Somos due?os de nuestros miedos
Tan comprensible me parece la participaci¨®n en el US Open de Djokovic como la renuncia de Rafael
El mundo entero sigue sumido en la pesadilla de una pandemia que nos est¨¢ dando poca tregua y muchas dificultades a la hora de reanudar ciertas actividades. Casi nadie se ha escapado de las consecuencias y el mundo del tenis, por supuesto, no ha sido menos.
Este martes pasado conoc¨ªamos la decisi¨®n de los organizadores del Mutua Madrid Open de cancelar la edici¨®n de este a?o. Como explic¨® su director, Feliciano L¨®pez, ¡°la inestabilidad sigue siendo demasiado alta¡± y llevarlo a cabo hubiera sido, con toda seguridad, poco prudente. Los rebrotes siguen m¨¢s incontrolados en Espa?a que en cualquier otro pa¨ªs europeo y se han tenido que volver a imponer ciertas restricciones que, sumadas a las crecientes advertencias de no viajar a nuestro pa¨ªs, han hecho muy poco recomendable la celebraci¨®n del torneo.
En Estados Unidos, sin embargo, se sigue adelante con el US Open y el torneo previo de Cincinnati, y se asume el enorme reto de celebrarlos sin espectadores y aplicando unos protocolos de seguridad que comprometen, a buen seguro, la viabilidad econ¨®mica.
La decisi¨®n de los tenistas de acudir, o no, no deber¨ªa sacarse, creo yo, del indiscutible parecer personal. Tan comprensible me parece la participaci¨®n de Novak Djokovic, Dominic Thiem, Stefanos Tsitsipas o Daniil Medvedev como la renuncia de Rafael, Roger Federer o Stanislas Wawrinka. Cada cual es due?o de sus miedos y se ha de entender la aprensi¨®n a tener que tomar varios aviones y alejarse de casa cuando las cosas siguen siendo tan inciertas. Solo espero que, en el caso de mi sobrino, la inactividad de tantos meses no le perjudique para sus resultados en Roland Garros.
Aumento de premios en el US Open
En cualquier caso, el esfuerzo que se est¨¢ llevando a cabo para garantizar la salud de todos los que participar¨¢n en las citas, as¨ª como para asumir la incertidumbre del ¨¦xito de ambos torneos, me merecen una buena valoraci¨®n. La reactivaci¨®n de la competici¨®n es una necesidad para muchos tenistas y sus equipos, y para muchas empresas sat¨¦lite que viven del funcionamiento regular del circuito ten¨ªstico. El US Open, adem¨¢s, ha decidido para este a?o el aumento del dinero en premios hasta la celebraci¨®n de los octavos de final, beneficiando as¨ª a los tenistas peor posicionados en el r¨¢nking.
Me alegra mucho, pues, ver que hay determinaci¨®n para no seguir cancelando torneos aunque me cuesta imaginar y, sobre todo, aceptar la ausencia del p¨²blico en las gradas. Son muchas las veces que he escuchado a mi sobrino, y a otros tenistas, dirigirse a los espectadores al levantar un trofeo para agradecerles su presencia, su apoyo y su importante papel para lograr la victoria. Y puedo asegurar que no son frases hechas ni palabras vac¨ªas. Los gritos y aplausos del p¨²blico que se enfervoriza ante una buena jugada, que se emociona ante una victoria o que se decepciona ante una derrota son, en gran medida, lo que da sentido al deporte y lo que alimenta la adrenalina del jugador.
?ltimamente se ha ensalzado mucho el papel que han jugado las nuevas tecnolog¨ªas para sobrellevar el reto al que se enfrenta la humanidad. Hemos teletrabajado y hemos estado m¨¢s conectados que nunca a trav¨¦s de nuestros dispositivos, pero seguro que, a poco que hayamos querido prestar atenci¨®n, nos hemos dado cuenta de que nos resulta muy perjudicial olvidar el factor humano, nuestra necesidad de emocionarnos y de sentirnos unidos aunque sea haciendo algo, en principio, tan poco importante como estar sentados en una grada y sentir en directo que la victoria, en algunos casos, tambi¨¦n es nuestra.
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