Nadal y el tenis regresan... ante 4.000 personas
El balear y otras figuras vuelven a la pista en una exhibici¨®n celebrada en Adelaida con las gradas a rebosar, sin mascarillas ni distancia por el ¨¦xito de la pol¨ªtica restrictiva de Australia contra la pandemia
Bumer¨¢n en mano, Rafael Nadal luc¨ªa dentadura y sonrisa despu¨¦s de imponerse a Dominic Thiem (7-5 y 6-4) en el bolo celebrado en Adelaida que supon¨ªa, al fin y al cabo, el regreso de ¨¦l y la raqueta en este 2021 que tambi¨¦n se antoja complicado. El mallorqu¨ªn gan¨®, compitiendo tanto ¨¦l como su adversario a medio gas, soltando piernas y brazos, pero un elemento sobresali¨® en el guion de una tarde a contracorriente en estos tiempos extra?os de silencio y cemento en el deporte. Nadal venci¨® entre v¨ªtores, envuelto...
Bumer¨¢n en mano, Rafael Nadal luc¨ªa dentadura y sonrisa despu¨¦s de imponerse a Dominic Thiem (7-5 y 6-4) en el bolo celebrado en Adelaida que supon¨ªa, al fin y al cabo, el regreso de ¨¦l y la raqueta en este 2021 que tambi¨¦n se antoja complicado. El mallorqu¨ªn gan¨®, compitiendo tanto ¨¦l como su adversario a medio gas, soltando piernas y brazos, pero un elemento sobresali¨® en el guion de una tarde a contracorriente en estos tiempos extra?os de silencio y cemento en el deporte. Nadal venci¨® entre v¨ªtores, envueltos ¨¦l y el resto de los participantes de la exhibici¨®n por el calor de una multitud de unas 4.000 personas apostadas en las gradas, sin mascarillas ni distancia social. Es decir, hoy es noticia, casi de ciencia ficci¨®n, lo que antes era normal.
¡°Espero que todo esto acabe lo antes posible y podamos disfrutar con los aficionados lo antes posible¡±, deseaba el balear, feliz despu¨¦s de haber superado la cuarentena de dos semanas impuestas por las autoridades ¡ªcon la excepci¨®n de salir para entrenar¡ª y comprensivo con el celoso procedimiento que est¨¢ aplicando el pa¨ªs, donde se ha reducido dr¨¢sticamente la movilidad y que pr¨¢cticamente ha sellado sus fronteras. ¡°Una cuarentena de 14 d¨ªas no es lo ideal, pero es lo que debemos hacer ahora. Creo que Australia es un ejemplo de c¨®mo hacer las cosas y solo puedo felicitarles. Echaba mucho de menos jugar en una pista con tanta gente¡±, prolongaba el n¨²mero dos, que a sus 34 a?os afronta un a?o trascendental en su carrera.
Con 20 grandes en el bolsillo, la misma cifra que Roger Federer, el espa?ol tratar¨¢ de aprovechar la ausencia del suizo en el Open que arranca el d¨ªa 8 (al 21) para deshacer el empate y encabezar el listado de majors por primera vez. Tiene Nadal, pues, una extraordinaria oportunidad en Australia, desde donde llegan escenas que retrotraen a los viejos tiempos del deporte, pa¨ªs ahora envidiado. En la costa sur, donde se localizan Adelaida y Melbourne, se han levantado las restricciones y no es obligatorio llevar la mascarilla por la baja cifra de contagios detectados: menos de 29.000 casos desde marzo de 2020 y una incidencia acumulada de seis en la ¨²ltima semana. 909 fallecidos desde entonces.
Por eso, en Adelaida se pudo ver una pista rebosante y a unos tenistas reanimados. Poco o nada que ver con las escenas de Nueva York y Roland Garros del curso pasado; al US Open no pudo asistir un solo espectador y en Par¨ªs, los 1.000 espectadores admitidos apenas adornaban el desolador escenario oto?al, sumamente fr¨ªo. En Melbourne, las pr¨®ximas dos semanas, la felicidad ser¨¢ todav¨ªa incompleta, pero desde luego mucho m¨¢s cercana a la de la normalidad. La federaci¨®n australiana (Tennis Australia) decidi¨® finalmente que haya un aforo del 50%, por lo que las pistas recuperar¨¢n algo de chispa y el desarrollo de los partidos ser¨¢ m¨¢s parecido al habitual. Durante dos semanas, el tenis recuperar¨¢ algo de luz.
¡°No jug¨¢bamos delante de tanta gente desde hace casi doce meses. Gracias por venir y alegrarnos el d¨ªa y el a?o¡±, festejaba Novak Djokovic, al que unas ampollas solo le permitieron disputar un set contra Yannik Sinner. ¡°Esto es verdaderamente genial¡±, se sumaba Serena Williams, quien se midi¨® con la japonesa Naomi Osaka (¡°?Se ha hecho eterno!¡±) mientras Simona Halep lo hac¨ªa con la n¨²mero uno, la local Ashleigh Barty. Mientras todo eso suced¨ªa, el encierro exigido por las autoridades (acompa?ado de un pu?ado de protestas con poco fundamento) quedaba ya atr¨¢s y los tenistas, tanto en Adelaida como Melbourne, iban abandonando sus hoteles de forma progresiva para enfilar un par de eventos de rodaje antes del pistoletazo del Open.