El deporte espa?ol ante el gran reto de la protecci¨®n a los menores
El Consejo Superior de Deportes insta a las federaciones a cumplir con las obligaciones de la Ley de 2020 e implementar los nuevos protocolos para prevenir delitos y garantizar el amparo a las v¨ªctimas
El ¨²ltimo caso (conocido) de abusos sexuales a menores en el deporte se cerr¨® a finales de noviembre con una condena de 15 a?os y medio de prisi¨®n para Carlos Franch, exentrenador de un club de gimnasia art¨ªstica de Betx¨ª, un pueblo de 5.700 habitantes en la provincia de Castell¨®n. Franch se aprovech¨® de su relaci¨®n de superioridad derivada de su condici¨®n de entrenador para abusar de gimnastas menores de dos generaciones diferentes a lo largo de m¨¢s de 20 a?os. Las denuncias realizadas en 2017 fueron 12, pero s¨®lo en tres casos los delitos no hab¨ªan prescrito. Ni la federaci¨®n de gimnasia valenciana ni la espa?ola (RFEG) abrieron una investigaci¨®n interna cuando las menores denunciaron a Franch a la Guardia Civil.
Estaban obligados a hacerlo por los protocolos para la prevenci¨®n, detecci¨®n y actuaci¨®n frente al acoso y abuso sexual que el Consejo Superior de Deportes (CSD) adopt¨® en 2013 y que ha actualizado a finales de 2020 para adaptarlos a la nueva Ley Org¨¢nica de protecci¨®n integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, aprobada el 9 de junio por el Gobierno para su tramitaci¨®n parlamentaria. Ese nuevo protocolo se est¨¢ aplicando ahora mismo en el CSD en el procedimiento abierto para investigar las denuncias de dos gimnastas de r¨ªtmica del Centro de Alto Rendimiento de Le¨®n por insultos y trato vejatorio.
La llamada Ley Rhodes, en reconocimiento al pianista y activista brit¨¢nico James Rhodes, v¨ªctima de abusos en su infancia, endurece las penas, modifica los plazos de prescripci¨®n de los delitos ¡ªque se empieza a aplicar cuando la v¨ªctima cumple 30 a?os y no 18 como antes, para facilitar la denuncia que suele hacerse en edad adulta¡ª y apuntala un marco legislativo apenas sostenido por el Convenio de Lanzarote, firmado por los 47 Estados miembros del Consejo de Europa y en vigor desde julio de 2010. M¨¢s all¨¢ de ese texto, la actuaci¨®n de las organizaciones espa?olas hasta 2019 frente al acoso y el abuso sexual a menores en la actividad deportiva se limitaba a campa?as de concienciaci¨®n, sin seguimiento, ni legislaci¨®n para proteger a los ni?os de manera efectiva. Una lacra mundial cuya gesti¨®n queda casi siempre en manos del coraje de los propios supervivientes.
Ahora el CSD y las Federaciones afrontan el reto de implementar de manera efectiva los protocolos y las medidas que garanticen el amparo. Tambi¨¦n, seg¨²n dicta la nueva ley, tendr¨¢n que hacerlo todas aquellas entidades que realizan actividades deportivas con menores de forma habitual. El reto es erradicar la violencia, el abuso y el acoso desde la iniciaci¨®n (clubes, escuelas municipales) hasta la alta competici¨®n.
La Ley Rhodes dedica un cap¨ªtulo especial (el IX) al deporte y al ocio. Obliga la red de Centros de Alto Rendimiento y Tecnificaci¨®n Deportiva, a las Federaciones y Escuelas municipales a contar con protocolos de actuaci¨®n frente a la violencia que incluyen prevenci¨®n, detecci¨®n precoz e intervenci¨®n. Obliga a implantar un sistema de monitorizaci¨®n para asegurar el cumplimiento de esos protocolos. Y recoge, por fin, la petici¨®n de expertos y v¨ªctimas de abusos en el deporte para hacer obligatoria la figura clave del delegado de protecci¨®n.
Hay pa¨ªses como Reino Unido que lleva tiempo emple¨¢ndola y destacando su importancia primordial. ?l o la delegada de protecci¨®n es la persona encargada de velar por la seguridad de los menores, de garantizar que el lugar de entrenamiento sea un lugar sano, donde reine la exigencia f¨ªsica, pero no tengan cabida insultos, vejaciones, menosprecios, abusos, ni ning¨²n tipo de acoso. Es el primer mecanismo de control: la pieza que se encarga de que se implementen los protocolos, de escuchar a los menores, sus avisos sobre cualquier tipo de abuso, y de trasladar sus denuncias a las autoridades competentes si son constitutivas de delito.
