Ri?as entre gigantes
El vestuario del Bar?a, simbolizado en sus capitanes Messi, Busquets, Piqu¨¦ y Sergi Roberto, agudiza su crispaci¨®n por el estilo de juego tras el despido de Valverde

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En agosto de 2018, el Barcelona present¨® a sus capitanes: Messi, Busquets, Piqu¨¦ y Sergi Roberto. Los cuatro se hab¨ªan formado en La Masia, solo Piqu¨¦ (United y Zaragoza) sab¨ªa lo que era vivir lejos del Camp Nou. El cuarteto de mandamases se presentaba alentador para la uni¨®n de un vestuario que hab¨ªa crecido bajo el liderazgo de un tipo de grupo como Carles Puyol. La vieja guardia, sin embargo, estaba en distintas sinton¨ªas. Sergi Roberto no tiene ascendencia, el carisma del gracioso Piqu¨¦ no es tomado en serio en la plantilla, Busquets cuida solo de su tierra, mientras que Messi acusa m¨¢s que nunca la soledad del n¨²mero uno.
¡°Cuando se habla de jugadores, habr¨ªa que dar nombres¡±, le contest¨® el 10 al secretario t¨¦cnico, Eric Abidal, que hab¨ªa aludido a la holgazaner¨ªa de la plantilla dos d¨ªas antes de medirse este jueves con el Athletic en San Mam¨¦s en los cuartos de la Copa (21.00, Cuatro). Entiende el argentino que las citas al vestuario, a las vacas sagradas y a la plantilla son eufemismos a su propio nombre. Una situaci¨®n injusta para Messi, que ya hab¨ªa callado frente a los que le hab¨ªan se?alado como el culpable del adi¨®s de Ernesto Valverde.
Los centrocampistas del Bar?a se sent¨ªan desprotegidos en el sistema del Txingurri. Consideraban que el t¨¦cnico de C¨¢ceres sobreproteg¨ªa a Messi y a Luis Su¨¢rez, a los que exim¨ªa de labores defensivas, mientras que ellos se desgastaban para tapar los espacios que dejaban vac¨ªos el argentino y el uruguayo. ¡°No se puede defender siempre con ocho jugadores m¨¢s Ter Stegen¡±, se quejaban. Busquets, que acostumbraba sentarse con Xavi Hern¨¢ndez para perderse en largas conversaciones t¨¢cticas en los desplazamientos, no perdi¨® la costumbre de hablar con el actual entrenador del Al-Sadd. El pivote de Badia, junto a Rakitic ¡ªhab¨ªa perdido protagonismo con Valverde¡ª y Jordi Alba no ve¨ªa con malos ojos el regreso de Xavi al Camp Nou, esta vez para sentarse en el banquillo.
El portero Ter Stegen, ajeno a cualquier disputa de poder en el vestuario, se quej¨® p¨²blicamente de la falta de compromiso defensivo. ¡°?Enfadado?¡±, cuestion¨® el alem¨¢n en la zona mixta de Praga tras la ajustada victoria ante el Slavia. ¡°Es normal, no hemos jugado al nivel que quer¨ªamos. Toca hablar de algunas cosas que no voy a decir aqu¨ª, es algo interno y yo no soy as¨ª. Me gusta hablar primero con los que estaban en el campo. Hay unas cuantas cosas para mejorar¡±. La frase de Ter Stegen empez¨® a evidenciar las disputas en el camerino azulgrana, que continu¨® resquebraj¨¢ndose tras la destituci¨®n de Valverde.
La llegada de Seti¨¦n result¨® esperanzadora para los futbolistas que se autoproclamaban como los guardianes del estilo. El c¨¢ntabro guarda con cari?o una camiseta autografiada por Sergio Busquets, que se la regal¨® cuando entrenaba al Betis. Pero las primeras dos victorias (Granada e Ibiza) en la era Seti¨¦n no terminaron de convencer a la plantilla y la derrota ante el Valencia agudiz¨® viejas-nuevas disputas en el vestuario del Barcelona. ¡°El clima en Mestalla era horrible. Era evidente que la tensi¨®n ven¨ªa de lejos y no era la t¨ªpica rabia de perder un partido¡±, reflexiona un empleado del Bar?a. La fricci¨®n no termin¨® en Mestalla. A la vuelta a los entrenamientos, Messi tuvo un rifirrafe con Ter Stegen en la disputa de un bal¨®n dividido.
