El pelot¨®n es un maquis y Landa lidera la batalla
Ataque del alav¨¦s en la etapa del Plateu de Gli¨¨res, donde ceden Rigo y Yates y Richard Carapaz cede la victoria a Kwiatkowski
Abajo, visto desde los 1.390 del altiplano de Gli¨¨res, Annecy es un laguito m¨ªnimo y pl¨¢cido, y en alg¨²n velero que se mece amarrado suenan canciones sin palabras de Fanny Mendelssohn, a quien su padre le dijo hace 200 a?os que si bien para su hermano Felix la m¨²sica ser¨ªa el gran pilar de su vida, para ella, mujer, no ser¨ªa sino un entretenimiento, pero era su vida, y, al mismo tiempo, sudorosos ciclistas tragan polvo y asco en Gli¨¨res, un camino de tierra seca y grava blanca donde pedalean no por entretenimiento, lo que disfrutar¨ªan, sino porque esa es su vida, pedalear en territorios imposibles, todos marcados por la historia, pasen por donde pasen en el Tour, y saben que no se asfaltan esos casi dos kil¨®metros en los que Porte pincha y casi se descuelga, porque as¨ª se recuerda a los maquis que tantas peque?as batallas, ataques sorpresa, acciones disruptivas y tocanarices y arriesgadas, siempre en peque?os grupos, siempre ayud¨¢ndose como buenos camaradas, libraron en la Alta Saboya contra los invasores nazis, como la libran y la celebran, brazo con brazo, hombro con hombro, Carapaz y Kwiatkowski.
Camino del Plateu, en Saisies, en Aravis, en los puertos en los que el ecuatoriano conquist¨® los lunares de la monta?a que son los mismos en los que Pantani intent¨® un ¨²ltimo paseo de honor en el Tour 2000, cuando se sent¨ªa despreciado por Armstrong o donde Landis, borracho de bourbon y testosterona sudaba y arrasaba en 2006, no solo ellos, los dos compa?eros del Ineos hu¨¦rfanos de l¨ªder y libres, se sienten maquis, tambi¨¦n medio pelot¨®n, como Landa, que con sus papayas Bahrein ya preparadas, Pello y Caruso en la fuga, delante, esper¨¢ndolo, lanza una granada al inicio de la subida final y estallan varias peque?as guerras que, no tan indiferente como quiere hacer parecer, controla de cerca, la correa siempre bien corta, la banana mec¨¢nica del l¨ªder Roglic, quien aprovecha para decirle a su ternerito Pogacar, ?disfrutas de la grava, Tadej?, y despu¨¦s acelera para llenar de polvo los ojos y las orejas del segundo tan ni?o que antes tambi¨¦n le quiso tocar las narices, y hay fuegos artificiales.
For Nico ? @INEOSGrenadiers #GreaterTogethet https://t.co/yBUEmNFUMw
— Micha? Kwiatkowski (@kwiato) September 17, 2020
Landa ha acelerado no porque piense que puede ganar el Tour sino para, por orgullo y por sentido ciclista, ser ¨¦l quien provoque los peque?os desfallecimientos de algunos rivales que le permitan ganar puestos, y quedar cuarto, por ejemplo, como estuvo durante los kil¨®metros que Porte tard¨® en reengancharse tras el pinchazo transportado en el tren alado de Dumoulin y Van Aert, que quieren llegar a su Roglic para que Pogacar no le gane al sprint la bonificaci¨®n, o quinto, como acab¨® el d¨ªa, dos puestos arriba, por haberlo buscado, y no por haber perseverado en la espera. Y si ahora Adam Yates y Rigo Ur¨¢n, dos de los que m¨¢s se agarraban a todas las ruedas, est¨¢n por detr¨¢s es por su esfuerzo, el de Landa, no por el de otros.
La etapa, que corr¨ªa peligro de convertirse en una bella passegiatta a la luz del sol del oto?o que se acerca veloz, y el calor es de julio, cobra sentido y lucha, las alianzas se crean y se deshace a golpe de pinganillo, Enric Mas, por primera vez en todo el Tour a la sombra luce al frente su maillot blanco putativo y el casco amarillo brillante y ataca tras Landa, quiere unirse y avanzar juntos, s¨¦ptimo y octavo de la general, que acabar¨¢n el d¨ªa quinto y sexto, y cada puesto que se gana, metro a metro, como en una guerra de trincheras, es un triunfo y su b¨²squeda es el motor de su vida de competidores. Mas ha crecido y se siente patr¨®n, y le monta la bulla a Superman por no colaborar en la tarea de mandar lejos al australiano Porte, y Superman, seguro en su podio, le dice que con ¨¦l no va esa guerra¡ Y Valverde aguanta como puede con Rigo, Adam y Guillaume, y pierde lo justo para mantenerse d¨¦cimo en la general por 19s sobre el siciliano Damiano Caruso, el camarada de Landa que no levanta nunca el pie, corredor sufrido y de clase. Y Valverde puede repasar las enciclopedias del Tour y comprobar que en la historia reciente al menos, solo uno, Raymond Poulidor en 1976, acab¨® entre los 10 primeros con 40 a?os ya cumplidos, y fue tercero, demasiado para Valverde que se conformar¨¢ con ser el segundo cuarent¨®n en el top ten, y con no hacer un Agostinho, el portugu¨¦s inoxidable al que mat¨® un perro que se le cruz¨® en una meta y que fue 11? en 1983, tres meses despu¨¦s de cumplir los 40.
