La Juventus se frena, el ¡®calcio¡¯ acelera
El equipo m¨¢s poderoso de Italia se dispone a conquistar su novena liga seguida sin el brillo que prometi¨® la revoluci¨®n de Sarri
La sentencia cae inexorable, como las naranjas que no se cosechan: ¡±Manca la cattiveria¡±. Es el crimen que en estos d¨ªas le imputan los medios de comunicaci¨®n italianos al equipo que Maurizio Sarri pretende revolucionar. ¡°Le falta malicia¡±, repiten. La expresi¨®n sirve para definir el antiguo concepto futbol¨ªstico italiano, una idea que concentra todas las viejas virtudes de supervivencia que condujeron al calcio al ¨¦xito en la posguerra y a la caducidad deportiva y la ruina financiera en este siglo. Algo que Sarri quiso arrancar de ra¨ªz con una plantilla adiestrada en el viejo r¨¦gimen hasta producir un equipo de jugadores que parecen frustrados. Ni acomodados ni observantes, ni conversos ni renegados, desenfocados, en todo caso, porque saben que, hagan lo que hagan, ganar¨¢n la liga. Aunque caigan derrotados sin dar demasiadas muestras de querer moverse, ni para desmarcarse ni para presionar, ni para cubrir ni para apoyar, tal y como se vio este jueves en el campo del Udinese, donde perdieron 2-1.
Fue la quinta derrota de la Juventus en Serie A esta temporada. No suced¨ªa desde hace una d¨¦cada. Casi el tiempo que el equipo lleva ganando el campeonato local, pues si el pr¨®ximo domingo se impone a la Sampdoria conquistar¨¢ su noveno scudetto consecutivo.
Sarri comprende que no le ficharon para ganar t¨ªtulos. Eso se presupone en la mayor hegemon¨ªa al sur de los Alpes. Una m¨¢quina cuyo presidente, Andrea Agnelli, no deja de cebar. Invirti¨® 100 en su estadio en 2011, aprob¨® una ampliaci¨®n de capital de 300 millones de euros el a?o pasado, y ya suma 1.000 millones en fichajes en la ¨²ltima d¨¦cada, 300 m¨¢s que el Inter, 400 m¨¢s que el Milan, y 500 m¨¢s que la Roma y el N¨¢poles.
Agnelli est¨¢ decidido a proseguir la escalada de inversiones hasta levantar la Copa de Europa. Protagonista del mercado con contratos como el de Cristiano en 2018 o De Ligt en 2019, de momento, no le ha disuadido el enorme coste que supone su quimera. La auditora KPMG se?ala que la deuda de la Juve supera los 450 millones de euros. Solo el Tottenham, que rebasa los 600 millones, le hace sombra en el mundo.
Toda la presi¨®n de las expectativas econ¨®micas y deportivas descansa sobre Sarri, que sabe que su primer cometido es colocar al club al frente de la nueva ola de f¨²tbol elaborado que recorre el pa¨ªs, en un esfuerzo general por recuperar dos d¨¦cadas perdidas, atraer aficionados nuevos y elevar los ingresos por derechos de televisi¨®n. No es una empresa f¨¢cil. El t¨¦cnico asiste a un momento cr¨ªtico. El jueves abandon¨® el estadio de Dacia con el rostro velado por la rabia. ¡°El cansancio mental es mayor que el f¨ªsico¡±, observ¨®, antes de atribuir esta especie de depresi¨®n a la pandemia. Una hip¨®tesis inveros¨ªmil, a la vista del entusiasmo contagioso conque han vuelto del confinamiento equipos como el Atalanta, el Milan, o el Sassuolo.
Marcelino Garc¨ªa Toral es, como muchos entrenadores europeos, un dedicado seguidor de Sarri, al que considera una referencia. ¡°T¨² ve¨ªas al N¨¢poles de Sarri y se notaba que detr¨¢s hab¨ªa un gran trabajo¡±, dice Marcelino. ¡°Con esta Juve ese trabajo es m¨¢s dif¨ªcil de ver¡±.
El gran dilema t¨¢ctico
Desde que comenz¨® la temporada Sarri afront¨® un dilema: controlar los partidos mediante la posesi¨®n sin tener una plantilla ideal para ese fin. Porque para tener la pelota primero es necesario recuperarla, y ni Cristiano, ni Dybala, ni Higua¨ªn son atacantes muy dotados para presionar. Sarri lo intenta compensar armando un centro del campo con atletas. As¨ª Bentancur, Matuidi, y Khedira antes de lesionarse, han ganado terreno a volantes m¨¢s l¨²cidos como Bernardeschi o Pjanic. ¡°A Pjanic lo dejo fuera cuando enfrentamos equipos m¨¢s f¨ªsicos¡±, explic¨® Sarri el jueves.
La hibridaci¨®n no funciona. Ni en ataque, en donde ha gestionado varios partidos gracias a los 13 penaltis que le han pitado, en esto, l¨ªder indudable; ni en defensa. La Juventus ha encajado 12 goles en las ¨²ltimas cinco jornadas de Serie A, en donde ha sido claramente dominada por el Atalanta o el Milan.
Perdida la Supercopa con la Lazio y la Copa con el N¨¢poles, Sarri se dispone a ganar la liga italiana como quien aguarda lo inevitable. Pero en Tur¨ªn crecen las dudas sobre la competitividad del equipo ante el desaf¨ªo de los octavos de la Champions. El viernes 7 de agosto recibe al Ly¨®n obilgado a levantar el 1-0 de la ida.
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