Milagro total o trompazo
Sin una gesti¨®n perfecta, el riesgo de sumergirse en una selva judicial ser¨¢ alt¨ªsimo y sus efectos, devastadores. La temporada que viene todos los actores tendr¨¢n que hilar m¨¢s fino a¨²n
Todo lo que pod¨ªa ir mal en el regreso del f¨²tbol ocurri¨® en el ¨²ltimo minuto del campeonato de Segunda. Los contagios en el Fuenlabrada y su viaje a A Coru?a revelaron la enorme dificultad que afront¨® la Liga de F¨²tbol Profesional (LFP) cuando decidi¨® reanudar las dos competiciones. No sin incertidumbre y debate, se aprovech¨® el primer respiro de la pandemia para organizar 231 partidos en apenas 45 d¨ªas. Alrededor de 1.000 jugadores, m¨¢s los entrenadores, m¨¦dicos, fisioterapeutas y utilleros de cada equipo, afrontaron un calendario vertiginoso en unas condiciones nunca vistas en la historia del f¨²tbol.
Fue un f¨²tbol con f¨®rceps, apurado por la precariedad econ¨®mica que se abat¨ªa sobre los clubes, muchos de los cuales descansan casi exclusivamente en los ingresos procedentes de la televisi¨®n. El desaf¨ªo estuvo presidido por el car¨¢cter excepcional de la situaci¨®n, y casi excepcional resulta que en este frenes¨ª solo se haya producido un incendio, y a muy ¨²ltima hora. Un caso que sirve de aviso a navegantes para la pr¨®xima temporada, que ya est¨¢ a las puertas. El 12 de septiembre comenzar¨¢ la Liga 2020-21 con el coronavirus vigorosamente instalado en Espa?a. Por el momento, no hay vacuna, ¨²nica oportunidad de devolvernos a la vida anterior a la covid-19.
Sin esa garant¨ªa, el f¨²tbol se enfrentar¨¢ a los mismos problemas que han condicionado la Liga expr¨¦s de junio y julio: no habr¨¢ p¨²blico, la situaci¨®n de alerta ser¨¢ m¨¢xima y los contratiempos ser¨¢n m¨¢s frecuentes por la mayor duraci¨®n del campeonato. En nueve meses se disputar¨¢n 380 partidos en Primera y 440 en Segunda. La magnitud del empe?o es enorme, tanto por su duraci¨®n como por la endemoniada casu¨ªstica del coronavirus, pero esta vez no podr¨¢ apelarse a las singulares medidas que han presidido este periodo.
Apremiado por la econom¨ªa, un acuerdo general orill¨® la mayor¨ªa de las cuestiones que legalmente pod¨ªan entorpecer o derribar la competici¨®n. Los frentes legales eran numerosos, desde la finalizaci¨®n de contratos antes de que terminara la Liga hasta la acumulaci¨®n de partidos, en ocasiones sin el descanso m¨ªnimo exigido, pasando por la amenaza de la infiltraci¨®n de la covid-19 en cualquier momento y en cualquier equipo. A este acuerdo de supervivencia general se ha agarrado la mayor parte del f¨²tbol europeo para reiniciar los campeonatos. En este marco se ha producido el caso Fuenlabrada y sus consecuencias, extremadamente complejas y sujetas a interpretaciones legales de grueso calibre.
Hechos consumados
La decisi¨®n de anular el partido Deportivo-Fuenlabrada, negar al equipo madrile?o la posibilidad de jugar por un ascenso a Primera y conceder esta oportunidad al Elche, manifiesta la singularidad de la situaci¨®n. La tesis es clara: la excepcionalidad del momento requiere decisiones excepcionales. Aunque la derivada legal es m¨¢s que dudosa, el f¨²tbol espa?ol est¨¢ decidido a aplicar una pol¨ªtica de hechos consumados. La Primera se desarroll¨® como la seda y la Segunda patin¨® en el ¨²ltimo partido de la ¨²ltima jornada. En t¨¦rminos generales, ha sido un trabajo impecable que deja un aviso urgente: cualquier exceso de confianza o de descontrol ser¨¢ inevitablemente castigado por el virus, pero con consecuencias m¨¢s graves que las ¨²ltimas.
Aunque la pr¨®xima temporada arrancar¨¢ con el miedo en el cuerpo y en muchos aspectos se desarrollar¨¢ de forma similar a la recta final de esta Liga, ser¨¢ mucho m¨¢s complicado tomar medidas igual de tajantes. Sin una gesti¨®n perfecta, una que de ninguna manera permita el varapalo del caso Fuenlabrada, el riesgo de sumergirse en una selva judicial ser¨¢ alt¨ªsimo. Y sus efectos devastadores. Puede que acabar la Liga haya sido casi un milagro. En la que viene, todos los actores del f¨²tbol tendr¨¢n que hilar m¨¢s fino a¨²n. O milagro total, o trompazo.
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