La Real disfruta en la segunda parte
Isak marca ante el Mallorca en el minuto 46 y desbarata los planes del equipo isle?o
?Para qu¨¦ jugar bien 90 minutos si con 45 es suficiente? Por supuesto, el planteamiento es ficticio, porque la Real que jug¨® contra el Mallorca pretend¨ªa, al salir al campo, completar una actuaci¨®n perfecta. Esa es la teor¨ªa, pero mandan las circunstancias, y los rivales tambi¨¦n, claro. Como apunt¨® Javier Clemente en una ocasi¨®n, el dibujo del equipo antes de comenzar el partido es pr¨ªstino, pero en cuanto pita el ¨¢rbitro, los jugadores se empiezan a mover y todo se desordena. Sin embargo, a la Real le bast¨® la segunda mitad para resolver con suficiencia.
Tal vez por esos intangibles, la Real complet¨® una primera parte l¨¢nguida, sin sustancia, con el bal¨®n en su poder pero sin argumentos para utilizarlo con eficacia. Le falt¨® frescura al equipo de Imanol Alguacil, quiz¨¢ porque Odegaard no encontr¨® el sitio ni los espacios para hacer jugar a sus colegas. Mientras Oyarzabal se afanaba una y otra vez, aunque siempre bien tapado por la zaga mallorquina, el noruego desapareci¨® y se resinti¨® su equipo. En cierta medida, los primeros 45 minutos se parecieron bastante a los del partido que ambos equipos jugaron en Son Moix para inaugurar LaLiga, aunque en aquel choque influy¨® bastante la ansiedad del debutante, que conden¨® al Mallorca en los minutos finales.
En el Reale Arena se encontr¨® m¨¢s c¨®modo, porque intentaba pensar la Real y a los isle?os les bastaba con esperar y dar un zarpazo de vez en cuando. En el minuto 8 lleg¨® el que m¨¢s apur¨® a la zaga donostiarra: un disparo dur¨ªsimo de Agbenyenu que repeli¨® con apuros Remiro y ech¨® fuera de cabeza Budimir en el posterior rechace. El jugador bosnio fue el fielato mallorqu¨ªn en medio campo, all¨¢ donde mor¨ªan la mayor¨ªa de las oleadas donostiarras. La Real lleg¨® a la porter¨ªa de Reina un par de veces. Oyarzabal se col¨® en el minuto 23 hasta la l¨ªnea de fondo, pero no encontr¨® respuesta en sus compa?eros que aguardaban para rematar. En el 40, a Isak le cay¨® un bal¨®n de los cielos, pero fusil¨® con impericia. El Mallorca sufr¨ªa con moderaci¨®n, sin apurarse demasiado.
Es posible que su plan fuera el mismo para la segunda parte, pero se le trunc¨® nada m¨¢s comenzar; en la primera jugada despu¨¦s del saque de centro. Una galopada de Aihen por la izquierda acab¨® en un pase que descolg¨® Portu para que Isak empujara a la red. En el minuto 56, Barrenetxea entr¨® al campo por el capit¨¢n Oyarzabal, y el primer bal¨®n que toc¨®, lo convirti¨® en gol, en un disparo duro que golpe¨® en Fran G¨¢mez y despist¨® a Reina.
Se desat¨® la Real despu¨¦s de los dos tantos. Los actores principales del ataque txuriurdin desplegaron su talento. Vistieron sus mejores galas, maniataron al Mallorca. Desconcertados por los dos golpes que les mandaron a la lona, los hombres de Vicente Moreno no volver¨ªan a levantar cabeza. La Real sigui¨® dando martillazos ante un rival que ya hab¨ªa perdido la fe. Lleg¨® el tercer gol a cargo de Portu, que recogi¨® el rechace de Reina a un disparo de Odegaard. La afici¨®n, con ganas de marcha, core¨® la de San Sebasti¨¢n, que el lunes anterior son¨® en la plaza de la Constituci¨®n. A la Real le sobr¨® la primera parte, pero disfrut¨® de la segunda como en la fiesta del patrono de hace unos d¨ªas. Solo faltaron las angulas y las kokotxas.
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