En la legislaci¨®n anterior, la figura del delegado de protecci¨®n no era obligatoria. Era requerida por protocolos precedentes, pero, en la mayor¨ªa de los casos, si exist¨ªa la ejerc¨ªa personal interno a las federaciones y sin ning¨²n tipo de formaci¨®n espec¨ªfica. Se cubr¨ªa el organigrama por protocolo, no de manera efectiva. Para la prevenci¨®n o gesti¨®n de casos de abusos y acoso es fundamental la presencia de delegados formados que sepan observar, detectar se?ales y actuar ante ellas. El CSD obliga ahora a que esa figura tenga formaci¨®n espec¨ªfica y se ha comprometido a d¨¢rsela no s¨®lo a sus delegados, sino tambi¨¦n a los de las Federaciones. Se ha decidido externalizar esa formaci¨®n y, a falta de la firma del contrato, el CSD prev¨¦ iniciarla durante este mes de enero, coordinada por B¨¢rbara Fuertes, al frente de la subdirecci¨®n general de deporte y mujer.
¡°Es importante que se cambien h¨¢bitos, que las federaciones se acostumbren a contar con especialistas en este ¨¢mbito, que se desarrolle y consolide un tratamiento diferenciado para los menores y las mujeres. Hay inercias que tienen que cambiar. El elemento educativo es clave, la ejemplaridad que le corresponde al CSD, tambi¨¦n¡±, afirma Joaqu¨ªn de Ar¨ªstegui, director general del Consejo Superior de Deportes desde junio. El CSD ha dispuesto la presencia de dos delegados de protecci¨®n en el CAR: uno para los menores residentes en la Blume y otro para los que entrenan en sus instalaciones como externos o invitados. Adem¨¢s, ha decidido acotar zonas espec¨ªficas para que los menores est¨¦n especialmente protegidos. ¡°Donde el delegado pueda cumplir mejor su funci¨®n¡±, matiza Ar¨ªstegui.
?El delegado de qu¨¦?
En oto?o, con la Ley ya aprobada desde hace meses, algunas federaciones respondieron con sorpresa y desconocimiento a la llamada de este peri¨®dico para preguntar por la figura del delegado de protecci¨®n: ¡ª¡±?el delegado de qu¨¦?¡±¡ª. Otras dieron por hecho que, al tener delegado de protecci¨®n de datos, ¡°seguramente¡± tendr¨ªan ¡°tambi¨¦n el de protecci¨®n de menores¡±, extraviado en cualquier caso en el organigrama. La Federaci¨®n de nataci¨®n, en cambio, s¨ª lleva a?os tom¨¢ndose muy en serio esta figura y form¨¢ndola para las tareas espec¨ªficas.
¡°Somos un pa¨ªs de vanguardia en muchas cosas. En la protecci¨®n del menor y en la inclusi¨®n de la mujer tenemos que llegar a serlo tambi¨¦n. Y para eso el CSD utilizar¨¢ todos sus recursos de persuasi¨®n y actuaci¨®n¡±, explica Ar¨ªstegui. ¡°Tenemos que extremar las medidas. Ser ejemplares en controlar peque?os h¨¢bitos y comportamientos que en otros tiempos se hab¨ªan podido normalizar, pero ya no tienen cabida. Somos un entorno social¡±, a?ade Jos¨¦ Hidalgo, Presidente de la Asociaci¨®n del Deporte Espa?ol (ADESP) ¡ªque agrupa a todas las federaciones de deportes ol¨ªmpicos, no ol¨ªmpicos y adaptados, salvo la de f¨²tbol¡ª. ¡°Tenemos que tener una sensibilidad distinta. Hay mucho por hacer y el deporte puede servir para la concienciaci¨®n social. Queremos hacer bandera de la protecci¨®n del menor, como herramienta ejemplarizante, y tiene que haber una gu¨ªa clara de actuaci¨®n para atajar este problema¡±, completa Hidalgo, que asume que, hasta la fecha, la voluntad va por delante de la asunci¨®n de medidas y que muchas federaciones tienen ¡°los deberes por hacer¡±.
