Adi¨®s desde el Camp Nou
A pesar de mejorar su juego, el Barcelona no puede con un asentado Atl¨¦tico en un partido con tres penaltis y presidido por la suplencia de Griezmann
El Bar?a ya no encuentra consuelo ni siquiera en el Camp Nou, cuyo silencio le hab¨ªa permitido sobrevivir a sus desdichadas salidas de Sevilla y Vigo. Tampoco pas¨® del empate en su estadio con el Atl¨¦tico, el segundo que concede despu¨¦s del 0-0 contra el Madrid, e invita al l¨ªder a tirar millas en su pr¨®ximo partido contra el Getafe. Aunque no jugaron mal, los azulgrana son hoy un equipo h¨ªbrido y fatalista, sin la grandeza necesaria para superar las contrariedades ni los partidos complicados como los que plantea el Atl¨¦tico, un equipo vitalista y en racha ¡ª14 de 18 puntos¡ª, el mejor con el Villarreal desde el regreso de LaLiga.
No resolvieron los azulgrana ni siquiera despu¨¦s del celebrado gol 700 de Messi. Los 699 tantos anteriores del 10 han sido un tap¨®n para el Bar?a. El rosarino se cambi¨® el corte de pelo y encontr¨® por fin la porter¨ªa desde el punto de penalti en medio de una contienda atropellada y bastante bien jugada por el Bar?a. El partido y el resultado incluso habr¨ªan sido bendecidos en ¨¦pocas de bonanza en el Bar?a. Ahora, en cambio, solo le sirven para lamentarse y para que los medios escruten los gestos de jugadores, t¨¦cnicos y directivos con el fin de descifrar la crisis del Camp Nou. Habr¨¢ que volver a las clases de semi¨®tica en la Universidad Aut¨®noma.
Aunque la paternidad de la alineaci¨®n se atribuye siempre al entrenador, ha habido tantas discusiones en el Bar?a despu¨¦s del empate de Bala¨ªdos que el once titular dispuesto ante el Atl¨¦tico muy bien pudo ser consensuado por las partes en conflicto y, especialmente, entre los futbolistas y Seti¨¦n. No se trataba de ning¨²n mot¨ªn del vestuario ni tampoco de un golpe de mano del t¨¦cnico, sino de optimizar los recursos de acuerdo con la sintomatolog¨ªa del equipo desde que va a rebufo del Madrid. El resumen de la situaci¨®n es que el cl¨¢sico 4-4-3 mut¨® en un 4-4-2 con la entrada de Riqui Puig y la ca¨ªda de Griezmann en favor de la sociedad Luis Su¨¢rez-Messi.
La suplencia del que fue la figura del Atl¨¦tico y campe¨®n del mundo con Francia expresa la confusi¨®n y desincronizaci¨®n que hay en los distintos estamentos del Bar?a. Muchas de las decisiones son malas y se toman a destiempo, pocas tan controvertidas como la contrataci¨®n de Griezmann, un fichaje del presidente Bartomeu cuando a la plantilla le hubiera encantado recuperar a Neymar. Tampoco formaba Jo?o F¨¦lix en el Atl¨¦tico. A Simeone dif¨ªcilmente se le discute la pol¨ªtica de fichajes y la gesti¨®n del grupo porque su inventiva parece ilimitada, como se advierte hoy en el plenipotenciario Llorente.
Ansu Fati, alternativa
Aceler¨® el Atl¨¦tico desde la salida, ambicioso y vertiginoso, y respondi¨® con energ¨ªa y fluidez el Bar?a, atento en la recuperaci¨®n y las transiciones, menos r¨ªgido que ante el Athletic y el Legan¨¦s. A pesar del tr¨¢fico, el partido gir¨® alrededor de Diego Costa, peleado con el Camp Nou. El ariete, expulsado y sancionado con ocho partidos en su ¨²ltima visita, remat¨® en la porter¨ªa de Oblak un c¨®rner de Messi y despu¨¦s fall¨® un penalti cometido por la torpeza de Vidal sobre Carrasco. Aunque Ter Stegen detuvo el tiro del ariete, el ¨¢rbitro mand¨® repetir la pena m¨¢xima por orden del VAR. El meta se movi¨® de la l¨ªnea y en la repetici¨®n del penalti marc¨® Sa¨²l.
Una vez pas¨® el momento Costa, el partido recuper¨® su tono vivaz, con idas y venidas, sin pausa a pesar del inter¨¦s de Riqui Puig por poner un punto de pausa y dar con Messi. No afinaba el rosarino despu¨¦s de que el equipo ajustara mejor la presi¨®n y la recuperaci¨®n, menos l¨²cido en el repliegue, una mala concesi¨®n para un equipo con la contra del Atl¨¦tico. Amenazaban los rojiblancos y percut¨ªan los azulgrana en un choque abierto y entretenido, de ritmo alto y exigente por tanto para un plantel veterano como el azulgrana y, sobre todo, para Luis Su¨¢rez, superado despu¨¦s de sus goles ante el Celta.
El partido sobrepas¨® con el tiempo a m¨¢s de un jugador barcelonista y encumbr¨® a Carrasco. Hab¨ªa que medir muy bien las entradas en un choque tan movido, como se advirti¨® en el penalti de Vidal y m¨¢s tarde en el de Felipe, que choc¨® con Semedo. El ¨¢rbitro pit¨® penalti sin dudar ni consultar y Messi enga?¨® a Oblak con un lanzamiento m¨¢s o menos al estilo Panenka. Al igual que Vidal, Semedo fue tan peligroso en el ¨¢rea rival como en la propia y se cruz¨® de mala manera en la carrera de Carrasco. El colegiado se?al¨® el punto de penalti por tercera vez y acert¨® de nuevo Sa¨²l a pesar del esfuerzo de Ter Stegen.
Arriesgaron los azulgrana durante un cuarto de hora a pesar de su desfondamiento y fueron a por la victoria con Riqui Puig a la cabeza mientras Simeone cambiaba a los delanteros y aguardaba una transici¨®n definitiva de Jo?o F¨¦lix y rematada por Morata. A Seti¨¦n, en cambio, le cuesta cambiar, como si no se atreviera a tocar a determinados jugadores condicionado por el poder del vestuario del Camp Nou. La mayor novedad es que Ansu Fati le ha ganado la plaza de tercer delantero a Griezmann, espectador del encuentro en el que esperaba ser la estrella desde su pase del Wanda al Camp Nou. No sali¨® el franc¨¦s hasta el minuto 89 y no decidi¨® Jo?o Felix. As¨ª que tampoco gan¨® el Atl¨¦tico, negado Simeone en sus duelos de Liga con el Bar?a. No le sent¨® mal el marcador al Atl¨¦tico a diferencia del Bar?a, neutralizado tambi¨¦n en el Camp Nou el d¨ªa en que se cont¨® el gol 700 de Messi, un tanto con f¨®rceps que simboliza la impotencia del Bar?a.
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