Griezmann, el Principito rebajado a soldado
El atacante ha pasado de ser una figura a un jugador de equipo que trabaja para Messi y Mbapp¨¦ en el Barcelona y en Francia
Al Camp Nou lleg¨® en verano de 2019 un futbolista llamado El Principito, campe¨®n del mundo en 2018 y mejor jugador de la Eurocopa 2016 con Francia, afamado rematador en la Real Sociedad y el Atl¨¦tico de Madrid, equipos en los que promedi¨® unos 20 goles por temporada, y protagonista en 2018 de un c¨¦lebre documental titulado La Decisi¨®n en el que comunicaba su continuidad en el club del Wanda Metropolitano.
Aquella escenificaci¨®n televisiva agrand¨® la figura de Antoine Griezmann (M?con, 29 a?os) cuando un a?o m¨¢s tarde fich¨® por el Barcelona por 120 millones, cantidad a la que posteriormente se a?adieron 15 millones de compensaci¨®n despu¨¦s de que el club rojiblanco descubriera que las negociaciones del jugador con la directiva azulgrana hab¨ªan empezado en marzo, momento en que la cl¨¢usula de rescisi¨®n era a¨²n de 200 millones.
El dinero y la demora inflaron a un futbolista que adem¨¢s no era del agrado de una plantilla que suspiraba por recuperar el tridente de Berl¨ªn 2015: Messi, Luis Su¨¢rez y Neymar. As¨ª que el delantero franc¨¦s tuvo que competir con el recuerdo del brasile?o, al igual que ya les ocurri¨® a Coutinho y Demb¨¦l¨¦, y cargar con el sambenito de ser un capricho del presidente, Josep Maria Bartomeu, cuyo abogado era tambi¨¦n, curiosamente, asesor de Griezmann.
No es extra?o que le costara encontrar su sitio en el Bar?a. Griezmann dej¨® de ser un aspirante al trono en el reinado de Leo Messi y pas¨® a ser llamado ¡°el posturitas¡± o el ¡°coqueto¡± por alguno de sus cr¨ªticos en el vestuario del Camp Nou. A ninguno le gust¨® que celebrara con confeti su doblete ante el Betis. Marc¨® 15 goles en 48 partidos y fue suplente en el martirio de Lisboa. Hab¨ªa serias dudas el pasado verano sobre su continuidad en el Camp Nou.
Hasta que lleg¨® Koeman y ha invitado a la cr¨ªtica a dejar de mirar a Griezmann como una celebridad, nada que ver con el delantero prescindible porque juega en la misma demarcaci¨®n de Messi, y exige respeto por un excelente jugador de equipo que se ha puesto al servicio del 10 de la misma manera que en Francia es siervo de Mbapp¨¦ por deseo de Deschamps. Griezmann defiende ahora por dos en la selecci¨®n y en el Barcelona.
Alcanza con revisar su estad¨ªstica contra el Villarreal para certificar que chuta menos (1 tiro), recibe menos pases (25) que Messi (64), Ansu Fati (51) y Coutinho (46) y, en cambio, corre m¨¢s que cualquier delantero, 9,72 kil¨®metros por 9,6 del hispano-guineano, 9,3 del brasile?o o 7,3 del argentino, y sus rupturas permiten goles como los dos primeros del 4-0 del domingo en el Camp Nou. Griezmann parte desde el costado derecho hacia el centro, arrastra a los marcadores y se mueve muy bien al espacio en un equipo sobrado de jugadores que quieren la pelota al pie como son Messi y Coutinho.
A cambio de perder galones, Griezmann se ha reciclado como los mejores delanteros, reconvertido en Pedro, incluso en Eto¡¯o o mucho mejor en Henry. ¡°Aprend¨ª a jugar al f¨²tbol otra vez a los 30 a?os¡±, recuerda el tambi¨¦n delantero franc¨¦s que el Bar?a incorpor¨® del Arsenal en 2007 y alcanz¨® la gloria con Guardiola. Griezmann ha recuperado el ¨¢nimo con Koeman. ¡°Estoy muy contento con Antoine¡±, certifica el entrenador. ¡°Adem¨¢s de que puede jugar en diferentes posiciones, nos da profundidad, trabaja mucho y bien, su mentalidad es positiva, sus desmarques son muy buenos y es un peligro¡±, declara Koeman, que antes de empezar el curso se reuni¨® con el futbolista para explicarle su rol despu¨¦s de que ya no quede rastro del tridente y se apueste por extremos rematadores en el 4-2-3-1.
A ojos de quienes reclaman al Principito, Griezmann se ha convertido en un soldado, a veces incluso en un jugador invisible, especialmente para Messi. La mirada de los entrenadores, en cambio, ven en el franc¨¦s a un jugador que se sacrifica por el colectivo, se?al de sumisi¨®n a los candidatos al Bal¨®n de Oro o puede que de espera para cantar victoria como el l¨ªder que se siente desde que triunf¨® en el Atl¨¦tico.
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