Luis Su¨¢rez y Diego Costa, goles de perro viejo
El uruguayo marca un doblete y el hispanobrasile?o anota de un dudoso penalti provocado por ¨¦l mismo cuando el Elche apretaba en el juego y en el marcador
El perro viejo es m¨¢s perro por viejo. Y en esa etapa est¨¢ Luis S¨²arez, siete goles en Liga logrados bajo una condici¨®n f¨ªsica que amplifica su vivir del instinto. Anticipaci¨®n, finura y colocaci¨®n. Hizo dos goles el charr¨²a, ambos plenos de astucia rapi?adora. Uno al borde del descanso, el otro en el inicio de la reanudaci¨®n. El primero, adelant¨¢ndose a su marcador y con la caricia justa que necesitaba imprimir a la pelota; el segundo, apareciendo traicionero por el segundo palo para empujar un centro raso de Carrasco sin que S¨¢nchez Mi?o se percatara a tiempo. En la misma fase de supervivencia que Su¨¢rez se encuentra Diego Costa, reaparecido tras la alarma que desat¨® el trombo venoso en su pierna derecha que le dej¨® como secuela la covid-19. El ariete ara?¨® un penalti muy dudoso por ligero, una patada recibida en su mano en un cuerpeo con Marcone. ?l mismo lo ejecut¨® para cerrar un partido que se hab¨ªa complicado con el gol de Lucas Boy¨¦, con algo m¨¢s de veinte minutos por jugarse.
Simeone apunt¨® a baile de dibujos seg¨²n el rival. Aparc¨® la defensa de tres centrales. Hasta ahora, parece inclinarse con su esquema m¨¢s cl¨¢sico con Lodi cuando considera que su equipo tiene una superioridad manifiesta sobre el rival. Y en ese retorno al 4-4-2, como en el derbi, no estaba Sa¨²l, con la connotaci¨®n de que no jugaba contra el equipo de su ciudad. En lugar del volante, Lemar, que sigue opositando a rehabilitado. Llorente acompa?ando a Koke en el centro, que ejerci¨® de tercer central en la salida de bal¨®n. Toda una declaraci¨®n de intenciones en la que por momentos se notaron la falta de automatismos ya establecidos con el 5-3-2. Uno de ellos se restableci¨® cuando Llorente apareci¨® m¨¢s por la derecha y se asoci¨® con Trippier.
Contra la transformaci¨®n rojiblanca, el Elche se defendi¨® con una bater¨ªa de seis defensas sin pelota y con ella cuando la ten¨ªa. Dio muy pocos pelotazos en largo y jug¨® dormideras secuencias de pases de seguridad. Siempre buscadas en superioridad. Un ritmo muy argentino cuando les interesa jugar a eso. Esa velocidad encaj¨® de inicio con las interrupciones intr¨ªnsecas al VAR, al anular correctamente un penalti del novato John Donald a Luis Su¨¢rez por fuera de juego, y otras como los fallos en el equipamiento tecnol¨®gico de los colegiados que, dos a?os despu¨¦s de puesto en marcha el invento, no deber¨ªan darse. Las pausadas circulaciones eran corales hasta llegar al centro del campo. Dio el Elche sensaci¨®n de ser solo medio equipo. Un conjunto de 50 ¨® 60 metros que para encontrar la salvaci¨®n necesitar¨¢ conectar m¨¢s con la potencia de Tete y acercar m¨¢s al ¨¢rea los buenos movimientos de Lucas Boy¨¦, como hizo en el segundo tiempo. Sin estar muy exigidos, Savic y Hermoso tambi¨¦n contribuyeron con sus anticipaciones a la poca progresi¨®n del rival.
En esas, suced¨ªa algo cuando la pelota pasaba por Jo?o F¨¦lix y Lemar. Hay un punto a explotar en las posibles conexiones entre el luso y el franc¨¦s, que cuando se encontraron desestabilizaban. Los dos buscaron a Luis Su¨¢rez. Antes de los dos goles, el charr¨²a tir¨® varios desmarques en los que tambi¨¦n rezuma los tiempos para merodear el gol. El del penalti bien anulado se lo descubri¨® el luso. Cuando el juego gan¨® en continuidad, Llorente inquiet¨® con un disparo duro y centrado a Edgar Bad¨ªa en una novedosa jugada de estrategia en la frontal que desbarat¨® como pudo el meta con el pie porque estaba tapado. A nada que el Atl¨¦tico aceler¨® una jugada para romper el paso lento del partido, lleg¨® la primera pica de Su¨¢rez con su acaricia medida a la pelota. Con una conducci¨®n veloz de Lemar y un buen centro raso de Trippier se arm¨® ese primer gol.
Con el marcador en contra, Almir¨®n alarg¨® en el segundo acto a su equipo con S¨¢nchez Mi?o como lateral izquierdo y Rigoni para buscar m¨¢s enlaces. La segunda muesca de Su¨¢rez pareci¨® que dejar¨ªa en in¨²til los movimientos de ficha visitantes. Pero en un c¨®rner Lucas Boy¨¦ caz¨® de cabeza una prolongaci¨®n en el primer palo y de nuevo hab¨ªa partido. Simeone operaba para preservar la ventaja, metiendo a Sa¨²l y a Kondogbia, e intentaba aumentarla con Diego Costa, que lo hizo peleando un bal¨®n en el ¨¢rea y rascando ese penalti dudoso.
Simeone mima al goleador que a?oraba
La gesti¨®n de Luis Su¨¢rez que hace Diego Pablo Simeone tiene que ver en exclusiva con el gol. Desde los tiempos de Falcao y el primer Diego Costa, a?oraba tener un goleador contrastado. Ahora que lo tiene lo pone, aunque su f¨ªsico pueda invitar a lo contrario. ¡°Entendemos a los futbolistas, todos tienen un trato personal, el car¨¢cter de cada uno es diferente. Es como los hijos, yo tengo cinco, y los manejas de distinta manera a cada uno. Con Luis no dije nada extra?o, ven¨ªa de un proceso de 20 d¨ªas sin poder participar y la pasada semana jug¨® tres partidos¡±, explic¨® el Cholo sobre el Pichichi del torneo con siete goles. ¡°Me alegr¨® mucho sobre todo el segundo gol. Est¨¢ esperando hasta el ¨²ltimo momento para no quedarse en fuera de juego y le encuentran tras una buena acci¨®n de Carrasco¡±, abund¨® el t¨¦cnico rojiblanco, que justific¨® el cambio de Jo?o F¨¦lix por el golpe que este recibi¨® en el costado en el primer tiempo. ¡°No estaba yo y Su¨¢rez no estaba marcando; vuelvo yo y mete dos, vaya cabr¨®n¡±, brome¨® Diego Costa, antes de proclamar que este Atl¨¦tico l¨ªder ¡°tiene todo para pelear entre los grandes¡±.
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