Diego, Che y S¨®crates, rueguen por nosotros
Incluso para la m¨¢s incr¨¦dula de las criaturas, hay que tener fe en las cosas del m¨¢s all¨¢ e imaginar una pared inmediata entre el brasile?o S¨®crates y el argentino
Hoy, por lo menos hoy, incluso para la m¨¢s incr¨¦dula de las criaturas, hay que tener fe en las cosas del m¨¢s all¨¢ e imaginar una pared inmediata entre S¨®crates y Maradona. Podr¨ªa ser en el infierno o en el para¨ªso, pero no en el purgatorio ¨C ambos son genios y no admitir¨ªan esa dantesca indefinici¨®n pol¨ªtica e... ideol¨®gica.
El portero del equipo es un ¨ªdolo com¨²n a ambos, Ernesto Che Guevara. S¨ª, el Che, porque asm¨¢tico, siempre prefiri¨® jugar de portero en los partidillos en Argentina o Cuba. ¡°Yo, Don Ernesto, Maradona y otros ocho¡±, as¨ª era como el doctor S¨®crates, entre una cerveza y otra en el Che B¨¢rbaro, bar y restaurante en la Vila Madalena de S?o Paulo, alineaba a la selecci¨®n de sus sue?os, hasta el delirio de los argentinos y de hinchas del Corinthians en el local.
Durante el Mundial de 2014, trat¨¦ de contar esta breve filosof¨ªa socr¨¢tica a Maradona, en un evento en Copacabana, R¨ªo de Janeiro. La estrella incluso sonri¨®, pura bondad, pero frente a mi portu?ol salvaje y nuestro estado et¨ªlico, dudo que haya entendido una sola palabra de este cronista pasta que lo entreten¨ªa.
La muerte de don Diego pone al m¨¢s ateo de los hinchas aferr¨¢ndose a cualquier tenue hilo de creencia. Imaginarlo en un partido o en una juerga con mi compay S¨®crates fue la posible oraci¨®n que ha venido a mi mente. Cosa de un nativo de Cear¨¢ que, como dice la s¨²plica, ni siquiera puede rezar.
Hoy, por lo menos hoy, me descubro religioso. Hay que creer que existen cosas m¨¢s bellas entre el cielo y la tierra ¨C que no sea la hist¨®rica venganza del gol de mano contra los ingleses ¨C de lo que supone el vano materialismo.
El lado izquierdo del todopoderoso est¨¢ reforzado a esta altura... para continuar aqu¨ª en la teor¨ªa del consuelo delante del golpe. Pero ahora que lo pienso, Dios es el que se debe haber bajado un ratito a la tierra delante de la muerte de don Diego. Al menos hoy, el hombre de arriba es el que puls¨® el bot¨®n de la planta baja y ha venido a quejarse a la humanidad por ese maldito 2020.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.