Los protocolos de 2013 que no se aplicaron en el caso de Betx¨ª obligaban, adem¨¢s, a adoptar una serie de medidas de prevenci¨®n, y dejar claras, por ejemplo, las funciones del entrenador (que no es un masajista). Describ¨ªan los riesgos potenciales asociados a las actividades deportivas y las posibles medidas preventivas. En el pabell¨®n de gimnasia de Betx¨ª nadie sab¨ªa nada de estas normas. Tampoco sab¨ªan, por ejemplo, que no hab¨ªa que cerrar con llave la sala de fisioterapia; ni que hab¨ªa que indicar el horario en que se utilizaba esa sala y por qu¨¦ profesional. No estaban colgadas en ning¨²n sitio. A pesar de ser de obligado cumplimiento. Es m¨¢s, durante el juicio a Carlos Franch, Luc¨ªa Guisado, seleccionadora nacional de gimnasia art¨ªstica (llamada a declarar como testigo), neg¨® incluso que existiera el protocolo (las Federaciones est¨¢n obligadas a colgarlo en su web para recibir las subvenciones del CSD). ¡°En 2017 [a?o en que las ni?as denunciaron] no hab¨ªa un protocolo; se puso en marcha despu¨¦s [en realidad lo estaba desde 2013]¡±, declar¨® en el juicio oral.
Esos protocolos ahora se han renovado. De 10 p¨¢ginas se ha pasado a 22. Se detallan las situaciones, actitudes y comportamientos relacionados con la violencia sexual (y se hace especial hincapi¨¦ en el llamado grooming, es decir, la relaci¨®n de desequilibrio de poder y dependencia que se genera entre entrenadores y deportistas y las relaciones abusivas que implica), se detallan las medidas preventivas, a qui¨¦n y c¨®mo pedir ayuda, los protocolos de actuaci¨®n, el comit¨¦ asesor, la atenci¨®n a las v¨ªctimas y la evaluaci¨®n, seguimiento y registro de los casos.
El CSD ha hecho los deberes y los ha implantado en los Centros de Alto Rendimiento y de Tecnificaci¨®n (en los que tiene competencia). La actuaci¨®n de las Federaciones es desigual y va a rebufo. ¡°Nuestro protocolo [para el CAR] fue aprobado el 21 de septiembre. Despu¨¦s, las federaciones son entidades privadas sobre las que nosotros debemos ejercer la tutela y supervisi¨®n de las funciones p¨²blicas delegadas¡±, analiza Txus Mardaras, subdirector de promoci¨®n e innovaci¨®n del CSD.
El Consejo mand¨® su protocolo a las federaciones para que estas pudieran inspirarse en ¨¦l y aportar o incorporar sugerencias. En las p¨¢ginas web de las federaciones m¨¢s importantes, sin embargo, ni siquiera est¨¢ todav¨ªa colgado el nuevo protocolo. Siguen todas con el antiguo y muy escondido. Al CSD le consta que ¡°varias federaciones ya lo han adoptado¡±, otras ¡°esperan a que se convoquen las juntas para hacerlo¡±. Recuerdan que para ser beneficiarios de las subvenciones del CSD ¡°deben tenerlo adoptado y publicado¡± y esperan que as¨ª sea ¡°pr¨®ximamente¡±.
¡°No queremos entornos cerrados¡±
¡±Aqu¨ª recibimos deportistas seleccionados por sus respectivas federaciones y lo primero que hacemos es tener una entrevista con sus padres. De los 2.432 usuarios de las instalaciones, aproximadamente el 21% son menores y cada vez son m¨¢s j¨®venes porque el alto rendimiento empieza antes. Buscamos el v¨ªnculo con la federaci¨®n a trav¨¦s de sus tutores, a los que les damos una beca de residencia. A las federaciones les pedimos que se involucren en la vida diaria del deportista. Hay federaciones, como gimnasia, que tienden al aislamiento, por su exigencia. No queremos entornos cerrados. El tutor vela por la buena integraci¨®n de los ni?os¡±, prosigue Mardaras.
Una demostraci¨®n del ¡°aislamiento¡± que reina en algunas federaciones es que Karima S¨¢nchez (la tutora que reside en la Blume, igual que Jos¨¦ Ram¨®n L¨®pez) no puede entrar al pabell¨®n para ver los entrenamientos de gimnasia femenina; s¨ª los de masculina. Los tiene que ver desde fuera, a trav¨¦s de la cristalera. ?Por qu¨¦? ¡°Cada entrenador establece sus normas y a lo mejor quiere m¨¢s intimidad en los entrenamientos¡±, responde ella, contratada por la propia Federaci¨®n de gimnasia.
