¡°?Nos quieren matar o qu¨¦!¡±

El desconcierto precedi¨® al miedo este domingo en Mugello a ra¨ªz de un tremendo accidente que oblig¨® a neutralizar el Gran Premio de la Toscana, una prueba que perfectamente podr¨ªa haberse convertido en uno de esos domingos negros que por suerte hace tiempo que no se dan en la F¨®rmula 1. La ansiedad y las prisas se apoderaron de los pilotos colocados en la parte trasera del pelot¨®n cuando el coche de seguridad relanz¨® la carrera en la s¨¦ptima vuelta. A su paso por la interminable recta principal del circuito italiano, Valtteri Bottas, colocado en cabeza, comenz¨® a zigzaguear para mantener la temperatura de las gomas de su coche. Por detr¨¢s, a lo lejos, los ¨²ltimos pensaron que ya se pod¨ªa correr y pisaron a fondo el acelerador, antes de encontrarse a los de la parte media del grupo, circulando mucho m¨¢s lentos. Nicholas Latifi (Williams) se apart¨® en el ¨²ltimo instante y evit¨® llevarse puesto el Haas de Kevin Magnussen, pero Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo) no tuvo margen de maniobrar y all¨ª se lio la marimorena. Los comisarios responsabilizaron de lo sucedido a Magnussen aunque seguramente no las tuvieron todas consigo, dado que al dan¨¦s solo le cay¨® una amonestaci¨®n por conducir de forma err¨¢tica en al reanudaci¨®n.

La mel¨¦ dej¨® fuera de combate cinco coches, Carlos Sainz entre ellos, y provoc¨® que alguno de los involucrados clamara al cielo, sobre todo por lo que pod¨ªa haber pasado. Con el reglamento en la mano no hay m¨¢s culpable que la forma en que est¨¢ redactado el reglamento, que con casi total probabilidad ser¨¢ revisado despu¨¦s de esto. Bottas, como l¨ªder de la prueba, ten¨ªa todo el derecho del mundo de controlar la velocidad del grupo, por m¨¢s que, en esas circunstancias concretas, pudiera poner en peligro al resto. ¡°No se qui¨¦n iba delante, pero lo que han hecho ha sido est¨²pido. ?Nos quieren matar o qu¨¦!¡±, exclam¨® por la radio Romain Grsojean, uno de los implicados en una carambola a m¨¢s de 250 kil¨®metros por hora.

¡°Estoy bien y parece que todo el mundo est¨¢ bien. Eso es lo que importa porque el accidente dio mucho miedo. ?bamos a 290 kil¨®metros por hora en ese punto porque pens¨¢bamos que la carrera estaba lanzada, y de repente los de delante frenaron¡±, resumi¨® Sainz, cuyo McLaren qued¨® emparedado entre otros dos b¨®lidos, sin que el madrile?o pudiera hacer otra cosa que dar las gracias por haber salido ileso. Se dio un golpe en la mu?eca y nada m¨¢s. ¡°La mitad trasera de la parrilla pens¨¢bamos que la carrera estaba relanzada. Luego, alguien fren¨®; y de ah¨ª se produjo un efecto domin¨®; y yo me encontr¨¦ el barullo de frente. Aparte de que es frustrante tener que acabar la carrera as¨ª, hay que decir que es una situaci¨®n muy, muy peligrosa que no se deber¨ªa volver a repetir¡±, ahond¨®. ¡°Hay que revisar este procedimiento [de relanzamiento] porque vamos muy r¨¢pido como para encontrarnos a uno o varios coches parados en mitad de la pista¡±, a?adi¨® el espa?ol.

Hamilton, a un triunfo del r¨¦cord de Schumacher

Tras dos reinicios con parrilla de salida incluida y tres apariciones del coche de seguridad, Lewis Hamilton se las apa?¨® para superar a Bottas en el segundo arranque, y para mantenerse all¨ª hasta que dos horas y media despu¨¦s del inicio por fin cruz¨® bajo la bandera de cuadros. Esta victoria, muy trabajada, es la sexta para el brit¨¢nico y la n¨²mero 90 de su hoja de servicios, una cifra que le deja a una del r¨¦cord que actualmente todav¨ªa posee Michael Schumacher. ¡°Es como si hubi¨¦ramos disputado tres carreras en una¡±, dijo el actual campe¨®n, que con esta ¨²ltima ya lleva 222 citas sumando puntos, otra plusmarca que le roba al Kaiser. La segunda plaza de Bottas certific¨® el tercer doblete de Mercedes, mientras que Alex Albon complet¨® el podio, el primero para el chico de Red Bull.