El Sevilla desescala mejor
El equipo de Lopetegui supera con solvencia a un Betis tierno y desdibujado, que evidenci¨® su inferioridad despu¨¦s de un riguroso penalti de Bartra a De Jong y un gol de Fernando
Volvi¨® el f¨²tbol y, como en la vida, no vale solo con la apariencia. Conviene ir de verdad. Es probable que el Sevilla no sea tan estilista como a veces es el Betis. Pero es mucho m¨¢s equipo. Su incontestable triunfo en el derbi volvi¨® a demostrar la diferencia que existe entre un aspirante a jugar la Liga de Campeones y otro que deambula por la zona media de la tabla. El Sevilla, m¨¢s contundente y mucho m¨¢s maduro, dominador en las dos ¨¢reas, asent¨® la victoria en el gran trabajo de sus dos centrales, Kound¨¦ y Diego Carlos, m¨¢s el oficio de un futbolista que entiende el juego a la perfecci¨®n, caso de Fernando. Asentado en ese tri¨¢ngulo y la profundidad de Ocampos y Munir, el Sevilla compiti¨® much¨ªsimo mejor que el Betis, incapaz de tirar entre los tres palos de Vaclik.
La ¨²nica excusa que se puede esgrimir en verdiblanco es lamentar la jugada que dio origen al primer gol local. Un discutible penalti de Bartra a De Jong. Pero luego marc¨® Fernando para consolidar la superioridad del Sevilla, siempre con las ideas muy claras. En el Betis, por ejemplo, no se entendi¨® la alineaci¨®n de Guido Rodr¨ªguez o por qu¨¦ Fekir entr¨® tan poco en juego pegado a la banda derecha. En el regreso del f¨²tbol, el derbi marc¨® la distancia que separa a los dos primeros equipos de la capital de Andaluc¨ªa.
Hubo se?as de identidad inmutables en el Sevilla y el Betis 93 d¨ªas despu¨¦s. El f¨²tbol regres¨® y con ¨¦l un derbi especial y extra?o, que reflej¨® buena parte de lo mostrado a lo largo del campeonato. Los de Lopetegui son un equipo de buen despliegue f¨ªsico y mucho centro al ¨¢rea, en el que brillan futbolistas como Ocampos y Munir, que ha crecido en los tiempos de confinamiento y que jug¨® por delante de compa?eros de la jerarqu¨ªa de Banega.
Ocampos le peg¨® con el alma a la escuadra en el primer tiempo y Kound¨¦ y De Jong destrozaron la defensa del Betis con dos movimientos excelentes, culminados con ambos remates de cabeza que no entraron en la meta de Joel de milagro. Enfrente, los de Rubi volvieron a las andadas. Es un equipo que siempre sale tocando y que, por momentos, juega bien al f¨²tbol. No obstante, le falta colmillo y, tambi¨¦n, contundencia defensiva. Un Betis bonito y valiente, pero sin peligro. As¨ª, los detalles de Canales y Fekir apenas tuvieron continuidad.
El Sevilla, m¨¢s insistente y m¨¢s din¨¢mico, se impon¨ªa sin encontrar, eso s¨ª, la recompensa del gol. El Betis, menos intenso, m¨¢s apurado, lleg¨® vivo al descanso. Eso s¨ª, incapaz de tirar dentro de los tres palos de la porter¨ªa de Vaclik y con algunos futbolistas intrascendentes en el juego, caso de Guido Rodr¨ªguez y Ale?¨¢.
La superioridad del Sevilla no se hab¨ªa plasmado en el marcador. Hasta que Mateu Lahoz castig¨® con penalti un salto de Bartra sobre De Jong. El contacto con el brazo del verdiblanco existi¨®, aunque quiz¨¢s sin la virulencia que exige la pena m¨¢xima. Mateu, que es Mateu, no dud¨®. Como tampoco lo hizo Ocampos, que lanz¨® a la perfecci¨®n para batir a Robles. Duda durante toda la semana, el delantero argentino volvi¨® a mostrar su papel clave en el juego del Sevilla.
El gol descompuso al Betis, cazado poco despu¨¦s gracias al juego de estrategia del equipo de Lopetegui. Con tan poca contundencia es complicado competir en las alturas. Ocampos prolong¨® con el tac¨®n un c¨®rner de Jord¨¢n y Fernando remat¨® a gol. Otra bofetada de realidad a un equipo que aparentemente tiene buenas intenciones. Pero eso, solo apariencia, por ahora. El Sevilla, pr¨¢ctico, conserv¨® su ventaja ante un Betis que lo intent¨® con todo perdido, pero tuvo poca pujanza.
La desescalada fue para el Sevilla. Un palo para el Betis. Pero un ¨¦xito para este f¨²tbol de vuelta, por anormales que a¨²n sean las situaciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.