Roglic regresa al lugar del crimen

Si en el Tour no hubiera pasado lo que pas¨® pocos dudar¨ªan de que este martes Roglic sentenciar¨¢ la Vuelta a su favor en los 33,7 kil¨®metros que por la costa abierta al Atl¨¢ntico en temporal, llevan desde la estatua de la madre que mira al mar desde Muros y espera ver en medio de las olas se?ales del regreso de su hijo marinero, llevan hasta el Mirador de ?zaro, a 271 metros sobre la punta de Finisterre, y la playa de Carnota, inmensa, les queda a la izquierda a los ciclistas en una contrarreloj sin p¨²blico en la que al esloveno solo le distraer¨¢ de sus pensamientos torvos el arrullo de los rodamientos de cer¨¢mica de su Bianchi azul, el aire atravesando los radios, la velocidad.

Y gozar¨¢ de lo que a pocos h¨¦roes les es permitido, de una segunda oportunidad para enmendar su fallo, un regreso al lugar del crimen para deshacerse del arma incriminatoria, que Roglic se ha ganado quiz¨¢s por la forma generosa con que acept¨® la derrota y por la alegr¨ªa sin sombras con que est¨¢ defendiendo su t¨ªtulo de ganador de la Vuelta de 2019.

A falta de casi nada en la Vuelta, de una contrarreloj y de un fin de fiesta el s¨¢bado en las Batuecas, las Mestas, la Sierra de Francia y la Covatilla, hermosa tierra, dureza ¡°descafeinada¡±, en palabras de Enric Mas y Alejandro Valverde, Roglic est¨¢ a solo 10 s del l¨ªder Carapaz, y aventaja en 22s a Hugh Carthy y en 25s a Dan Martin, escaladores a los que siempre ha avasallado contrarreloj. Y en su terreno, perdi¨® ante un compatriota, Pogacar, m¨¢s joven y m¨¢s fuerte, el Tour, y acept¨® con deportividad la derrota. No parece que en la Vuelta tenga que repetir el discurso.

Antes que ser escalador, sprinter, potencia hecha ciclista, Roglic era contrarrelojista puro, y as¨ª se hizo importante, sorprendiendo a tiarrones como Dumoulin, Cancellara o Jungels, hasta que justo en una contrarreloj, la tan complicada del Tour, con el final vertical de la Planche des Belles Filles, toda su fortaleza se derrumb¨®, y acab¨® con el casco de estreno de medio lado en su cabeza triste, sin gafas.

¡°Y lo bueno es que en el Tour no hizo una mala contrarreloj en absoluto¡±, observa Enric Mas, el primer espa?ol, que marcha quinto, a 1m 50s de Carapaz, y ha repasado los minutos y segundos de aquel d¨ªa de finales de septiembre, hace mes y medio, en el Tour porque se siente con fuerzas y capacidad para luchar por un puesto en el podio dos a?os despu¨¦s de su debut con podio en la carrera espa?ola. Aquel d¨ªa, Mas, noveno, qued¨® solo a 49s del esloveno, Martin cedi¨® 3m 35s, Carthy, 5m, y Carapaz 5m 57s. ¡°S¨ª, claro, pero esas diferencias aunque me motivan, no valen¡±, a?ade Mas desde el hotel del Movistar en Padr¨®n, donde los pimientos que ha comido, cuentan, no picaban mucho. ¡°Yo me jugaba el quinto puesto y no s¨¦ con qu¨¦ ¨¢nimo de disputar salieron ellos¡­¡±

Entre Carapaz, Roglic y Carthy quiz¨¢s sea m¨¢s v¨¢lida la referencia de la gran contrarreloj de San Marino del Giro de 2019, 34,7 kil¨®metros con una dura ascensi¨®n y mucha lluvia en los que el esloveno aventaj¨® en 1m 29s al ingl¨¦s de Preston y en 1m 55s al ecuatoriano del Carchi, que finalmente le gan¨® el Giro.

Aunque no se espera lluvia, muy pocos se aventurar¨¢n a no cambiar la cabra por la bici de escalador para afrontar los ¨²ltimos dos kil¨®metros a m¨¢s del 13,5%, del nivel del mar hasta el mirador y la cascada sobre el bosque de Pindo que ardi¨® en 2013.