El Dakar se desboca
La direcci¨®n de la carrera anula la segunda parte de la etapa por la acumulaci¨®n de accidentes. Alonso da dos vueltas de campana y Sainz se destaca en la general
Los paisajes de Arabia Saud¨ª no decepcionan. Sus m¨²ltiples pistas, paralelas algunas, dificultan la navegaci¨®n. Sus ca?ones alegran la vista, y su terreno roto, lleno de piedras, incluso de rocas, complica el pilotaje. No le falta arena. Le sobran dunas. La inmensidad del desierto de Rub Al Jali ofrece todo tipo de posibilidades, que la organizaci¨®n no parece haber sabido utilizar. Si la primera semana supuso un reto para los participantes, la segunda no est¨¢ entusiasm¨¢ndoles. La carrera ha acelerado demasiado. Y la velocidad pura nunca fue el objetivo de esta prueba m¨ªtica.
En esa tesitura se ve la direcci¨®n de la carrera estos d¨ªas, criticada la prueba por algunos de sus m¨¢s fieles corredores especialmente despu¨¦s de la muerte de Paulo Gon?alves el domingo en una zona que ten¨ªa que hacerse a todo gas, a 170 km/h en una zona fuera de pistas. Y tambi¨¦n despu¨¦s de la etapa marat¨®n de este mi¨¦rcoles, que tuvo que ser neutralizada desde el kil¨®metro 345 (de los 534 totales) por la cantidad de accidentes que se acumulaban tras las primeras dunas. Los helic¨®pteros de asistencia m¨¦dica no daban abasto con tanto piloto herido seriamente. Se contaron siete, aunque hubo un momento cr¨ªtico en que se tuvieron que atender a cinco al mismo tiempo.
Por eso, a Joan Barreda (Honda), que sal¨ªa de los primeros y estuvo un buen rato abriendo pista, se le plant¨® un helic¨®ptero delante, en plena especial, para decirle, con se?as, que la carrera hab¨ªa terminado y deb¨ªa dar media vuelta. ¡°Nos dijeron que ya no pod¨ªan garantizar nuestra seguridad. Hicimos unos 50 kil¨®metros por donde hab¨ªamos venido para poder coger el enlace de carretera¡±, explic¨® Barreda, ganador de la etapa, tercero en la general.
¡°No le veo la gracia a esto de ir a fondo. La segunda semana del Dakar me ha decepcionado. Quien gana es el que arriesga m¨¢s. Llevamos cuatro d¨ªas pasando por al lado de dunas como estas ¡ªen referencia al terreno des¨¦rtico en torno al vivac en Shubaytah¡ª, y en cambio nos hacen ir por platos a fondo. No lo entiendo¡±, dijo al t¨¦rmino de la etapa Laia Sanz (19?, 17? de la general), muy cr¨ªtica con el dise?o del recorrido y de las etapas.
¡°Hab¨ªa dunas cortadas, peligrosas, poco visibles. Se hac¨ªan saltos de dos o tres metros y ca¨ªas en terreno duro¡±, explic¨® Kevin Benavides (Honda) al final de la especial. ¡°Era dif¨ªcil interpretar las dunas. Hab¨ªa algunas muy r¨¢pidas y luego otras cortadas que no pod¨ªas ver bien¡±, a?adi¨® Barreda, que logr¨® con su triunfo superar a Toby Price (KTM) en la general, una clasificaci¨®n que sigue liderando Ricky Brabec (Honda) a falta de dos jornadas.
'Afortunado' Alonso
Con una de esas dunas cortadas se tropez¨® Fernando Alonso apenas iniciada la especial. La imagen de su Toyota dando un salto y a continuaci¨®n dos vueltas de campana es, seguramente, la m¨¢s llamativa de la jornada. Pero no la ¨²nica. Lleg¨® al campamento improvisado en Shubaytah, en plena etapa marat¨®n, sin la luna delantera y con alg¨²n que otro rasgu?o en el coche despu¨¦s de haber perdido m¨¢s de una hora en reparaciones varias: las ruedas, que desllantaron al impactar contra el suelo, o un brazo de las suspensiones. ¡°He visto la imagen de nuestra ca¨ªda y tambi¨¦n las otras, por eso creo que hemos tenido buena suerte¡±, dijo Alonso, agradecido por llegar al vivac cuando a¨²n era de d¨ªa. As¨ª tendr¨ªa tiempo para reparar su coche.
La tensi¨®n, sin embargo, se palp¨® en sus respuestas tras dejar el Toyota en el parque cerrado de esta etapa marat¨®n, en la que solo los participantes pueden trabajar en sus veh¨ªculos. ¡°Sal¨ª fuerte, hoy era un d¨ªa en que quer¨ªa ganar la carrera. Me gusta intentar las cosas. Se puede fallar, pero lo que no se puede es no intentarlo¡±.
Tambi¨¦n lo intent¨® Carlos Sainz (Mini) y a ¨¦l s¨ª le sali¨® bien. El l¨ªder de la general sal¨ªa quinto y logr¨® la cuarta victoria en este Dakar a pesar de que tambi¨¦n ¨¦l se tropez¨® con una lengua de arena que le hizo saltar unos metros y golpear con el morro de su coche contra el suelo. El espa?ol sali¨® al ataque. Era lo que necesitaba un d¨ªa despu¨¦s de ver c¨®mo se esfumaba toda la ventaja que ten¨ªa en la general. Y el ataque le sali¨® de maravilla. Salir quinto le quita a uno responsabilidad y le da vidilla al pedal del gas. Si, adem¨¢s, cuando otros se equivocan, como pas¨® con Peterhansel, que abr¨ªa pista, y con Al Attiyah, que se perdieron, escoges el camino correcto, el golpe a la general es tremendo. Sainz saldr¨¢ a la especial de hoy con 18 minutos de ventaja sobre sus dos perseguidores. Ser¨¢ la ¨²ltima etapa verdaderamente dif¨ªcil, con mucha duna.
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