posici¨®n en tiempo real tras invertir 2 d¨ªas, 6 horas, 18 minutos y 5 segundos en el recorrido. Tras aplicar su factor de compensaci¨®n (1,403), el tiempo compensado absoluto ha sido de 3 d¨ªas, 4 horas, 11 minutos y 5 segundos, no siendo superado por ninguno de los 157 competidores de esta edici¨®n.

El Ichi Ban (n¨²mero uno en japon¨¦s) es un dise?o de 15,85 metros de eslora del espa?ol Marcelino Bot¨ªn, construido en los astilleros Longitud Cero de Burriana (Castell¨®n) y botado en el verano de 2017 por encargo del magnate australiano. Dos meses despu¨¦s de su botadura, Allen le llevaba a su primera victoria absoluta en la Sydney-Hobart y ahora, en la que ha sido su 30? edici¨®n como patr¨®n, ha ganado de nuevo la m¨ªtica Tattersall Cup, trofeo para el vencedor en tiempo compensado.

Allen empez¨® a participar en la Sydney-Hobart en 1980 con solo 17 a?os. Tras el triunfo explic¨® que: "La gente ha tratado de emular lo que hemos hecho nosotros estos ¨²ltimos a?os. No hay duda de que la alta competencia de esta carrera entre las embarcaciones de 45 a 55 pies (de 13,80 a 16,80 metros de eslora) es incre¨ªble ". "No encontrar¨¢s la competencia que tenemos en esta carrera en ning¨²n otro lugar del mundo", se?al¨® Allen