Llam¨® la atenci¨®n la discusi¨®n entre el capit¨¢n y el alem¨¢n. Su relaci¨®n siempre hab¨ªa sido cordial, sobre todo de respeto y admiraci¨®n. En la gala del ¨²ltimo Bal¨®n de Oro, Ter Stegen le hab¨ªa pedido a Messi sacarse una foto junto al galard¨®n, a lo que el 10 acept¨® encantado. Una postal que el portero subi¨® a las redes sociales. ¡°M¨¢s que merecido. Felicitaciones¡±, public¨® Ter Stegen. ¡°Esto tambi¨¦n es tuyo¡±, le agradeci¨®, en privado, Messi. Ter Stegen apadrin¨® la llegada de De Jong, congenia con Rakitic y tiene sinton¨ªa con Semedo y el grupo franc¨¦s.
La llegada de Griezmann
A pesar de dominar el idioma y de conocer LaLiga, a Griezmann le cost¨® entender el dinamismo del vestuario. De entrada observado con cierto recelo por el grupo de Messi, Luis Su¨¢rez y Arturo Vidal, poco a poco, el franc¨¦s se comenz¨® a ganar la simpat¨ªa del 10. La llamada telef¨®nica de God¨ªn (¨ªntimo del 17) a Luis Su¨¢rez, sumado a la actitud de Griezmann que pas¨® de irritar a hacer gracia, favorecieron su integraci¨®n. Sin embargo, siempre est¨¢ cerca de Lenglet, Umtiti y Demb¨¦l¨¦, un grupo tan heterog¨¦neo como unido.
Seti¨¦n entendi¨® r¨¢pido que el grupo necesitaba pegarse. Despu¨¦s del tir¨®n de orejas p¨²blico de Messi a Abidal, el t¨¦cnico busc¨® romper la crispaci¨®n entre sus muchachos con un juego antes del entrenamiento, que no escondieron a las c¨¢maras (tienen permitido filmar los primeros 15 minutos). ¡°Ya lo hab¨¦is visto. Pod¨¦is reproducir las im¨¢genes. Son ejercicios para divertimos y re¨ªrnos. No siempre puede ser as¨ª porque las derrotas afectan, pero la plantilla est¨¢ motivada y con ganas. A nuestra afici¨®n le gustar¨¢ ver a la plantilla alegre y feliz¡±, explic¨® el t¨¦cnico del Barcelona. Solo se lo perdi¨® Piqu¨¦, duda ante el Athletic. Y ya se sabe que no estar¨¢ frente al Betis, ya que Competici¨®n no le quit¨® la tarjeta que vio contra el Levante.
Piqu¨¦ acostumbra a dar la cara cuando las cosas se tuercen en el Bar?a. ¡°Tenemos que estar todos unidos¡±, alert¨® en Pamplona. Pero el discurso del central cuenta con una interpretaci¨®n m¨¢s ligada a sus negocios, al futuro y a su intenci¨®n de ser presidente m¨¢s que a solucionar el presente. Busquets toma la palabra cuando hay que defender el estilo y Sergi Roberto despierta la simpat¨ªa de los defensores de La Masia. Messi acostumbra a callar. Cuando habla, sin embargo, se ajustan los cinturones en la directiva. La capitan¨ªa azulgrana simboliza la atomizaci¨®n de una plantilla crispada, tan envejecida como ganadora. ¡°En 2015, las cosas no estaban nada bien con Luis Enrique y terminamos ganando el triplete¡±, concluyen en el vestuario. Un optimismo al que se aferra Seti¨¦n contra la lucha de gigantes.
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