So amarga el trig¨¦simo cumplea?os de Carlsen y gana el torneo en el desempate
El noruego juega muy por debajo de su nivel y reconoce a su rival como ¡°el mejor de la modalidad¡±
El desenlace del torneo r¨¢pido por internet Skilling Open (Chess24) fue el m¨¢s raro de todos los disputados durante la pandemia. El estadounidense Wesley So cobrar¨¢ los 30.000 d¨®lares (25.146 euros) del primer premio tras derrotar (2-2, 2-2, y 1,5-0, en el desempate rel¨¢mpago), al campe¨®n del mundo, el noruego Magnus Carlsen, quien fue una sombra de s¨ª mismo en el d¨ªa de su trig¨¦simo cumplea?os tras ganar con brillantez el asalto inicial de la 2? manga. El ajedrecista en mejor forma se impuso al n¨²mero uno en un duelo muy extra?o.
So, de car¨¢cter fr¨ªo, no mostr¨® grandes signos de alegr¨ªa, y explic¨® as¨ª su victoria: ¡°Lamento arruinar el cumplea?os de Magnus, pero estoy muy feliz por ganar al campe¨®n del mundo, quien sin duda es el mejor de lejos. Pero no est¨¢ en forma, y he logrado aprovecharlo. Tambi¨¦n es cierto que he dedicado mucho tiempo durante los ¨²ltimos a?os a estudiar profundamente sus partidas, y he aprendido mucho de ellas¡±.
En ese momento, Carlsen se sum¨® a la conversaci¨®n: ¡°Ante todo, felicito a Wesley. Por alguna raz¨®n, no me he sentido c¨®modo en este torneo, y eso se ha notado mucho en mi juego. Ahora mismo, el mejor en esta modalidad es Wesley, y por tanto no me siento especialmente mal por haber perdido hoy¡±.
Carlsen empez¨® la 2? manga con lo que podr¨ªa ser una genialidad o una tomadura de pelo para desequilibrar psicol¨®gicamente a su rival. Tras plantear la Defensa Caro-Kann, muy inusual en ¨¦l, sus jugadas 8 y 9, con negras, parecen absurdas (regalan dos tiempos de desarrollo a las blancas), e incluso el neerland¨¦s Anish Giri, jugador de ¨¦lite mundial, reconoci¨® que no las entend¨ªa -en una entrevista en directo con Chess24- y a?adi¨® que probablemente eran un truco psicol¨®gico. Pero las m¨¢quinas las consideran buenas, lo que embrolla a¨²n m¨¢s su evaluaci¨®n.
El caso es que So no logr¨® ventaja alguna a pesar de ese regalo. Adem¨¢s, Carlsen jug¨® el resto de la partida de maravilla y firm¨® una victoria inapelable que, ciertamente, supon¨ªa un torpedo en la l¨ªnea de flotaci¨®n emocional de su adversario.
Ya fuera porque, sinti¨¦ndose a¨²n tambaleante, So no estaba para grandes emociones, o bien porque en una vida anterior fue desactivador de bombas, plante¨® el segundo asalto como si el empate fuera un buen resultado para ¨¦l, sin arriesgar lo m¨¢s m¨ªnimo. Y entonces volvi¨® a ocurrir algo muy raro: Carlsen ten¨ªa todas sus piezas bien desarrolladas, en una armon¨ªa que compensaba el pe¨®n entregado en la apertura, pero no encontr¨® la manera de seguir presionando. Y fue quedando paulatinamente peor, y luego totalmente perdido, hasta su rendici¨®n.
Todo volv¨ªa a la situaci¨®n inicial, pero m¨¢s a favor del estadounidense, quien por tercera vez en dos d¨ªas hab¨ªa sido capaz de responder con una victoria nada m¨¢s encajar una derrota ante el campe¨®n del mundo. Y ahora tendr¨ªa de nuevo la iniciativa de las piezas blancas.
Como si esta final fuera cosa de brujas, el tercer asalto fue tambi¨¦n muy raro. Carlsen repiti¨® la Caro-Kann; se not¨® enseguida que no est¨¢ acostumbrado a este tipo de esquemas, qued¨® claramente peor y perdi¨® un pe¨®n. Cuando todo indicaba que So pod¨ªa incrementar la presi¨®n f¨¢cilmente, cometi¨® un grave error t¨¢ctico. Pero el campe¨®n, desconocido, no lo vio (era una peque?a combinaci¨®n, f¨¢cil de calcular para ¨¦l) y opt¨® por otra variante que produjo una posici¨®n equilibrada y el primer empate de la final, por triple repetici¨®n de jugadas.
?Qu¨¦ har¨ªa el noruego en esa situaci¨®n, con su confianza en s¨ª mismo claramente minada? ?Se lanzar¨ªa a ganar con blancas o intentar¨ªa forzar un desempate rel¨¢mpago? El multicampe¨®n no fue esta vez el mismo de los ¨²ltimos dos a?os, el maximalista que quiere ganar siempre, incluso cuando el empate es un buen resultado. Volvi¨® a ser el ultrapragm¨¢tico del Mundial de Londres contra Caruana de noviembre de 2018, cuando hizo doce tablas seguidas para ganar el desempate r¨¢pido. La 4? partida de la 2? manga contra So fue un insulso empate r¨¢pido.
El desempate rel¨¢mpago (dos partidas de cinco minutos por bando, m¨¢s tres segundos de incremento tras cada jugada) mantuvo el sello de rareza: Carlsen plante¨® de nuevo la Defensa Caro-Kann, que solo ha jugado cinco veces en los ¨²ltimos cinco a?os, por alguna raz¨®n que solo ¨¦l conoce, dado que una de esas cinco se tradujo en una derrota precisamente ante So el pasado 29 de septiembre. Con su jugada 15, el escandinavo reconfirm¨® que no domina esos esquemas: pronto perdi¨® un pe¨®n y qued¨® perdido. Es verdad que So no fue preciso y dio una oportunidad de recuperaci¨®n a su adversario, quien en principio la aprovech¨® para igualar la partida, pero a continuaci¨®n cay¨® en otro error t¨¢ctico grave, y fue derrotado de nuevo.
La crisis de confianza en s¨ª mismo se vio con claridad en el segundo asalto del desempate, cuando Carlsen lo plante¨® de manera muy conservadora con blancas, sin arriesgar lo m¨¢s m¨ªnimo, esperando un error del americano. Y el caso es que se produjo, y bien pronto (jugada 17). Esta vez el noruego s¨ª lo vio y logr¨® ventaja que parec¨ªa decisiva. Pero a continuaci¨®n no fue el campe¨®n del mundo, casi siempre implacable en ese tipo de situaciones. Jug¨® pasivo, sin garra y permiti¨® que So lograse mucho contrajuego. Tanto, que la partida dio un vuelco, la ventaja cambi¨® de bando y finalmente se firm¨® un empate que hac¨ªa campe¨®n al exfilipino.
El segundo torneo del circuito Champions Chess Tour empezar¨¢ el 26 de diciembre y constar¨¢ de doce jugadores. Ocho de ellos ser¨¢n los cuartofinalistas del Skilling Open. Y de las otras cuatro plazas, ya se ha adjudicado una, por votaci¨®n popular, al espa?ol David Ant¨®n, quien tuvo una actuaci¨®n magn¨ªfica en la primera jornada.
Tras esta derrota, Carlsen, quien ha jugado el Skilling Open desde alg¨²n lugar de Asia no desvelado, dispone de tres semanas para ponerse en forma.
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