Cu¨¢nto ¡®juega¡¯ el p¨²blico en un partido de f¨²tbol

En el carrusel de sobresaltos y desgracias que ha ido dejando el coronavirus, noviembre proporcion¨® a la industria del f¨²tbol un atisbo de bonanza, que enseguida suscit¨® dudas sobre su justicia: el Gobierno brit¨¢nico permiti¨® a los aficionados volver a los estadios de la Premier el 2 de diciembre. Tambi¨¦n fue fugaz. Boris Johnson recuper¨® este lunes el confinamiento. La vuelta tuvo dos reglas: 4.000 espectadores como m¨¢ximo, y solo en las zonas con mejores datos de contagio. Anfield y Stamford Bridge, por ejemplo, podr¨ªan acoger a 2.000, al estar Liverpool y Londres en nivel 2; mientras que en Old Trafford deb¨ªa jugarse a puerta cerrada, ya que M¨¢nchester estaba en nivel 3. Como le suced¨ªa a Leeds. De ah¨ª que Marcelo Bielsa, entrenador local, rompiera el momento de esperanza con una queja.

¡°Deber¨ªa existir una regla por la cual la entrada de aficionados en los estadios se produjera en todos o en ninguno. La presencia de hinchas en las gradas tiene incidencia en los resultados y los clubes ubicados en zonas de alta incidencia estar¨ªan penalizados¡±, dijo. Y tiene raz¨®n. O eso dicen los datos.

Antes de la pandemia, el equipo local ganaba el 45% de los partidos, el visitante el 29% (16 puntos porcentuales de diferencia) y se empataba el 26%. Durante el confinamiento, con estadios vac¨ªos, los locales ganaban el 41% de las veces, los visitantes el 33% (8 puntos de diferencia) y empataban igual, el 26%. Sin p¨²blico, la ventaja de jugar en casa se reduce a la mitad: de 16 puntos a 8.

Bielsa se quej¨® de que la Premier permitiera p¨²blico en unos campos y en otros no: ¡°La presencia de hinchas tiene incidencia en los resultados¡±

En la Liga espa?ola, donde la presidenta del CSD, Irene Lozano, sugiri¨® que estudiar¨ªa que m¨¢s adelante haya p¨²blico en unos campos y en otros no ¡ªcomo admite la Champions¡ª, el peso de la grada resulta ser a¨²n mayor. Antes del confinamiento, los locales ganaban el 47% de las veces, los visitantes el 28% y se empataba el 25%. A puerta cerrada, los locales solo ganaron el 40%, y los visitantes el 32%. La ventaja por jugar en casa se redujo de 19 puntos porcentuales a 8. Las ca¨ªdas se deben, sobre todo, a que desaparece la presi¨®n que la multitud ejerce sobre los ¨¢rbitros.

El descubrimiento es del profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Alicante Carlos Cueva, doctor por la de Cambridge; con la ayuda de Ignacio Mas Candela. Cuando en marzo lleg¨® el confinamiento, que en la desescalada desemboc¨® en el f¨²tbol sin p¨²blico, Cueva vio una oportunidad: ¡°Me dije: ¡®Es un experimento a escala mundial que tengo que aprovechar¡±, recuerda. Ten¨ªa datos de 230.000 partidos disputados en condiciones normales en 41 ligas profesionales de 30 pa¨ªses entre 1993 y 2020, y a eso pudo a?adir, hasta el verano pasado, los de 2.749 jugados en con cierre total o parcial en 28 pa¨ªses.

La ocasi¨®n era ¨²nica. Cueva es experto en Econom¨ªa del Comportamiento, campo desde el que se ha abordado decenas de veces el reto de medir el efecto de la presi¨®n del p¨²blico en los resultados. Pero nunca antes se hab¨ªa podido aislar de manera tan limpia el peso de los espectadores.

Si el cierre es solo parcial, aunque haya pocos espectadores, el equipo local recupera la ventaja

En otras circunstancias, ya en 2001, hab¨ªa obtenido resultados muy sugerentes Luis Garicano, hoy eurodiputado por Ciudadanos, entonces en la Universidad de Chicago. Junto con Ignacio Palacios public¨® un estudio ahora c¨¦lebre, Favoritismo bajo presi¨®n social, que demostraba que los ¨¢rbitros espa?oles favorec¨ªan ¡°sistem¨¢ticamente a los equipos locales acortando la duraci¨®n de los partidos de resultado ajustado cuando el equipo local va ganando, y alargando la duraci¨®n de los partidos de resultado ajustado cuando el equipo local va perdiendo¡±. Se refieren al tiempo extra despu¨¦s del minuto 90, potestad exclusiva del colegiado. Y a?aden: ¡°Identificamos que el mecanismo mediante el cual opera el sesgo es el deseo de satisfacer al p¨²blico¡±.

