Roglic tiene su Tour a menos de una hora

Es la etapa del Jura, las colinas calc¨¢reas y saladas con f¨®siles de caballitos de mar, los vinos en botellas de 720cc y los quesos del Morbier y tambi¨¦n los del Comt¨¦ de un di¨¢metro m¨ªnimo de 75 cent¨ªmetros. Y es imposible no recordar a los tristes dinosaurios espa?oles que hace un par de d¨¦cadas brillaron en los pueblos de la regi¨®n: Aitor Gonz¨¢lez, extraordinario en la helada Pontarlier de julio de 2000; y el h¨¢bil Mercado que enga?¨® a Txente en Lons le Saunier en 2004, dos campeones con una vida destrozada y tirada despu¨¦s de los ¨¦xitos deportivos, y la nostalgia retroactiva es cosa de viejos, los ¨²nicos que parecen saber que la alegr¨ªa de la victoria dura un segundo.

Los ciclistas j¨®venes, inmortales por definici¨®n, todopoderosos, como lo eran entonces Aitor y Mercado, solo viven el presente, y del futuro se r¨ªen a toda velocidad, tan r¨¢pido aceleran Bennett, Sagan, Trentin, Van Avermaet, cazadores de sprints y de cl¨¢sicas que se escapan del pelot¨®n, adelantan a la vida, llegando a Champagnole, abrasadora en septiembre, a tres d¨ªas del oto?o que no llega. A todos les burla, alado, el dan¨¦s Andersen, el mismo de Lyon en la cuesta de las eses, y Roglic, tranquilo en el pelot¨®n, seguramente envidia su bici Cerv¨¦lo, tan ligera y aerodin¨¢mica, y el a?o pr¨®ximo la manejar¨¢ ¨¦l tambi¨¦n y todas sus bananas del Jumbo, y le duele al esloveno, que seguramente este viernes ganar¨¢ el Tour despu¨¦s de imponerse en la mitad contrarreloj-mitad cronoescalada de la Planche des Belles Filles, su bici negra, maltratada por un comisario insensible y suspicaz.

La Bianchi m¨¢s ligera de Roglic, la que usa en las etapas de alta monta?a, es negra y no azul Coppi de toda la vida porque al ahorrarse el esmalte brillante se ahorra 100 gramos y puede acercarse m¨¢s al peso m¨ªnimo de 6.800 gramos para toda la bici, y Roglic odia el sobrepeso en todas sus corporeizaciones, como lo odiaba Oca?a, que agujereaba todas las piezas que pod¨ªa de su bici, y la m¨¢s ligera que ten¨ªa era del color metal del titanio que un amigo le consegu¨ªa de la factor¨ªa del Airbus en Toulouse, como todos los grandes ciclistas, Tras la llegada liberadora al col de La Loze, el mi¨¦rcoles, el comisario que controla las bicis en busca de motores, escane¨® la negra de Roglic y despu¨¦s se empe?¨® en desmontar el eje pedalier.

El director del Jumbo, Merijn Zeeman, le exigi¨® que lo hiciera un mec¨¢nico y el comisario pas¨® de ¨¦l y lo hizo ¨¦l mismo, no vio nada raro pero da?¨® varias piezas con sus torpes manejos. Zeeman, hasta el cuello de adrenalina y tensi¨®n, le insult¨® y le zarande¨®, y los comisarios le pusieron una multa de 1.800 euros y le expulsaron del Tour, pero a Roglic le ha dado tiempo a reparar su bici negra para la ascensi¨®n de 5,9 kil¨®metros, los menos de 20 minutos que ser¨¢n quiz¨¢s los m¨¢s importantes de la vida del ganador de la Vuelta de 2019. ¡°Pero a¨²n no he decidido si cambio o no¡±, advierte.

Entre Lure, la salida, y la meta, 745 metros m¨¢s arriba, hay 30,3 kil¨®metros pr¨¢cticamente llanos y 5,9 kil¨®metros de muro, que todos ya conocen por las varias llegadas en alto de la ¨²ltima d¨¦cada. ¡°Ser¨¢ un esfuerzo de una hora o un poco m¨¢s¡±, analiza Patxi Vila, t¨¦cnico del Movistar; ¡°unos 40 minutos en llano y 20 en subida, para la que los mejores dejar¨¢n la cabra y la cambiar¨¢n por una bici normal. Ser¨¢ menos tiempo la subida, pero ser¨¢ donde m¨¢s diferencias se hagan¡±.

