El Sevilla ya tiene la sexta
El equipo andaluz remonta ante el Inter gracias a su enorme capacidad competitiva y la magia que le acompa?a en su competici¨®n favorita, donde ha ganado las seis finales que ha jugado
El Sevilla lo volvi¨® a hacer. Conquist¨® su sexta Liga Europa ante un gran rival, el Inter de Mil¨¢n, plasmando su maravillosa realidad en un siglo hist¨®rico. En el a?o de la pandemia, despu¨¦s de un sufrimiento incre¨ªble, el conjunto andaluz volvi¨® a hacer felices a sus aficionados para hacerse grande, muy grande, en Europa. Las l¨¢grimas de Jes¨²s Navas, el eterno capit¨¢n, tras la conquista de la sexta representan el esp¨ªritu de un equipo indomable, que ha competido de manera ejemplar en este torneo. ¡°Nadie la quiere como nosotros¡±. As¨ª rezaba una pancarta en el vestuario del Sevilla, que honr¨® este lema con un triunfo en una final en la que vivi¨® todo tipo de infortunios, de los que siempre se recompuso. El equipo de Lopetegui se sobrepuso a todos los inconvenientes para volver a reinar en su torneo preferido. Primero remontando el gol de Lukaku; luego sabiendo templar los ¨¢nimos de un Inter bravo y el¨¦ctrico; por ¨²ltimo, actuando con un oficio espectacular que acab¨® desbaratando al equipo de Conte. Y por supuesto, no faltaron las dosis de fortuna de un grupo que se supera a s¨ª mismo cada d¨ªa. Bono realiz¨® una parada vital a Lukaku con el 2-2 y todav¨ªa Kound¨¦ sac¨® bajo palos un remate de Alexis S¨¢nchez. Nada puede con este Sevilla y su m¨¢gica energ¨ªa en la Liga Europa. Lukaku, que hab¨ªa vuelto loco a Diego Carlos, meti¨® en su porter¨ªa un bal¨®n de chilena del sevillista. Contra eso no hay equipo que pueda.
Entregados cada uno a sus armas, Sevilla e Inter brindaron una final vibrante. El equipo de Conte es letal en la transici¨®n tras robo y el conjunto andaluz compite de forma incre¨ªble con m¨¢s posesi¨®n de bal¨®n y profundidad en las bandas. El Inter simplifica el juego de manera ejemplar. En tres toques se planta con peligro en el ¨¢rea rival gracias a una espectacular velocidad en sus movimientos, culminados en las carreras de dos delanteros en gran forma, caso de Lautaro y Lukaku.
No debi¨® extra?ar que la final se abriera muy pronto. Sali¨® bien el Sevilla, pero se vio sorprendido en un contragolpe organizado por Barella que dej¨® a Lukaku en carrera con Diego Carlos. El primer bal¨®n dividido entre los dos portentos f¨ªsicos acab¨® con penalti del central sevillista, demasiado impulsivo ante el despliegue del belga.
Lukaku anot¨® desde los once metros. Si se cre¨ªa el Inter que el partido se le pon¨ªa de dulce, pronto se dio cuenta de que ese pensamiento era un error. El Sevilla no se descompuso. Ante el despliegue del Inter utiliz¨® con inteligencia sus armas. Es decir, control de bal¨®n para evitar p¨¦rdidas peligrosas y balones a Navas y Ocampos, dos aut¨¦nticos cuchillos en sus respectivas bandas. El aplomo competitivo del Sevilla asusta. Navas asisti¨® a De Jong, que logr¨® el empate con un movimiento al primer palo que hizo in¨²til la defensa de tres centrales del Inter. El delantero holand¨¦s agradeci¨® la titularidad que le ofreci¨® Lopetegui. Y por partida doble. Convertido el choque en un maravilloso intercambio de golpes, una falta de Banega fue rematada de forma inapelable por De Jong.
El Sevilla hab¨ªa remontado ante la cara de asombro del Inter, que hab¨ªa reclamado un penalti de Diego Carlos, en su noche m¨¢s aciaga. El brasile?o cometi¨® una falta sobre Lukaku y Brozovic la puso de cine en el ¨¢rea. Nadie impidi¨® el remate de God¨ªn, que hizo el 2-2. El Sevilla segu¨ªa de pie ante un rival con una pegada formidable.
Lopetegui fue muy listo. Su equipo dio un paso atr¨¢s en la segunda mitad para evitar el intercambio de golpes del primer tiempo. La final, hasta entonces el¨¦ctrica, se par¨®. El Inter, con menos espacios para correr, sufre m¨¢s. El Sevilla se protegi¨®. Lleg¨® menos, pero control¨® m¨¢s. Solo en una acci¨®n Lukaku pudo sorprender a los andaluces, pero entonces brill¨® la estrella de Bono, que le hizo un parad¨®n al incansable delantero interista.
Aunque para estrella, la de este Sevilla con su competici¨®n fetiche. Navas, en su en¨¦simo arranque, hab¨ªa provocado una falta en el lateral derecho. El bal¨®n, despejado por God¨ªn tras el golpeo de Banega, le lleg¨® a Diego Carlos. El central, p¨¦simo toda la noche, se invent¨® un remate de tijera que Lukaku acab¨® metiendo en su porter¨ªa. El delantero m¨¢s certero del Inter (55 goles este curso) ajusticiaba a su equipo. El hechizo del equipo andaluz en su competici¨®n no tiene l¨ªmites.
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