Este art¨ªculo influy¨® mucho en el de Cueva, Esp¨ªritus animales en el bello juego. Medir la presi¨®n social en el f¨²tbol profesional durante el confinamiento por la covid-19. ¡°Me interesa el estudio de los sesgos del comportamiento, es decir, los factores no racionales que afectan a la toma de decisiones¡±, dice. En particular, en qu¨¦ condiciones los expertos, como los ¨¢rbitros, toman decisiones err¨®neas, ¡°cuando su trabajo depende precisamente de que acierten¡±, explica.

¡°El efecto m¨¢s claro de la ausencia de p¨²blico en los estadios es en el ¨¢rbitro¡±, dice Cueva. Una de las principales conclusiones de su estudio es que ¡°mientras que los ¨¢rbitros se?alaban de manera consistente m¨¢s infracciones contra los equipos visitantes que contra los locales antes del confinamiento, esta diferencia desaparece completamente despu¨¦s del confinamiento¡±. Sin p¨²blico, el ¨¢rbitro se vuelve neutral.

Ejercicios con los ¨¢rbitros

A puerta cerrada, al equipo local le pitan de media por partido un 10% m¨¢s de faltas en contra que antes (de 12,73 a 14,80 faltas), le muestran un 22% m¨¢s de amarillas (de 1,79 a 2,18), y las rojas aumentan un 33% (de 0,09 a 0,12). En cambio, para el visitante, la vida sigue igual: si con p¨²blico ve¨ªan 2,10 amarillas por partido, a puerta cerrada son 2,09; mientras que con las rojas no hay cambio: 0,12 con p¨²blico y 0,12 sin ¨¦l. A puerta cerrada, las decisiones se equilibran para el local y el visitante.

El Comit¨¦ T¨¦cnico de ?rbitros de la Federaci¨®n declin¨® comentar el estudio de Cueva, pero fuentes conocedoras de los m¨¦todos de formaci¨®n de los colegiados relatan que la presi¨®n social es un factor muy presente. Hay por ejemplo un ejercicio en el que se proyecta una jugada sobre la que el instructor, que defiende una decisi¨®n claramente err¨®nea, pide opini¨®n a los alumnos. Se trata de probar la fortaleza del juicio de los ¨¢rbitros frente a la presi¨®n de la autoridad, como suced¨¢neo de la de un p¨²blico apasionado.

Los datos apuntan de manera n¨ªtida al ¨¢rbitro como el elemento del f¨²tbol m¨¢s susceptible de sucumbir al influjo de la grada, incluso contra su propio inter¨¦s y sus conocimientos, pero no es el ¨²nico. Cueva se?ala en m¨¢s direcciones: ¡°Tambi¨¦n es posible que el p¨²blico local podr¨ªa incrementar la probabilidad de ganar de su equipo de otras formas, por ejemplo, aumentando su moral o disminuyendo la del rival¡±, escribe en el art¨ªculo.

La investigaci¨®n de Cueva encontr¨® algo m¨¢s que respalda la preocupaci¨®n de Bielsa por la justicia del campeonato pese a que en los estadios ingleses solo entraron 2.000 espectadores. Los n¨²meros de Cueva lo explican as¨ª: ¡°El cierre parcial cancela el efecto de la covid. Cuando hay cierre solo parcial es m¨¢s o menos como antes, como si no hubiera cierre: no se observa la ca¨ªda de la probabilidad de que gane el equipo local¡±, dice.

En la Premier, el impacto del p¨²blico es especialmente notable: a puerta cerrada, la ventaja local se desploma de 16 puntos porcentuales (46%/30%) a 5 (42%/37%). El 30 de diciembre Liverpool volvi¨® a nivel 3 y anunci¨® el fin del experimento, y el lunes Boris Johnson volvi¨® a ordenar el confinamiento del Reino Unido. Vuelve la igualdad del vac¨ªo.