Osasuna y Getafe colisionan
Empate a cero en un duelo trabado que asienta las opciones europeas de los madrile?os aunque les aleja de la posibilidad de asaltar la cuarta plaza
Dos rocas chocaron en El Sadar. Dos equipos, Osasuna y Getafe, que se mataron en el campo y ofrecieron, tambi¨¦n, un peque?o recital de imprecisiones en un duelo en el que fue muy dif¨ªcil pensar. Un horror para los centrocampistas, acobardados ante tanto bal¨®n largo y tanta disputa. El cero a cero fue el resultado final, algo l¨®gico despu¨¦s de una batalla en un choque muy trabado, con 39 faltas y nueve tarjetas amarillas. El punto corta la buena racha de Osasuna y no le permite so?ar con Europa despu¨¦s de atar la permanencia tras sumar tres victorias seguidas. El Getafe se lleva otro punto que consolida sus opciones europeas y le aleja de la Liga de Campeones. Solo hubo una ocasi¨®n clara en el partido. Fue la ¨²nica vez en la que un desmarque al espacio de Brasanac acab¨® en un remate de Kike Barja que Soria salv¨® con los pies. Un espejismo en el desierto de un partido sin ataques que se dio en el minuto 64.
El Getafe no tuvo ninguna opci¨®n clara ante la meta rival. Mata y Jorge Molina, dos estupendos delanteros, fueron tapados y vivieron una tarde amarga. Ambos vieron tarjeta amarilla obligados a funciones alejadas del gol. Con tanta intensidad, a veces se olvida de que hay que marcar para ganar los partidos. Tampoco conviene olvidar que Osasuna es un reci¨¦n ascendido que ha atado la permanencia cinco jornadas antes del final. No se le puede pedir exquisiteces y, adem¨¢s, fue el ¨²nico que tuvo alguna opci¨®n para ganar. El empate sabe bien despu¨¦s de que Arrasate hiciera hasta ocho cambios con respecto al equipo que gan¨® en la pasada jornada ante el Eibar.
El Getafe ha perdido vigor f¨ªsico, pero sigue siendo un magn¨ªfico competidor. Lo demostr¨® en un campo que no suele ser f¨¢cil. Otras cosas no se entienden tanto, como la ausencia de ?ngel sin que Bordal¨¢s agotara los cambios teniendo en cuenta el desgaste y la discreta actuaci¨®n de Molina y Mata.
Osasuna y Getafe son dos equipos muy bien trabajados. Ambos presentan algunas coincidencias t¨¢cticas. Cuando se enfrentan, por lo tanto, es l¨®gico que ¨¦stas afloren. Por ejemplo, ambos hacen de la presi¨®n adelantada una de sus armas m¨¢s eficaces. Ambos, tambi¨¦n, no tienen ning¨²n rubor en colocar sus defensas muy adelantadas. Atendiendo a estos principios de dos buenos entrenadores como Arrasate y Bordal¨¢s, no debi¨® extra?ar que el partido en El Sadar se desarrollara en unas circunstancias que desembocaron en un callej¨®n sin salida. El choque colaps¨® porque los defensas se anticipaban continuamente a los delanteros sin que apareciera ning¨²n resquicio para la pausa y el toque. Todo fue atropellado, a tanta velocidad que resultaba imposible que reinara el pase. Ni siquiera un desborde que provocara alguna acci¨®n rese?able en ataque. Un ¨²ltimo pase se hab¨ªa convertido en una utop¨ªa.
Ni Osasuna ni Getafe dispararon a puerta en un primer tiempo intenso, pero realmente escaso de calidad. Incluso sobr¨® alguna entrada dura en un encuentro sin tregua. Solo Kike Barja estuvo cerca del gol en la segunda parte. Soria salv¨® su remate cercano y con la oposici¨®n de Nyom. El duelo, salvo alg¨²n error garrafal, estaba condenado al empate. Ninguno de los dos equipos, muy concentrados, lo tuvo, por lo que el cero a cero se impuso como era de esperar.
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