Zverev, el d¨ªscolo re?ido con las dobles faltas
El joven alem¨¢n, un pol¨¦mico elegido que se hace esperar, crece en los grandes mientras acusa la cifra m¨¢s elevada de errores con el saque en el torneo. Este viernes (22.00) se mide por la final a Carre?o
Aquellos pocos, muy pocos, privilegiados que asisten al duelo en la pista Arthur Ashe se quedan de piedra mientras se mastica la tensi¨®n y Alexander Zverev, tembloroso como un flan, se dispone a sacar frente a Borna Coric cuando de repente, frena en seco: ¡°Est¨¢s hablando demasiado alto¡ Puedo escuchar cada palabra que dices durante todo el partido¡±. Se dirige el alem¨¢n, tan bueno como quebradizo todav¨ªa, al afamado comentarista de la ESPN, Brad Gilbert, que antes de ponerse delante del micr¨®fono entren¨®, entre otr...
Aquellos pocos, muy pocos, privilegiados que asisten al duelo en la pista Arthur Ashe se quedan de piedra mientras se mastica la tensi¨®n y Alexander Zverev, tembloroso como un flan, se dispone a sacar frente a Borna Coric cuando de repente, frena en seco: ¡°Est¨¢s hablando demasiado alto¡ Puedo escuchar cada palabra que dices durante todo el partido¡±. Se dirige el alem¨¢n, tan bueno como quebradizo todav¨ªa, al afamado comentarista de la ESPN, Brad Gilbert, que antes de ponerse delante del micr¨®fono entren¨®, entre otros, a un tal Andre Agassi y un escoc¨¦s muy bueno llamado Andy Murray.
Le escoc¨ªa a Zverev el tono de voz, pero lo que verdaderamente le dol¨ªa era el an¨¢lisis que Gilbert (¡°?oh, lo siento!¡±) hac¨ªa en ese preciso instante, justo antes de servir. El locutor se refer¨ªa al tal¨®n de Aquiles de Sascha estos d¨ªas, las dobles faltas. Y el apunte era m¨¢s que oportuno. Al fin y al cabo, el de Hamburgo es el tenista que m¨¢s ha cometido (41) en esta edici¨®n del US Open, por delante de los ya apeados Denis Shapovalov (36) y David Goffin (36), y desde luego de su rival este viernes (22.00, Eurosport) en las semifinales, el meritorio Pablo Carre?o (9).
Seis firm¨® contra Kevin Anderson, 10 ante Brandon Nakashima, una m¨¢s frente a Adrian Mannarino y 12, cifra m¨¢s que abultada, en el encuentro con Coric. Solo hubo una excepci¨®n, los dos fallos contra Alejandro Davidovich. ¡°Tengo que mejorar en muchas cosas¡±, dice el bigardo alem¨¢n, de casi dos metros (1,98) y al que en ocasiones cuesta creerle por la desidia que suele desprender su discurso o porque, directamente, los hechos invitan a ello: era el gran elegido y ha dado algunos pasos, pero el tenis le reserva un sitio al que le est¨¢ costando llegar.
A sus 23 a?os, puede decir que ha ganado toda una Copa de Maestros (2018) y tres Masters 1000 (Roma y Canad¨¢ en 2017, y Madrid en 2018), o que ha ocupado el tercer pelda?o del ranking, hace tres cursos; sin embargo, los Grand Slams son un maquiav¨¦lico laberinto que exigen al tenista sortear mil cepos y dar un plus que, en su caso, todav¨ªa no ha llegado. Han sido habituales sus resbalones en las rondas iniciales, pero esta temporada tal vez pueda marcar un punto de inflexi¨®n. En enero alcanz¨® las semifinales de Australia y ahora tiene una oportunidad de oro de dar un salto cualitativo en Nueva York.
All¨ª es, de hecho, el primer representante masculino de su pa¨ªs que llega a la pen¨²ltima ronda desde que lo consiguiera Boris Becker en 1995. Becker, que le conoce como pocos porque le ha seguido los pasos desde que levantaba un par de palmos del suelo, le inst¨® en enero a que se desmarcara de su dominante padre y se buscase un entrenador. Est¨¢ en ello, y a mediados de julio se ejercit¨® con David Ferrer, ya retirado, con el deseo de que el alicantino le inocule ese esp¨ªritu guerrero que le llev¨® muy lejos. Ardua tarea le espera al de X¨¤bia, con el que estos d¨ªas se mensajea a distancia y que le acompa?ar¨¢ en Roland Garros.
De Ferrero a David Ferrer
¡°Pierde demasiado tiempo con Instagram¡±, le reproch¨® en su d¨ªa el valenciano Juan Carlos Ferrero, que le asesor¨® durante medio a?o. ¡°Es muy an¨¢rquico en su forma de pensar y cambia muy pocas cosas. Era impuntual siempre y no respetaba las pautas que se le marcaban¡±, agreg¨® el exn¨²mero uno.
Tiene una proyecci¨®n enorme Zverev, y tambi¨¦n muy malas pulgas. ¡°Quiz¨¢ deber¨ªa echar un vistazo a mi historial y darse cuenta de que tengo un cara a cara positivo con Federer¡±, le respondi¨® a la hist¨®rica Martina Navratilova, que recientemente le recomend¨® elevar su nivel porque de lo contrario no podr¨ªa competir con los m¨¢s fuertes; ¡°estoy en semifinales, y a veces encontrar una forma de ganar sin estar a tu mejor nivel es m¨¢s importante que cualquier otra cosa. Ella es una campeona muy respetada, pero su opini¨®n no me importa¡±.
S¨ª escucha a Novak Djokovic, al que apoya en la creaci¨®n de su nueva asociaci¨®n de jugadores, al margen de la ATP, y tras superar la tercera ronda fue multado con 1.500 d¨®lares por ¡°conducta antideportiva¡±. Antes de llegar al torneo, abandon¨® una rueda de prensa cuando le preguntaron por su incidente en el Adria Tour, la gira que mont¨® Nole en junio en su pa¨ªs. El haber estado en contacto con compa?eros que hab¨ªan dado positivo le obligaba a hacer la cuarentena de rigor, y as¨ª dijo que lo har¨ªa. Seis d¨ªas despu¨¦s, un v¨ªdeo le retrataba rodeado de mujeres en una concurrida fiesta.
Es Zverev, cuatro triunfos sobre Federer, dos sobre Djokovic y uno frente a Nadal. Talento y dispersi¨®n a dosis similares. Nueve dobles faltas le apartaron de Acapulco en febrero, contra Tommy Paul, y tres cuando serv¨ªa para ganarle a Murray en Cincinnati. Tiene un martillo ¡ªes el segundo que m¨¢s aces (92) ha logrado en el torneo, por detr¨¢s de Shapovalov (94), y tiene el tercer servicio m¨¢s potente, con un pico de 225 km/h¡ª, tiene carisma, f¨ªsico y los golpes. Lo tiene casi todo. Quiz¨¢, tan solo deba aprender a escuchar mejor.