El primer gran milagro del f¨²tbol espa?ol
Hace un siglo, Espa?a logr¨® la plata en los Juegos de Amberes tras una tormentosa gesti¨®n de la lista de seleccionados
Fue el 1 de junio de 1920. En una agria asamblea de una Federaci¨®n descabezada se consensu¨® la primera lista de seleccionados de nuestro f¨²tbol, para los Juegos de Amberes. Una lista de 25 hombres de 11 clubes. Fue milagroso que la aventura, sobre la que he de volver en otras entregas de esta secci¨®n, saliera tan bien. La Federaci¨®n era un descalzaperros.
La decisi¨®n del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol (COE) de participar por primera vez con una delegaci¨®n nutrida en unos Juegos (a Par¨ªs 1900, fueron dos deportistas por su cuenta) cogi¨® a nuestro f¨²tbol muy desunido. ?Y cu¨¢ndo no lo ha estado?, se preguntar¨¢ alguien. Bueno, pues entonces m¨¢s que nunca. La Federaci¨®n (Federaci¨®n de Clubes, en su origen) se cre¨® en 1909 y al a?o se produjo un cisma del que surgi¨® la Uni¨®n de Clubes, a causa de las disputas en torno a qui¨¦n y c¨®mo organizaba la Copa.
La Federaci¨®n contaba con la simpat¨ªa de Alfonso XIII, al que hizo presidente de honor, pero la Uni¨®n de Clubes fue muy activa y hasta se atrevi¨® a organizar un partido internacional enfrentando una selecci¨®n de jugadores de sus afiliados (los vascos salvo los de Ir¨²n, los asturianos, los gallegos y el Madrid) contra Francia. Se jug¨® en Ir¨²n, el 25 de mayo de 1913 (1-1). Las figuras fueron los porteros. Por Francia, Chayrigu¨¦s, una celebridad cuya fama borrar¨ªa despu¨¦s la irrupci¨®n de Zamora. Por la Uni¨®n de Clubes, Agust¨ªn Eizaguirre (no confundir con el sevillano del mismo nombre, algo posterior), padre de otro portero c¨¦lebre, I?aki Eizaguirre, due?o de la porter¨ªa del equipo nacional en los 40.
Aquel cisma se resolvi¨® ese verano por los esfuerzos denodados de los hermanos Carlos y Juan Padr¨®s, domiciliados en la capital, fundadores del Madrid y hombres de trabajo, ingenio y consenso. Fue decisiva la negativa de Jules Rimet, hombre fuerte la FIFA, de la que pronto llegar¨ªa a presidente, al que la Uni¨®n de Clubes solicit¨® que favoreciera su ingreso como miembro espa?ol de la FIFA. Rimet les contest¨® que Espa?a s¨®lo ser¨ªa parte de la FIFA con un solo organismo que agrupara al f¨²tbol de todo el pa¨ªs. Lo mismo hab¨ªa ocurrido en el ¨¢mbito ol¨ªmpico en 1911. El Sindicato de Periodistas Deportivos de Catalu?a se dirigi¨® al COI con la propuesta de enviar una delegaci¨®n catalana a los JJ OO de Estocolmo de 1914. El COI respondi¨® que su interlocutor s¨®lo podr¨ªa ser el COE, como representante del deporte de todo el pa¨ªs.
La reunificaci¨®n se hizo bajo el nombre de Federaci¨®n de Federaciones Regionales. Esa f¨®rmula hizo m¨¢s sencilla la paz, y al reforzar a las regionales se fortalec¨ªa la estructura en s¨ª. Se form¨® la Junta Directiva con hombres de talante conciliador de ambas facciones y Alfonso XIII, que medi¨® lo suyo, concedi¨® al nuevo organismo el t¨ªtulo de Real. En poco tiempo la FIFA incorpor¨® a la Federaci¨®n como nuevo miembro.
La Federaci¨®n, un descalzaperros por los pulsos regionales, hizo una lista de 25 hombres de 11 clubes
Hecha la paz, surgi¨® la idea de formar una Selecci¨®n Nacional, a imagen de otros pa¨ªses. A ese fin se organiz¨® un Torneo Pr¨ªncipe de Asturias, anual, por selecciones regionales. As¨ª se dar¨ªan a conocer m¨¢s jugadores, no s¨®lo los de los clubes que se clasificaban para la Copa. Pero no acabaron los problemas. Las federaciones vizca¨ªna, guipuzcoana y catalana, cuya pulsi¨®n nacionalista se fortalec¨ªa por el vigor de su f¨²tbol, exig¨ªan m¨¢s representaci¨®n e incluso ser sede de la Federaci¨®n. A eso se un¨ªa que empezaban los primeros profesionales encubiertos, con su halo de pol¨¦micas. El trofeo Pr¨ªncipe de Asturias muri¨® en la cuarta edici¨®n, sin completar las dos ¨²ltimas.