La diferencia entre rodar a 50 o 51 por hora es de un 2%; la de trepar a 19 o 20 por hora, de un 5%. Y La subida ser¨¢ dura, para desarrollos muy ligeros [Valverde calzar¨¢ en su Canyon un 39/30]: se salvar¨¢ un desnivel de 500 metros en 5,9 kil¨®metros, con 300 metros, los finales, a m¨¢s del 20%; tres kil¨®metros a m¨¢s del 10% y 2,6 kil¨®metros a m¨¢s del 7%.

Roglic llega con una ventaja de 57s sobre su compatriota Pogacar, que parece m¨¢s que suficiente dada la maestr¨ªa del esloveno viejo en las pruebas contrarreloj, la especialidad en la que empez¨® a destacar en el ciclismo hace cuatro a?os, en Chianti, el Giro del 16, cuando, a los 26 el que de juvenil saltaba con esqu¨ªs lleg¨® a la primera divisi¨®n del ciclismo. Pogacar no es muy torpe, sin embargo, y todos recuerdan que hace nada le sac¨® 9s a Roglic en el campeonato esloveno, pero todos precisan tambi¨¦n que aquel d¨ªa, en un recorrido similar, Roglic afront¨® la subida final con la cabra, sin cambiar de bici, como ensayando para el Tour, y por eso, por la derrota, se espera ver a Roglic ganar el Tour sobre una bici negra. ¡°Y estoy tranquilo¡±, dice. ¡°Hasta ahora todo ha ido bien¡±.

Por detr¨¢s de los dos primeros hay puestos bailando, que, para los que los defienden o los atacan, supondr¨¢n peleas igual de aguerridas, o m¨¢s en una cascada de desaf¨ªos: Superman L¨®pez, el ciclista tan gafe con los problemas mec¨¢nicos o las ca¨ªdas, defender¨¢ su tercer puesto, el hueco en el podio de los Campos El¨ªseos que casi siempre tiene un colombiano, con 1m 39s sobre Richie Porte, con lo que tiene un margen de tres segundos por kil¨®metro; Landa tiene a 22s solo el cuarto puesto del australiano cori¨¢ceo y Mas, a 51s el quinto de Landa y dispone de un colch¨®n de 99s sobre el s¨¦ptimo Yates.

Y en solo los 5,9 kil¨®metros de ascensi¨®n a la Planche, los ¨²nicos que se cronometran para decidir el premio de la monta?a, un primera que da 10 puntos, Carapaz deber¨¢ defender su maillot de la monta?a que depende de dos puntos sobre Pogacar y siete sobre Roglic. Si lo consiguiera, el debutante del Ineos ser¨ªa el primer ecuatoriano que subiera al podio de los Campos El¨ªseos, o cualquier otro podio final del Tour, para recibir un premio.

Caruso quiere el d¨¦cimo puesto de Valverde

Valverde se juega ser Poulidor, el ¨²nico de 40 a?os que ha terminado entre los 10 primeros en la ¨²ltima historia del Tour, o ser Agostinho, el portugu¨¦s que termin¨® und¨¦cimo cumplidos los 40. El margen entre uno y otro lugar en la historia y en las preguntas de los quiz es de solo 19 segundos. Detr¨¢s tiene al italiano Damiano Caruso, el ayudante gigantesco de Landa que da al d¨¦cimo lugar, y a desplazar, precisamente a Valverde, un campe¨®n, un valor excepcional. Caruso, de 31 a?os, un ciclista de aquellos a los que siempre se define como s¨®lido, resistente, todoterreno, trabajador, y gregario de oro, sobre todo como mayordomo de Nibali, confiesa en la Gazzetta dello Sport que siempre se ha sentido infravalorado, y que un top ten no ser¨ªa malo para mejorar la estima que despierta y, de paso, para despertar la memoria del seleccionador italiano con vistas al Mundial.

Clasificaciones del Tour.