En la residencia y en el CAR hay menores de cinco deportes: golf, gimnasia, judo, tenis de mesa y triatl¨®n. Son 200 en total, que se entrenan y estudian en las instalaciones, y 42 internos, que viven y duermen en la residencia. ¡°Hacemos un reporte mensual a las federaciones de todo lo que ha sucedido durante el mes, (si alguien ha suspendido, si alguien se ha puesto enfermo y hemos tenido que ir a urgencias, si alguien se ha saltado las normas¡) as¨ª tienen un control de todo lo que pasa aqu¨ª dentro. La federaci¨®n transmite toda la informaci¨®n al CSD y ese mismo informe se utiliza para informar a los padres¡±, exponen Karima y Jos¨¦ Ram¨®n.
La aprobaci¨®n de la Ley de Protecci¨®n a la infancia llega tarde para las v¨ªctimas de abusos, pero no para todos los menores que se desarrollan en todos los ¨¢mbitos, tambi¨¦n en el deportivo. El reto de las instituciones, en la aplicaci¨®n de un texto que nace con vocaci¨®n de transformaci¨®n social, es romper el silencio, ventilar los entornos claustrof¨®bicos, desmontar las dependencias nocivas, determinar sin excusas la l¨ªnea entre disciplina y la humillaci¨®n, sensibilizar desde la educaci¨®n, abordar la lacra como una estrategia de protecci¨®n global desde la base de la pir¨¢mide e invertir en la formaci¨®n de formadores. La comunicaci¨®n como prevenci¨®n. La denuncia de cualquier indicio de violencia contra los menores ya es obligatoria por ley, especialmente entre aquellos colectivos profesionales que tengan un contacto habitual con menores. El deporte espa?ol, de los clubes de barrio al CSD, pasando por las federaciones, se enfrenta al compromiso inaplazable de la protecci¨®n a los menores. Para que el futuro crezca sano.
Joaqu¨ªn de Ar¨ªstegui: ¡°Ante cualquier duda, abrir una investigaci¨®n¡±
¡±Desde que Irene [Lozano] ha llegado a la presidencia del CSD establecimos que cuando haya sospechas de un caso, el planteamiento es: ante la duda, se va a votar la investigaci¨®n. El mensaje que hemos pasado a entrenadores, federaciones, t¨¦cnicos, deportistas, organizadores de competici¨®n es: ante la duda aqu¨ª va a haber una intervenci¨®n inmediata¡±, cuenta Joaqu¨ªn de Ar¨ªstegui, director del CSD desde el pasado mes de junio.
¡°Cuando a m¨ª me llega que una madre de un deportista ha dicho que ha o¨ªdo esto, en dos horas se le est¨¢ llamando, porque creemos que la ley no solo tiene la voluntad de ser moderna e innovadora, revolucionaria en cuanto a m¨¦todos y organismos, tiene que ser eficaz. Y para ser eficaz, la inmediatez es fundamental en ese ¨¢mbito de protecci¨®n. No hay niveles intermedios, en cuanto hay una alerta de un caso, llega directamente a mi oficina. Hay que evitar eslabones intermedios que a veces no es que sean muy lentos, pero...¡±, abunda.
¡°El CSD es el ¨®rgano del gobierno encargado de las pol¨ªticas p¨²blicas del deporte. Y aqu¨ª no se puede elegir n¨²mero, aqu¨ª no se puede elegir una subvenci¨®n. No es una opci¨®n ni es gradual. A m¨ª no me va a venir una federaci¨®n por muy importante que sea: no mira, este a?o vamos a empezar con que si solamente tenemos tres casos hemos mejorado. No, no, este a?o se va a aplicar la ley ¨ªntegramente y aunque haya un solo caso hay que publicitarlo, se tiene que hacer todo lo que hace falta, para que haya una percepci¨®n de que el deporte es tambi¨¦n un cauce de educaci¨®n, de divulgaci¨®n y de reconocimiento de que hay que avanzar en estas cosas. En algunos sectores del deporte necesitan un poquito de pedagog¨ªa y creo que Irene Lozano es un perfil muy bueno para hacer pedagog¨ªa. Vamos a ser menos t¨ªmidos en este CSD. Aqu¨ª no se puede jugar eligiendo las cartas¡¡±, concluye.
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