La necesidad de hacer una Selecci¨®n para Amberes agudiz¨® las enemistades al punto de que en mayo de 1920, a cuatro meses de los Juegos, dimiti¨® el presidente de la Federaci¨®n, Gabriel Maura, hijo del c¨¦lebre Antonio Maura. Y su vicepresidente, el c¨¦lebre Carlos Arniches. Y toda la directiva.
Se nombr¨® un Comit¨¦ Nacional, con Carlos Padr¨®s, presidente; Augusto Barcia, secretario; y Luis Arg¨¹ello, tesorero. S¨®lo acept¨® este, que asumi¨® su funci¨®n y las de los otros. As¨ª se lleg¨® a aquella asamblea de hace ahora un siglo, con seis puntos a tratar, cuya sola enunciaci¨®n habla de la crisis que se viv¨ªa.
Primero: la propia supervivencia de la estructura federativa, que se gan¨® por los pelos. Segundo: propuesta conjunta de las regionales vizca¨ªna y guipuzcoana de hacerse cargo por su cuenta y riesgo de la operaci¨®n ol¨ªmpica. Se desestim¨®. Pr¨¢cticamente todas las regionales se apresuraron a proponerse para lo mismo. Tercero: propuesta de la regional catalana de confiar la representaci¨®n ol¨ªmpica al Bar?a, reciente campe¨®n de Copa. Tambi¨¦n rechazada. Cuarto: propuesta de las regionales vizca¨ªna y guipuzcoana de apoyar a la Federaci¨®n Inglesa en su exigencia a la FIFA de expulsar a los equipos perdedores de la I Guerra Mundial. Se rechaz¨®. (Inglaterra sali¨® de la FIFA al ser rechazada su exigencia y no regres¨® hasta 1946). Quinto: propuesta de dividir la regional catalana en dos, una de Barcelona y otra del resto, donde muchos clubes recelaban del poder del Bar?a. Se rechaz¨®. Sexto: configurar la lista de seleccionados. Tras infinitas discusiones salieron seis del Bar?a, tres del Athletic y la Real, dos del Arenas de Guecho, Real Uni¨®n, Vigo Sporting, Madrid y Sporting de Gij¨®n, y uno del Fortuna de Vigo, el Deportivo y el Racing de Madrid.
La lista fue muy mal recibida por la prensa y la calle, creando jurisprudencia. Se cre¨® un Comit¨¦ Seleccionador, con Luis Astorquia, Jos¨¦ ?ngel Berraondo y Juli¨¢n Ruete. Los dos primeros rechazaron por enfermedad de su madre y su esposa, respectivamente. Juli¨¢n Ruete estaba preso de su negocio. Se nombr¨® un entrenador, Paco Bru, que despachaba con Ruete en la trastienda-almac¨¦n de su Pasteler¨ªa y Coloniales de la calle Espoz y Mina.
Respecto a la lista, ni fueron todos los que estuvieron, ni estuvieron todos los que fueron. Habr¨ªa alteraciones tras un proceso de seis partidos por Galicia, Asturias y Pa¨ªs Vasco de Probables contra Posibles. Pero dentro de un pandem¨®nium en el que se lleg¨® a aquella lista, result¨® muy afinada. En ella estaban Zamora, Otero, Arrate, Samitier, Belauste, Eguiaz¨¢bal, Pagaza, Ses¨²maga, Patricio y Acedo, titulares el primer d¨ªa, m¨¢s Eizaguirre, Vallana, Sancho, Sabino, Silverio y Moncho Gil, tambi¨¦n de la lista final. (Eizaguirre no viajar¨ªa finalmente al ver que el titular iba a ser Zamora, que se qued¨® como ¨²nico portero). El ¨²nico titular del primer d¨ªa que falt¨® en la primera lista fue Pichichi que, casado poco antes, quiso dejar el f¨²tbol. Le convencieron para ocupar la plaza del barcelonista Alc¨¢ntara, que renunci¨® ¡°por amor¡±, seg¨²n sus memorias. La calidad y ardor de los jugadores llev¨® a una plata incre¨ªble, visto el ambiente previo.
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