El Baskonia se libera y gana

Con la clasificaci¨®n para los cuartos de final pr¨¢cticamente imposible, el Baskonia se tranquiliz¨®. Las constantes, que ten¨ªa alteradas desde hac¨ªa muchas jornadas, se estabilizaron. Por una vez, el Buesa Arena vivi¨® con tranquilidad un partido de su equipo; sin demasiadas expectativas, pero con el aliciente de una victoria. Por puro placer, vamos. La afici¨®n del equipo vitoriano es consciente de que la plantilla de su equipo se ha visto muy disminuida por las lesiones. La zona reservada de butacas de cancha para los jugadores en el dique seco es muy amplia, y est¨¢n resignados a no poder pelear por los ocho primeros puestos, pero al menos, los incondicionales, quieren ver a un buen equipo, disputando el triunfo.

Eso hicieron los azulgrana frente al Estrella Roja. Sin alharacas, sin exhibiciones, el Baskonia fue minando, pasito a pasito, la resistencia del equipo serbio, al que tambi¨¦n le hab¨ªa ganado en Belgrado. La paciencia en ataque fue fundamental, lo mismo que la pachorra visitante, que no se emple¨®, desde luego, como si le fuera la vida en ello. Discretos los hombres del Estrella Roja, dominados en todos los terrenos, se fueron dejando llevar por el Baskonia. Shengelia lider¨® a los vitorianos, que para eso es la estrella del equipo. Los numerosos errores del equipo serbio en ataque los rentabiliz¨® el conjunto de Ivanovic corriendo hacia el aro contrario.

Al Estrella Roja le salieron pocas cosas. Pese a que Lorenzo Brown y Kevin Punter destacaron en la anotaci¨®n, su papel fue bastante discreto durante los 40 minutos. Aguantaron medio partido, pero se fueron desmoronando seg¨²n pasaban los minutos. Aunque el primer cuarto fue igualado, el Baskonia siempre fue delante, siempre estuvo mejor en el rebote y en la intensidad defensiva, la adecuada para incomodar al rival. En ataque, Shields, con sus asistencias, se convirti¨® en el catalizador del despegue en el marcador, que fue paulatina.

El Baskonia solo se tom¨® un respiro en el tercer cuarto, en el que fall¨® m¨¢s de la cuenta en ataque, cuando, con el tanteador muy favorable, se permiti¨® el lujo de intentar hacer demasiadas cosas. Se enred¨®, pero tampoco estuvo l¨²cido el Estrella Roja para aprovechar los errores locales. Definitivamente, los serbios bajaron los brazos en el ¨²ltimo cuarto, en el que Ivanovic movi¨® el banquillo para dar entrada a los menos habituales. Sali¨®, por ejemplo, el vallisoletano Miguel Gonz¨¢lez, un jugador joven, muy interesante, que se permiti¨® el lujo de anotar un triple en los ¨²ltimos minutos cuando ya el Baskonia circulaba por una autopista y los jugadores del Estrella Roja estaban facturando el equipaje en Foronda, a sabiendas de que el partido estaba perdido desde mucho antes.

La relajaci¨®n baskonista, esta vez fue una ventaja en lugar de una losa. Se lo tomaron como una diversi¨®n y les vino bien. La victoria, aunque tal vez no sirva demasiado para la clasificaci¨®n en la Euroliga, puede ser una terapia eficaz en la Liga Endesa.