Messi en el espejo de Messi
El 10, animado por su conexi¨®n con Pedri, comienza a recuperar sensaciones y mejora sus n¨²meros de inicio de curso
En el verano de 2019, Messi insist¨ªa en que quer¨ªa el regreso de Neymar al Barcelona. Lo que para muchos directivos de la junta de Josep Maria Bartomeu era un capricho, que el rosarino pidiera la vuelta de su amigo al Camp Nou, result¨® ser un ejemplo de la comprensi¨®n del juego del 10. ¡°No nos da para ganar la Champions¡±, se quej¨® Messi. Y en Lisboa el Bar?a se llev¨® la peor humillaci¨®n de su vida en Europa, 2-8 ante el Bayern. El resultado, bochornoso, termin¨® por convencer al capit¨¢n de que su etapa en el club hab¨ªa terminado. Pero en medio del rifirrafe entre Bartomeu y Messi, en los despachos de la Ciudad Deportiva hab¨ªa quien observaba con optimismo el futuro del capit¨¢n. ¡°Si se queda, puede ser el l¨ªder de la nueva generaci¨®n, la de Ansu, Demb¨¦l¨¦, De Jong, Pedri y Eric Garc¨ªa, si es que lo podemos fichar¡±, aseguraban desde el ¨¢rea deportiva. Eric Garc¨ªa, por ahora, no regres¨®; pero Messi se comienza a divertir con la nueva camada, sobre todo con Pedri.
La salida de Ernesto Valverde agudiz¨® las disputas en una plantilla que hace tiempo estaba atomizada. El adi¨®s de Luis Su¨¢rez y Arturo Vidal dej¨® a Messi sin sus ¨²ltimos dos grandes aliados en el vestuario. Para colmo, el rosarino se tuvo que quedar contra su voluntad en el Camp Nou. Al 10 se le ve¨ªa solo en la Ciudad Deportiva, a veces acompa?ado por Jordi Alba, generalmente bajo el cuidado de su viejo compinche, Pepe Costa, jefe de la oficina de atenci¨®n al jugador. ¡°Lo pas¨¦ muy mal. Despu¨¦s lo arrastr¨¦ un poco en el comienzo de la temporada¡±, le explic¨® el rosarino a Jordi ?vole. La c¨¢rcel de Bartomeu para Messi empez¨® en los despachos y se traslad¨® al campo. A los 33 a?os, el f¨²tbol del 10 parec¨ªa apagado.
Las estad¨ªsticas en los primeros ocho partidos de Messi en LaLiga ser¨ªan muy buenas para cualquier otro jugador; insuficientes, sin embargo, ante la sombra de su pasado. Messi hab¨ªa marcado tres goles (dos de penalti) y ten¨ªa una media de 2,25 tiros a puerta por partido. De hecho, su ratio de acierto respecto a la cantidad de disparos era de seis. La campa?a pasada (25 dianas en 33 partidos), por ejemplo, fue de 2,84, mientras que en la 2011-2012, cuando marc¨® 50 goles en 37 duelos, fue de dos. ¡°No podemos fallar tanto¡±, se quejaba Koeman. El holand¨¦s, en cualquier caso, no ten¨ªa ninguna queja con la actitud de su capit¨¢n. ¡°No tengo dificultades para llevar a Messi. Hablo con ¨¦l del juego o de cosas del vestuario¡±, aseguraba el preparador azulgrana.
M¨¢s acierto
Messi no era Messi y el Barcelona, que hace tiempo se hab¨ªa acostumbrado a vivir de la zurda del 10, se alejaba de la lucha por LaLiga. Poco a poco, al rosarino se le comenz¨® a borrar la rabia del ¨²ltimo verano y, aunque sabe que la plantilla azulgrana no puede aspirar a reinar en Europa, se divierte con De Jong y Demb¨¦l¨¦, esencialmente con Pedri, a la espera de que Ansu Fati se recupere de la lesi¨®n en el menisco de la rodilla izquierda. ¡°Hoy por hoy estoy bien, con ganas de pelear en serio por todo lo que tenemos por delante. Estoy ilusionado. S¨¦ que el club est¨¢ pasando por un momento complicado, pero estoy con ganas¡±, dijo el capit¨¢n.
¡±La mejor manera de saber c¨®mo est¨¢ Leo es mirar lo que hace en el campo¡±, asegura un empleado del Bar?a. En los ¨²ltimos ocho partidos del equipo de Koeman, el rosarino ha intentado una media de 3,6 remates a puerta (un promedio de 1,5 m¨¢s por duelo) y ha estado m¨¢s acertado: 4,8. Lo que se traduce en seis dianas. A las que hay que sumarle sus ¨²nicas dos asistencias del curso. ¡°Su efectividad ahora es un poco mayor que al principio. Est¨¢ con muchas ganas¡±, celebra Koeman.
Todav¨ªa lejos de los n¨²meros que lo llevaron a dominar el f¨²tbol mundial, el rosarino ya se subi¨® a lo m¨¢s alto de la tabla de goleadores ¡ªgan¨® los ¨²ltimos cuatro pichichis, suma siete en su carrera¡ª, con nueve dianas, como Luis Su¨¢rez, Aspas y Gerard Moreno. A la espera de conocer el nombre del nuevo presidente y as¨ª poder comenzar a descifrar su futuro (su contrato expira en junio y desde el 1 de enero es libre para negociar con otro club), Messi ya no es un extra?o en su propio espejo.
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