Resuelto el caso de ¡®La Foto¡¯

Como escribi¨® V¨¢zquez Montalb¨¢n, Bernardo Ruiz corr¨ªa en bicicletas m¨¢s de quinto culo que de segunda mano, y lo hizo despu¨¦s de una guerra que los suyos, su padre, sindicalista de UGT en Orihuela, hab¨ªan perdido. Tiene 95 a?os y aunque apenas se puede mover y ya no baja a pasar el d¨ªa al casino de su pueblo, como toda la vida hac¨ªa, sigue l¨²cido, y su memoria aguda.

Y ahora, la pasada semana, le llama desde Italia el periodista Pier Bergonzi, responsable del Sporweek, el magac¨ªn semanal de La Gazzetta dello Sport, para que le ayude a desentra?ar el misterio de la foto que para todos los italianos es La Foto, la instant¨¢nea que ampliada a tama?o p¨®ster gigante recibe a todos los deportistas en la sala de honor de La Gazzetta, la de Coppi y Bartali pedaleando en el T¨¦l¨¦graphe el 6 de julio de 1952, domingo y mucho calor, Bourg d¡¯Oisans-Sestriere, 11? etapa del Tour, uno delante de otro, Coppi de amarillo y una botella de agua uniendo sus manos, el s¨ªmbolo del altruismo y la deportividad entre los dos grandes rivales, m¨¢s a¨²n, el s¨ªmbolo de la Italia reconciliada tras los a?os del fascismo y la guerra, la Italia campesina y conservadora, la Italia urbana, progresista, neocapitalista.

El gesto no fue espont¨¢neo, revel¨® a?os despu¨¦s el fot¨®grafo Vito Liverani, amigo del autor de la instant¨¢nea, Carlo Martini. ¡°Carlo¡±, explic¨® hace unos a?os Liverani, ¡°pidi¨® permiso a Jacques Goddet, el patr¨®n del Tour, para que le pudieran avituallar a Coppi en carrera, lo que estaba prohibido. Luego se adelant¨® a los corredores y se apost¨® en la cuneta junto a una joven que le dio a Bartali la botella de agua para Coppi, que llevaba el bid¨®n vac¨ªo y poco despu¨¦s lo rellena¡±.

En la foto original aparece a la derecha Stan Ockers, un diminuto belga, campe¨®n del mundo, cuya imagen fue recortada cuando la imagen se hizo portada de revistas y p¨®ster, pues distra¨ªa del motivo principal, y ocultos, a rueda de Bartali, por las sombras negras sobre el asfalto cristalizado, se intuye que van algunos ciclistas m¨¢s. Seg¨²n las cr¨®nicas de la etapa, en el T¨¦l¨¦graphe, a mitad de la ascensi¨®n del Galibier, se hab¨ªa ya creado un grupo con los dos italianos, Ockers, Bernardo Ruiz, el franc¨¦s Rapha?l Geminiani, el belga Alex Close y el mallorqu¨ªn Antonio Gelabert. El m¨¢s cercano a Bartali, ya un veterano de 37 a?os, casi 38, es el ciclista de Orihuela, el ¨²nico del grupo a¨²n vivo, junto a Geminiani, tambi¨¦n nacido en 1925, aunque cinco meses m¨¢s tarde. Ockers (1920), que termin¨® segundo aquel Tour, tras Coppi (1919-1960), muri¨® pocos a?os despu¨¦s de una ca¨ªda en el vel¨®dromo de Amberes, y Gelabert (1921), d¨¦cimo en la general final, muri¨® cuatro a?os m¨¢s tarde en accidente de autom¨®vil.

Del principal misterio de la foto, misterio ya resuelto hace a?os, y fue Bartali, el cat¨®lico, el que le pas¨® el agua a Coppi, el ateo, habla poco Bernardo, que tampoco le da tanto valor al gesto ¡ª¡±era algo habitual ayudarse entre compa?eros de equipo y, adem¨¢s, Coppi era tan magn¨ªfico que si hubiera necesitado agua se la habr¨ªa dado yo mismo¡±, recuerda Ruiz¡ª, aunque s¨ª precisa que la foto se tom¨® en el T¨¦l¨¦graphe, y no en el Galibier como siempre se hab¨ªa cre¨ªdo. ¡°Poco despu¨¦s atac¨® Coppi y se fue solo, yo intent¨¦ resistir a su rueda pero acab¨® conmigo¡±, recuerda Bernardo, gran admirador de Coppi, el m¨¢s grande. ¡°Llegu¨¦ segundo a la meta de Sestriere, 90 kil¨®metros m¨¢s all¨¢, a m¨¢s de siete minutos del campionissimo. Me hice amigo suyo, y despu¨¦s hice la ronda de crit¨¦riums con ¨¦l, que tuvo la amabilidad de llevarme en su coche a todas partes, aunque no le pagu¨¦ muy bien el favor pues unas semanas despu¨¦s me ca¨ª en el vel¨®dromo de Perpi?¨¢n y arrastr¨¦ a Fausto conmigo, y se rompi¨® una clav¨ªcula¡±.

Bernardo hab¨ªa ganado la Vuelta del 48 y en el Tour anterior, el de 1951, ya se hab¨ªa impuesto en dos etapas. ¡°Por eso, el del 52 me lo plante¨¦ para luchar por la general¡±, recuerda el ciclista de Orihuela, la gran figura del ciclismo espa?ol de posguerra antes de la explosi¨®n de Poblet, Loro?o y Bahamontes. ¡°Yo me sent¨ªa como un intruso entre tanta figura, as¨ª que me marqu¨¦ una estrategia de marcaje rotativo con ellos, siempre intentando no molestar a nadie para que nadie me diera a m¨ª batalla. Acab¨¦ tercero el Tour, el primer espa?ol que subi¨® al podio¡±.