El desconocido Paravy¨¢n triunfa en Gibraltar
El ruso, de 21 a?os, supera en el desempate r¨¢pido al gran favorito, el chino Hao Wang
En la Uni¨®n Sovi¨¦tica hab¨ªa decenas de ajedrecistas buen¨ªsimos a quienes casi nadie conoc¨ªa fuera de su pa¨ªs. Y en Rusia tambi¨¦n ocurre: David Paravy¨¢n, de 21 a?os, 22? de la lista inicial, ha ganado la XVIII edici¨®n de Gibraltar, el torneo abierto m¨¢s importante del a?o, tras derrotar en la final del desempate r¨¢pido al temible chino Hao Wang. No menos asombroso es el resultado del indio Rameshbabu Praggnanandhaa, de 14 a?os: empatado en el 8? puesto de 250 participantes.
Terminada la d¨¦cima ronda, hab¨ªa seis jugadores con 7,5 puntos, pero, dado que el reglamento indica que el desempate r¨¢pido no puede ser entre m¨¢s de cuatro, quedaron descartados los tres con peor rendimiento (performance): el franc¨¦s Maxime Vachier-Lagrave (cuya luchada victoria, durante 6,5 horas, sobre el iran¨ª Parham Maghsoodloo no fue suficiente), el checo David Navara y el turco Mustaf¨¢ Y¨ªlmaz. El desempate qued¨® entonces determinado as¨ª: Wang-Yuffa y Paravy¨¢n-Yesipenko.
Las semifinales r¨¢pidas se disputaron mientras el croata Iv¨¢n S¨¢ric intentaba doblegar, sin ¨¦xito, durante siete horas al prodigioso Praggnanandhaa, empatado en el 8? puesto (20? por coeficiente). Wang super¨® con claridad a Yuffa (2-0), y Paravy¨¢n a Yesipenko (3-2, en la muerte s¨²bita).
La clave de la final estuvo en el inicio de la primera partida, cuando Wang tom¨® una decisi¨®n de alto riesgo: un sacrificio de pieza a cambio de ataque al rey. La idea ten¨ªa mucho veneno, pero Wang no fue preciso en su ejecuci¨®n, y no tard¨® mucho en quedar en una posici¨®n inferior, y poco despu¨¦s perdedora. El segundo asalto fue una largu¨ªsima sucesi¨®n de intentos del asi¨¢tico por doblegar la resistencia del ruso, hasta que se firm¨® el empate que convert¨ªa en campe¨®n a Paravy¨¢n.
Lo ocurrido en las dos primeras mesas durante la ¨²ltima ronda ilustra bien la tendencia mayoritaria en el ajedrez moderno: aversi¨®n al riesgo, por miedo a la capacidad defensiva del rival, muy influida por el entrenamiento con computadoras muy potentes. Yesipenko ten¨ªa una oportunidad de oro de alcanzar, a los 17 a?os, de ganar el torneo abierto m¨¢s prestigioso del mundo, pero adopt¨®, con las piezas blancas, una actitud ultraconservadora. Es probable que Wang quisiera luchar por la victoria, dado que tiene 104 puntos Elo m¨¢s que su rival y adem¨¢s ha demostrado estar en muy buena forma, pero no tuvo opci¨®n alguna de hacerlo; su gran creatividad fue secada de cuajo.
Tal desenlace situaba a dos jugadores muy fuertes, pero casi desconocidos por el aficionado medio, Paravy¨¢n y Y¨ªlmaz, ante la perspectiva de lograr un ¨¦xito grand¨ªsimo cuando nadie lo esperaba. Pero la precauci¨®n volvi¨® a presidir una lucha que solo dur¨® 33 movimientos. Semejante actitud es m¨¢s dif¨ªcil de comprender cuando ambos sab¨ªan que su coeficiente de desempate pod¨ªa ser superado con bastante probabilidad por Vachier-Lagrave y Yuffa, ambos con medio punto menos, si ambos ganaban sus partidas, como de hecho ocurri¨®.
Contrariamente a lo ocurrido en ediciones anteriores, ninguna mujer ha estado muy cerca de la cabeza a lo largo del torneo. La mejor clasificada es la china Zhongyi Tan, en el puesto 22 con 7 puntos. Algo similar ha ocurrido con los participantes de habla hispana; los mejores han sido los argentinos Fernando Peralta (24?) y Alan Pichot (28?), tambi¨¦n con 6,5, seguidos de los espa?oles Jos¨¦ Carlos Ibarra (43?) y Miguel Santos (48?) con 6. Ese grupo incluye a un genio adorado por todo el mundo, Vasili Ivanchuk (52?), quien, a los 50 a?os, pelea por mantenerse en la ¨¦lite.
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