Casemiro al rescate
El brasile?o, con una asistencia y un tanto en el tiempo a?adido, alivia a un Madrid con mucho remate pero poca finura ante el gol frente a un Borussia competitivo
El f¨²tbol no siempre se explica. Como no siempre se razona este Madrid. Cuando tuvo f¨²tbol, se vio a rebufo del Borussia M?nchengladbach. Cuando se le dispar¨® el estado de alarma, un arrebato final le permiti¨® rescatar un punto. Al frente, un futbolista jabato, de los que no capitulan jam¨¢s. El ardoroso Casemiro. Asistente en el 2-1 de Benzema a un soplo del final y ejecutor del 2-2 cuando se le iba el segundero al Madrid. Un consuelo para este Real que, pese al remangue final, sali¨® de Alemania como colista de un grupo en el que tambi¨¦n se angustia otro hist¨®rico, el Inter de Mil¨¢n.
El Shakhtar no es la cenicienta. Y este Borussia no es el de los a?os 70. Aquel equipo (Netzer, Bonhof, Simonsen, Jensen, Vogts, Heynckes, Stielike...) que, incluso, hizo abdicar al Bayern de M¨²nich. Pero este Borussia se apa?a con orden en la zaga ¡ªcon dos centrales que fueron dos p¨¦rtigas hasta la carga final del Madrid¡ª. No desde?a el buen trasteo con la pelota y en la vanguardia no tiene atajos con dos rel¨¢mpagos como Plea y Thuram.
El f¨²tbol tiene tanta miga... No pocas veces es un refutado. Lo fue en Alemania durante un largo tramo. Llegada la media hora, all¨ª solo flu¨ªa el Madrid. Quiz¨¢, el mejor Real del curso. Un equipo sin parentesco alguno con el que espant¨® frente al C¨¢diz y el Shakhtar, cuando se crey¨® ante un par de rivales de monaguillos. Zinedine Zidane se dej¨® de reservistas. Sabedor de que el patinazo ante el conjunto ucraniano le obliga a estar en guardia desde el inicio de esta Copa de Europa, el entrenador galo orden¨® la alineaci¨®n m¨¢s titular posible. No se guard¨® nada y, al rev¨¦s que el Real de hace una semana, con todos dispuestos a exprimirse como un lim¨®n.
Entr¨® en escena un equipo patricio desde el comienzo, con el regimiento bien api?ado, sin libranzas. Un Real en cofrad¨ªa, fluido y saludable hasta la primera descarga de Plea y Thuram.
La pelota marcaba la hora a pies visitantes. Valverde era el primer corneta a la hora de bloquear al Borussia en su rancho. Courtois, en la hamaca. Tic, tac, tic, tac... Parec¨ªa inmediato un revolc¨®n del Madrid a su rival alem¨¢n. Hab¨ªa tiros lejanos, de Casemiro, de Benzema, de Toni Kroos. Una aventura de Lucas V¨¢zquez casi la caza Vinicius. Tampoco Asensio era ajeno al baile, con frac en algunas acciones y con munici¨®n en un disparo que le sac¨® Sommer. Solo una tacha blanca: no llegaba el mazo. Ni siquiera con una docena de remates antes de la tregua del intermedio. Uno le bast¨® al Borussia M?nchengladbach.
Llagados los potros, un equipo sin miramientos, que solo tiene vista al frente, un instante dio un vuelco al partido. Una pifia y el Madrid se qued¨® mustio. Err¨® Kroos en la salida del juego. Varane, forzado, no atin¨® del todo con el despeje y a Lucas V¨¢zquez le falt¨® un paso adelante para dejar fuera de lugar a Thuram. El poderoso atacante del Borussia respondi¨® con un latigazo estruendoso al estupendo pase de Plea. Uno y otro, Thuram y Plea, dos pu?ales, dos futbolistas con un f¨ªsico rotundo que hasta entonces no se hab¨ªan asomado al encuentro. Un ataque, un gol.
Plea y Thuram
El grupo de ZZ not¨® la sacudida del gol. Nada fue lo mismo. Y eso que al primer parpadeo de la reanudaci¨®n, Asensio estamp¨® la pelota en el travesa?o de Sommer. Otro embiste frustrado de los madridistas, a los que les faltaba otra escala de Vinicius y una mayor activaci¨®n de Benzema. Con Ramos, el que m¨¢s flirtea con el gol en un equipo al que no le etiqueta el gol. Hoy, no abundan los regateadores, los m¨¢s id¨®neos para asaltar l¨ªneas enemigas. Lo es Vinicius, pero el chico no dio con el pedaleo que le distingue.
ZZ advirti¨® que no era la noche de Vinicius, constante en las p¨¦rdidas, y no demor¨® el regreso de Hazard. Fundido Kroos, tampoco se retras¨® la entrada de Modric. Antes de la irrupci¨®n del belga y el croata, los potros ya eran m¨¢s amenazantes. En absoluto fue un contrario apabullante, pero con un goteo de contras tuvo al Madrid en estado de alerta permanente. Una incursi¨®n de Lainer deriv¨® en un remate de Plea que no bloc¨® Courtois y Thuram, en sus narices, remach¨® el 2-0. Poco despu¨¦s, el portero visitante evit¨® el 3-0 a Plea. Thuram y Plea. Plea y Thuram. Dos tormentos.
La tuvo Hazard, y no perdon¨® Benzema cuando ya se bajaba la persiana en M?nchengladbach y hac¨ªa minutos que Sergio Ramos ya anidaba como ariete. Como Varane. Casemiro no dej¨® ir una pelota que se iba y Benzema propici¨® el ¨²ltimo arrebato blanco con el 2-1. Si perd¨ªa 2-0 en el minuto 86, el Real se subi¨® a hombros de Casemiro, autor del 2-2 en minuto 93, y alivi¨® la alerta roja. Con todo, dos jornadas, un punto. Sin margen de error.
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