Todos hablan y pedalean, es su entretenimiento y es su vida, pero ninguno lo hace mejor que Richard Carapaz, que conoce el valor de la camarader¨ªa y el de la humildad sincera. El ecuatoriano qued¨® segundo el martes y cruz¨® la meta abatido; fue cazado en La Loze el mi¨¦rcoles, y lleg¨® animado porque hab¨ªa visto a su amigo Superman pasarle volando. Lleg¨® segundo este jueves y cruz¨® la meta aplaudiendo y abrazando al primero, su compa?ero Kwiatkowski, el gran polaco, campe¨®n del mundo, de San Remo, de San Sebasti¨¢n, de la Amstel, de la Strade, que le hab¨ªa acompa?ado y ayudado en la prensa (llegan solos porque el tercero de la fuga, el tremendo Hirschi, por todos amado, se cay¨®), y 500 metros antes de la meta, Carapaz, un ganador de Giro debutante en el Tour, se hab¨ªa acercado a ¨¦l y le dijo, no voy a disputar la victoria, quiero que ganes t¨². As¨ª lo cont¨® Kwiatkowski, emocionado por su camarada; as¨ª no lo cont¨® Carapaz, quien no se quiere poner medallas de h¨¦roe, y dijo que simplemente ¡°se hab¨ªan puesto de acuerdo los dos¡±. ¡°Kwiato se ha sacrificado mucho por el equipo y merec¨ªa la victoria¡±, a?adi¨®.
200 a?os despu¨¦s, la vida y la m¨²sica de Fanny, su entretenimiento, emocionan, y a ella se le recuerda por ella, a Carapaz se le recordar¨¢ quiz¨¢s m¨¢s por su generosidad de persona verdadera que por su no victoria. Y Roglic, dice, quiere que se le recuerde por ¡°ser una buena persona y un buen ciclista¡±, y por ganar un Tour, claro, al que solo le queda la contrarreloj del s¨¢bado.
No todos son Roglic, Pogacar, Landa, Carapaz, Bennett o Valverde. No todos llegan al Tour con objetivos m¨ªticos o so?ando con maillots de colores o lunares.
Las grandes preocupaciones de los comisarios del Tour pic.twitter.com/GXbCBBW65U
— Carlos Arribas (@carlosarribas) September 17, 2020
Los de algunos otros son tirando a rastreros aun disfrazados de bien com¨²n de lucha por un desarrollo sostenible, de ecolog¨ªa y buena educaci¨®n, como los de los comisarios de carrera, que de un d¨ªa para otro decidieron subir de 200 a 500 francos suizos (465 euros) las multas para aquellos ciclistas que arrojaran los envoltorios de las barritas o los envases vac¨ªos de geles y otros reconstituyentes fuera de las zonas habilitadas para ellas.
¡°Es indecente la indisciplina¡±, tronaron los comisarios en un comunicado, y diariamente ponen una media de tres multas que empobrecen a los ya pobres ciclistas y las ganancias colectivas de los equipos para el Tour, y se suman a las tambi¨¦n cotidianas por orinar en p¨²blico a lo largo de la etapa, cuando muchas veces el ciclista se acerca a la cuneta y se alivia pensando que all¨ª no habr¨¢ nadie, y aparece alg¨²n espectador.
A su lado, dentro de lo que se podr¨ªa considerar disciplina m¨¢s estrictamente deportiva, solo se mantienen boyantes las multas por el famoso bid¨®n pegajoso, que se adhiere a la mano del director cuando se lo pasa a su corredor desde el coche, y aunque lo intenta no lo puede soltar y acelera y acerca al corredor hacia el grupo.
Pese a que los comisarios matizaron lo de los envoltorios, y solo aplican la multa m¨¢xima de 465 euros a los ciclistas que arrojan los papeles al suelo aun teniendo a mano el coche del director, la caja com¨²n para repartir al final entre todos de algunos equipos como el Arkea, el Ineos o el Movistar, que, cumplidos dos tercios de carrera, era de un total de 5.000, 9.000 y 10.000 euros, respectivamente, pueden acabar en n¨²meros negativos. Y un ciclista que acelere para quedar 12? en una etapa para llevarse los 470 euros de premio, se quedar¨ªa a cero si se le hubiera ocurrido tirar un papel.
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