Bar?a y Madrid, paralelo asim¨¦trico
La pol¨ªtica de recambio no ha funcionado, o no ha estado a la altura de las enormes exigencias en los dos clubes
Una curiosa contradicci¨®n geom¨¦trica resalta en el recorrido del Bar?a y el Real Madrid en la Liga, donde el Atl¨¦tico empieza a cobrar una distancia dif¨ªcil de recuperar para los dos habituales favoritos del campeonato. Su hegem¨®nica bicefalia comenz¨® en 2005 y desde entonces s¨®lo se ha alterado una vez. El Atl¨¦tico gan¨® el t¨ªtulo en 2014, a?o del doblete de un club que cuando gana, lo hace a la grande.
Los dos colosos del f¨²tbol espa?ol sufren en el campo y en las estad¨ªsticas. Han obtenido siete de los ¨²ltimos 15 puntos disputados, contra el pleno de victorias del Atl¨¦tico en el mismo periodo. El Real Madrid ha patinado en los tres ¨²ltimos partidos: derrotado en casa por el C¨¢diz y el Alav¨¦s y goleado por el Valencia en Mestalla. En este ciclo de cinco encuentros, el Barcelona empat¨® en Vitoria y perdi¨® con el Atl¨¦tico y el Real Madrid.
Son vidas paralelas, porque la sensaci¨®n de crisis es aguda en los dos equipos, pero nada sim¨¦tricas, imposible geom¨¦trico que el f¨²tbol parece permitir. Apenas se encuentran diferencias en el comportamiento general del Madrid y el Bar?a en las dos ¨²ltimas temporadas, excepto el ruido que se ha generado en los dos clubes. En el Bar?a ha sido estruendoso, hasta el punto de acabar con el mandato de su presidente. En el Real Madrid, se percibe el fastidio por el deficiente rumbo del equipo, y nada m¨¢s.
En 2018, el Real Madrid gan¨® la Copa de Europa en Kiev, despu¨¦s de caminar por el alambre toda la temporada, apartado muy pronto en la Liga y en la Copa del Rey. Ese a?o, el Bar?a de Valverde logr¨® el doblete en Espa?a, pero la Juve le despidi¨® sin contemplaciones de Europa. El balance de los dos equipos es el mismo desde ese momento: un t¨ªtulo de Liga para cada uno. No han encontrado otro consuelo.
Tampoco se aprecian diferencias en los principales d¨¦ficits. La preponderancia de los jugadores veteranos es muy notoria, tanto como la dificultad para acertar en el cambio generacional. El Madrid a?ora a Sergio Ramos, Modric y Benzema cuando no est¨¢n. Los tres est¨¢n bien por encima de los 30 a?os. Kroos y Marcelo tambi¨¦n han superado esa frontera. El Bar?a ha dependido de Messi hasta la exageraci¨®n. No se ha visto un reemplazo para Piqu¨¦. Busquets s¨®lo ha encontrado competencia esta temporada. Luis Su¨¢rez no lo tuvo nunca.
La pol¨ªtica de recambio no ha funcionado, o no ha estado a la altura de las enormes exigencias en los dos clubes. El Bar?a ha gastado 1.000 millones de euros en los cinco ¨²ltimos a?os. Ning¨²n fichaje ha destacado. La mayor¨ªa ha decepcionado o fracasado. S¨®lo producen optimismo dos adolescentes espa?oles: Ansu Fati y Pedri. El Madrid ha gastado menos, pero el pasado a?o invirti¨® 250 millones en las adquisiciones de Hazard, Milit?o, Jovic y Mendy. J¨®venes como Vinicius y Rodrygo no terminan de despegar.
El paralelismo entre el Bar?a y el Real Madrid es evidente en el cap¨ªtulo deportivo. La asimetr¨ªa se produce en el campo institucional. Un temblor constante agita al club catal¨¢n en los ¨²ltimos a?os, convertido ahora en un se¨ªsmo de alta escala. Es cierto que el lastre econ¨®mico es agudo, problema que la afici¨®n suele desde?ar si el equipo tiene ¨¦xito. Con la misma estructura societaria, el Real Madrid digiere los reveses de otra manera.
Florentino P¨¦rez ha logrado lo que ning¨²n dirigente del Bar?a ha conseguido y dif¨ªcilmente conseguir¨¢: presidir el club sin la menor contestaci¨®n, impresionante margen de maniobra que le permite profundizar en sus proyectos sin que las decepciones del equipo inquieten su liderazgo. Ha resuelto, en fin, un imposible geom¨¦trico, que no es poco.
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