Sans¨®n: un r¨¦cord que dur¨® 81 a?os
Francisco Bao debut¨® Rodr¨ªguez en Primera en 1939 con el Celta con 15 a?os y 255 d¨ªas
Francisco Bao Rodr¨ªguez naci¨® el 24 de abril de 1924 en Santa Cristina de Lavadores, un municipio tan pegado a Vigo que fue integrado por la ciudad en 1941. Alcanz¨® notoriedad en toda Espa?a porque en 1914 fue el primer municipio gallego en el que no ganaba unas elecciones la candidatura caciquil. Ya integrado en Vigo como barrio de Lavadores en el lenguaje com¨²n, mantuvo siempre car¨¢cter de basti¨®n de la izquierda. Lo llamaron la Rusia chica. All¨ª se produjo la mayor resistencia viguesa al Golpe de Estado de 1936, y muchos a?os m¨¢s tarde fue foco de reclutamiento de FRAP.
All¨ª, dec¨ªa, naci¨® Francisco Bao Rodr¨ªguez, Sans¨®n para el f¨²tbol. El chico que debut¨® en Primera a los 15 a?os y 255 d¨ªas, batido ahora por Luka Romero, debutante con el Mallorca ante el Madrid con 15 a?os y 219 d¨ªas.
Acabada la Guerra, el R¨¦gimen ten¨ªa prisa por reactivar el f¨²tbol. Ya antes del verano se hab¨ªa jugado la Copa, s¨®lo con equipos de la zona Nacional cuando empez¨® 1939. La final se la gan¨® el Sevilla a El Ferrol. (?Queipo por encima de Franco!). Despu¨¦s se aceler¨® en lo posible la activaci¨®n de la Liga, con el mismo n¨²mero de equipos que hab¨ªa en la 35-36: doce. Entre ellos el Celta, nuevo en esta plaza como ascendido en la ¨²ltima liga de la Rep¨²blica. Los equipos se las apa?aron como pudieron para rehacer sus plantillas, que hab¨ªan sufrido su correspondiente cuota de muertos, lisiados o exiliados.
La Liga empez¨® el 3 de diciembre de 1939. El Celta acus¨® el salto: perdi¨® sus cuatro primeros partidos. El quinto era la visita el 31 de diciembre nada menos que al Sevilla de la delantera Stuka, que impresionaba desde su eufon¨ªa: L¨®pez, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal. El club ficha esa misma semana a un chico de 15 a?os, defensa del Vigu¨¦s llamado Francisco Bao Rodr¨ªguez, apodado Sans¨®n por su fortaleza. Med¨ªa ya 1,85. Le metieron en el tren, para dos jornadas interminables, Vigo-Madrid y Madrid-Sevilla.
El chico jug¨® de medio ala en el 2-3-5 de la ¨¦poca y fue talism¨¢n: el Celta gan¨® 1-4. S¨®lo jugar¨ªa dos partidos m¨¢s. El Celta se salv¨® por los pelos, al batir en la promoci¨®n al Depor, en partido ¨²nico jugado en Madrid. En la 40-41. Sans¨®n juega otros tres partidos. La Federaci¨®n examina su rar¨ªsimo caso y decide que hasta los 18 a?os no se puede jugar en categor¨ªa nacional.
As¨ª que pasa la 41-42 y la 42-43 en la Cultural Leonesa, en Regional Preferente, tercera categor¨ªa en la escala. All¨ª destaca y la Cultu es segunda el primer a?o y primera el siguiente, con lo que asciende a Segunda. Entonces salta al Sporting, que empezaba abrir su plantilla a for¨¢neos. El equipo sube a Primera en esa temporada, con ocho goles suyos, porque ahora juega de interior. Pero en la 44-45 se ve suplente, desplazado de su puesto por la fulminante aparici¨®n de Molinucu.
Clases de gram¨¢tica y contabilidad
Encuentra entonces acomodo en el Oviedo, donde vivir¨¢ su plenitud como medio o defensa, ya en la WM. Llega con 21 a?os y jugar¨¢ siete temporadas en la m¨¢xima categor¨ªa, siempre titular. Asiste al regreso de L¨¢ngara, que vuelve a reunirse con Herrerita y Emil¨ªn.
Ya en la 50-51 vuelve al Celta, fichado por un presidente, Acelino Ponte Carido, que mercer¨ªa un busto en el edificio de LaLiga: hac¨ªa impartir a sus jugadores clases de Gram¨¢tica y Contabilidad, para que encontraran acomodo en la vida despu¨¦s del f¨²tbol. Ya es un hombre, con 27 a?os, casado con una ovetense y con una hija nacida all¨ª. Curiosamente, no encuentra calor. Por esas cosas del f¨²tbol, no le ven como algo propio, no se agradece su lejana y precoz aparici¨®n, no gusta su juego, que se estima brusco, la toman con ¨¦l. En una ocasi¨®n es expulsado contra Las Palmas, le caen ocho partidos, y todo se vuelven abucheos cuando la toca. Pasa as¨ª cinco a?os y decide irse al Jerez, en Segunda, donde termina su carrera. Luego entrenar¨ªa a varios equipos en Portugal hasta instalarse finalmente en Vigo. Invirti¨® bien. Su mujer regentaba una peluquer¨ªa, y ten¨ªan algunas casas que alquilaban. Paseaba por su barrio, El Calvario, charlaba con los vecinos. Uno de tantos jornaleros de la gloria. Su inicio se olvid¨®. Pero¡
Cuando Ra¨²l debut¨® en el Madrid con 17 a?os se record¨® su figura como debutante m¨¢s precoz de la historia, lo que le dio una nueva popularidad entre sus convecinos y mereci¨® algunas entrevistas, donde se quejaba de que ¡°nadie es profeta en su tierra¡±, recordaba Oviedo como el sitio donde mejor estuvo y apenas recordaba nada aquel partido inaugural de su carrera, para el que fue reclutado a toda prisa. Muri¨® en el 2012, con 87 a?os, en posesi¨®n a¨²n de aquel lejano r¨¦cord.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.