Jo?o F¨¦lix no es carne de secundario
Todos los indicios apuntan a gran jugador, un futbolista diferente, especie rara de ver en el f¨²tbol
Decepcion¨® el Atl¨¦tico en el derbi y dej¨® un reguero de preguntas por el camino. Ninguna es m¨¢s clamorosa que la situaci¨®n de Jo?o F¨¦lix, el jugador bandera que no abandona su papel de secundario en los momentos cruciales. No fue titular en Lisboa, su ciudad natal, frente al RB Leipzig, en los cuartos de final de la Copa de Europa, y no termin¨® contra el Real Madrid, sustituido en el minuto 60, con el Atl¨¦tico en desventaja y un Everest por conquistar.
Hac¨ªa a?os que un jugador no levantaba tantas expectativas en el Atl¨¦tico. En un momento de cambio generacional en el equipo y en el f¨²tbol, resignado al proceso crepuscular de Messi y Cristiano Ronaldo, Jo?o F¨¦lix levant¨® una polvareda en el Benfica, donde su temprana irrupci¨®n le coloc¨® entre los jugadores m¨¢s cotizados de la nueva ola. La cotizaci¨®n alcanz¨® una cifra concreta: 120 millones de euros, precio de su fichaje por el Atl¨¦tico de Madrid.
La operaci¨®n etiquetar¨¢ la carrera de Jo?o F¨¦lix. Si alcanza la excelencia pronosticada, ser¨¢ un fichaje barato. Si no cumple las previsiones, tendr¨¢ que soportar el grosor del traspaso. Jo?o F¨¦lix, 21 a?os, figura en las movedizas arenas que ocupan gente como Demb¨¦l¨¦ (Bar?a) o Kai Havertz (Chelsea), j¨®venes y caros jugadores sometidos a un juicio severo. Sobre alg¨²n costoso predecesor, el juicio tiene veredicto. Es el caso de Paul Pogba. El Manchester United pag¨® lo mismo que el Atl¨¦tico por Jo?o F¨¦lix.
Todos los indicios apuntan a gran jugador, un futbolista diferente, especie rara de ver en el f¨²tbol. Tiene imaginaci¨®n, astucia, grandes recursos t¨¦cnicos, excelente perspectiva del juego y gol. Le sobra personalidad para asumir responsabilidades cuando las cosas se ponen feas para su equipo. Por lo dem¨¢s, el portugu¨¦s se relaciona tan bien con el juego como con el remate. Esta temporada ha marcado seis goles en la Liga y dos en la Copa de Europa.
Jo?o F¨¦lix ha sido capital en la excelente trayectoria del Atl¨¦tico, invicto en la Liga hasta la derrota en el derbi. Atr¨¢s hab¨ªa quedado la tortuosa temporada anterior, m¨¢s frustrante que otra cosa. En el ambiente flot¨® la idea de la complicada inmersi¨®n de un jugador de sus caracter¨ªsticas en el fragoroso ideario de Simeone. ¡°Un a?o de aprendizaje, le vendr¨¢ bien¡±, dijeron unos. ¡°A?o perdido, le vendr¨¢ mal¡±, pensaron otros.
El fiasco de Lisboa se interpret¨® como un cambio de agujas. Suplente contra el RB Leipzig, Jo?o F¨¦lix ingres¨® en el segundo tiempo, cambi¨® el partido, aterroriz¨® al equipo alem¨¢n, sufri¨® un penalti y no dud¨® en lanzarlo. Marc¨®, pero prefiri¨® forzar el gesto adusto en lugar de celebrarlo. Simeone le envi¨® un mensaje y Jo?o F¨¦lix le contest¨® con otro: soy imprescindible.
El ajuste en la relaci¨®n Simeone-Jo?o F¨¦lix hab¨ªa producido excelentes noticias esta temporada. El chico jugaba todo y no dejaba migas por el camino. Ha sido el mejor en un equipo con el perfil t¨ªpico de su entrenador y el fenomenal valor a?adido que aporta la destreza de Jo?o F¨¦lix. No hab¨ªa la menor sospecha sobre su ascendencia en este Atl¨¦tico. Era el jugador diferencial, la estrella que se adivinaba en el Benfica, el faro del presente y del futuro.
Si algo estaba escrito, era su condici¨®n de intocable en el derbi. No pod¨ªa sufrir una decepci¨®n como la de Lisboa. Se hab¨ªa ganado todo el cr¨¦dito del mundo. Sin embargo, Simeone le envi¨® a la grada apenas comenzado el segundo tiempo, cuando el Atl¨¦tico estaba m¨¢s apurado y la desequilibrante creatividad del portugu¨¦s parec¨ªa m¨¢s necesaria. Por segunda vez, Jo?o F¨¦lix expres¨® la irritaci¨®n que le produjo la decisi¨®n del t¨¦cnico. Esta clase de brechas no suelen terminar bien. Abren litigios y rencores de consecuencias lamentables.
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