Xavi y los t¨®xicos del Bar?a

A los entrenadores del Bar?a ¨Clos que lo son, los que lo han sido y los que lo quieren ser¡ª les ha preocupado siempre, m¨¢s que a los t¨¦cnicos de cualquier otro club, el control del vestuario del Camp Nou. La mayor¨ªa aspira a cohesionar un grupo alrededor de una idea de juego y de vivir el f¨²tbol que les haga impermeables a la presi¨®n medi¨¢tica y al intervencionismo de los directivos, muy especialmente de aquellos que se creen que por ser avaladores del presupuesto pueden hacer lo que les venga en gana con los trabajadores del FC Barcelona.

Muchos sienten la necesidad de ¡°blindarse¡±, sobre todo los que han sido exjugadores, porque saben que su suerte depende a veces de los que rondan a los jugadores y de los empleados del Bar?a. As¨ª se explica que sean tan exigentes con la contrataci¨®n de sus colaboradores directos ¨Ccomo acostumbran a pasar al fin y al cabo la mayor¨ªa de preparadores¡ª como en la elecci¨®n de los empleados, profesionales en su mayor¨ªa con mucha experiencia y por tanto conocidos suyos desde que eran jugadores del Bar?a.

No solamente es una cuesti¨®n de profesionalidad sino tambi¨¦n de lealtad al entrenador ya conocido sin traicionar la fidelidad a la entidad de toda la vida, como ser¨ªa por ejemplo el caso del delegado Carles Naval. A diferencia de los nuevos, quienes de entrada aceptan al personal de la entidad a la espera de comprobar c¨®mo funciona su relaci¨®n, los que regresan a la instituci¨®n, y tambi¨¦n los t¨¦cnicos que ascienden de los equipos inferiores, toman decisiones que a veces afectan al n¨²cleo vital del FC Barcelona.

El hecho de conocer al club y a su gente se considera a menudo una virtud m¨¢s que un defecto como se ha podido constatar en los ¨²ltimos casos en el Camp Nou. Valverde, Luis Enrique, Tito Vilanova y Guardiola estaban empapados de Bar?a. Guardiola se desviv¨ªa por entrenar al Camp Nou desde que su filial ridiculiz¨® en un partido de entrenamiento al primer equipo de Ronaldinho. Tanto Pep como Tito sab¨ªan muy bien lo que quer¨ªan y har¨ªan nada m¨¢s llegar al vestuario del Camp Nou.

Quien parece tenerlo muy claro tambi¨¦n es Xavi. La semana pasada concedi¨® una entrevista al Magazine de La Vanguardia. ¡°Tengo claro que quiero volver al Bar?a, me hace mucha ilusi¨®n¡±, le ha explicado a Joana Bonet. Xavi explica que cuando Abidal y ?scar Grau le visitaron en Qatar para saber sobre su disponibilidad para dirigir al equipo azulgrana, les respondi¨® que se ve¨ªa como el entrenador si el proyecto empezaba de cero y ten¨ªa el poder de decisi¨®n: "No puede haber nadie t¨®xico cerca del vestuario del Camp Nou¡±.

Carles Puyol y Jordi Cruyff

Xavi insiste m¨¢s adelante: ¡°En el vestuario no puede haber nadie negativo, t¨®xico y el tema m¨¦dico es importante¡­ todo tiene que encajar¡±. Y entonces especifica que le gustar¨ªa estar con personas con las que tenga sinton¨ªa. Los nombres que salen son los de Puyol y Jordi Cruyff. El excapit¨¢n azulgrana parece m¨¢s preocupado por el organigrama que por los jugadores pues asegura que el Bar?a tiene una muy buena base y, si acaso, fichar¨ªa a extremos y se muestra partidario de que regrese Neymar.

La clave para Xavi es la de entrar con gente de su entorno "para formar un buen equipo. "No depende de qui¨¦n sea el presidente. Solo insisto en que me gustar¨ªa tener total sinton¨ªa¡±, afirm¨®. Ya sali¨® la palabra entorno, aquella que utiliz¨® Cruyff para explicar los males del Bar?a antes de conquistar Wembley. Hay palabras y frases muy peculiares en el mundo cul¨¦ que sirven para expresar la incomodidad de un t¨¦cnico. ¡°Entorno¡± (Cruyff), ¡°T¨®xico¡± (Xavi) o ¡°T¨² eres muy malo; siempre negativo¡± (Van Gaal). Guardiola se fue despu¨¦s de advertir de que si se quedaba se har¨ªan "da?o¡±. Tambi¨¦n recuerdo que Maradona habl¨® de ¡°alcahuetes¡± cuando entr¨® en el Camp Nou.

Aunque no todos hablaran de lo mismo, se podr¨ªa decir que se refieren m¨¢s a conductas y comportamientos que al estado de forma o calidad de los futbolistas del Bar?a. El reto en cualquier caso es com¨²n: para aspirar a ganar, antes hay que generar las mejores condiciones en el Camp Nou. O sea conviene trabajar en la misma direcci¨®n y evitar las filtraciones, las maledicencias y las intoxicaciones informativas, aquella munici¨®n que utilizan las personas perversas para sus intereses a menudo particulares. Muchos son tan buenos en su trabajo como malos para la convivencia porque desde los confesionarios deportivos genera un ambiente tan viciado que contamina los espacios comunes: el vestuario, el gimnasio, los servicios m¨¦dicos o la sala de prensa.

Xavi se refer¨ªa seguramente en este sentido a la necesidad que tiene el Bar?a de abrir las ventanas y airear el Camp Nou.