El Sevilla opera en clave gen¨¦tica
El equipo hispalense se ha generado un h¨¢bitat tan confortable en la Europa League que conoce todos los rincones y secretos de la competici¨®n
El f¨²tbol tiene la costumbre de desmentir los solemnes pron¨®sticos que se emiten cada temporada. Hace un a?o, cuatro equipos ingleses ¡ªLiverpool, Tottenham, Chelsea y Arsenal¡ª disputaron las finales de la Copa de Europa y la Europa League. Era la prueba incontestable del dominio de la Premier League, vaticinio desmentido de un plumazo: ning¨²n equipo ingl¨¦s disputar¨¢ las dos grandes finales europeas. Tampoco habr¨¢ presencia de equipos italianos y espa?oles en la de la Liga de Campeones. Es cierto, el vendaval covid-19 ha originado el a?o m¨¢s at¨ªpico que se recuerda, pero no hab¨ªa manera de prever una sacudida donde casi todo resulta novedoso, excepto la inalterable firmeza del Bayern y el idilio del Sevilla con la Europa League.
El Sevilla se ha generado un h¨¢bitat tan confortable en la Europa League que conoce todos los rincones y secretos de la competici¨®n. La ha ganado cinco veces, de mil formas diferentes, con facilidad, con agon¨ªa, frente a grandes equipos ¡ªel Liverpool de Jurgen Klopp, por ejemplo¡ª, en temporadas espl¨¦ndidas y en a?os de tormentas.
Contra el Manchester United atraves¨® momentos cr¨ªticos que presagiaron una derrota que no se produjo. Su portero le impidi¨® doblar la rodilla ante el United m¨¢s prometedor de los ¨²ltimos 10 a?os. Con la marcha de Cristiano Ronaldo en 2009, el club comenz¨® un largo periodo de desorientaci¨®n y p¨¦simas decisiones. Se aboc¨® a la mediocridad con toda clase de entrenadores ¡ªMoyes, Van Gaal y Mourinho¡ª y una lamentable punter¨ªa en el mercado de fichajes.
El United perdi¨® con el Sevilla, pero jug¨® mejor, remat¨® mas y vol¨® alto en algunas fases del partido. Como le ha ocurrido desde la ¨¦poca de los Busby Boys en los a?os 50, de George Best en los 60 y de la generaci¨®n Giggs-Scholes-Beckham en los 90, el remedio a sus problemas estaba dentro. El equipo est¨¢ a punto de regresar a su lugar natural en uno o dos a?os, en gran medida por el impacto de los j¨®venes de la cantera, como Rashford o el fenomenal Greenwood, un chaval que hizo diabluras frente al Sevilla. Por si acaso, el fichaje de Bruno Fernandes ha sido su primer gran acierto en muchos a?os.
El Sevilla se impuso a este excelente proyecto de equipo por razones que se escapan de la t¨¢ctica y del rendimiento de los jugadores. Se neg¨® a capitular cuando la derrota, y quiz¨¢ la goleada, asomaba por el horizonte. Como otras ocasiones, encontr¨® el jugador adecuado para los momentos cr¨ªticos. Bono, que apenas hab¨ªa jugado esta temporada, se marc¨® un partido de ¨¦poca. Los dem¨¢s apretaron los dientes en la adversidad y primero consiguieron sostenerse, luego respirar y finalmente hurgar en las debilidades defensivas del Manchester United.
A pesar de su inferioridad en largas fases del encuentro, no sorprendi¨® su victoria. El Sevilla transmiti¨® la clase de informaci¨®n que procede de los equipos que han visto y ganado mucho. En la Europa League, m¨¢s que nadie. Por lo visto, el f¨²tbol tambi¨¦n se procesa en clave gen¨¦tica. Todas las ediciones del Sevilla han funcionado como un reloj en esta competici¨®n. El comp¨¢s lo marcan ahora dos maravillosos veteranos: Banega y Navas. Uno se va y no habr¨¢ vac¨ªo m¨¢s dif¨ªcil de llenar.
Banega es al Sevilla lo que el Sevilla es para la Europa League, una garant¨ªa sin rival. Ha pasado por muchos y buenos equipos, pero en ning¨²n lugar ha sido tan importante como en el Sevilla. Navas es la otra pieza maestra del engranaje. Contra el Manchester United acudi¨® con la puntualidad que le caracteriza. Se hab¨ªa recuperado el Sevilla, Banega guardaba la ropa y Navas encontr¨® la rendija por la derecha. Del resto se ocup¨® De Jong. O sea, la tradicional cirug¨ªa del Sevilla en su torneo fetiche.
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