Griezmann levanta al rey de Copa
El Barcelona remonta en la pr¨®rroga un partido que perd¨ªa por 2-0 a falta de tres minutos, negado ante la excelente defensa del Granada
No hay competici¨®n m¨¢s vibrante y popular que la Copa. Y no hay tampoco equipo m¨¢s copero que el Bar?a. El torneo ha dado fe de vida del Barcelona en los momentos de extrav¨ªo y tambi¨¦n en los de plenitud, a veces salvavidas de la temporada y en ocasiones colof¨®n del a?o, siempre presente en la historia del club, tambi¨¦n en Granada. La capacidad de supervivencia azulgrana se impuso al excelente ejercicio defensivo del conjunto andaluz. El partido fue un carrusel de emociones, cambiante y lleno de giros, resuelto por la determinaci¨®n de Griezmann. Nadie como el franc¨¦s para simbolizar la jornada: Griezmann se aferra al equipo, dispuesto a reivindicar su puesto en la mesa del capit¨¢n Messi, de la misma manera que el Bar?a se engancha a la Copa, ya semifinalista, despu¨¦s de su delicada situaci¨®n en LaLiga y la incerteza de Europa.
Alrededor de la fe de Griezmann, se activ¨® Messi mientras Jordi Alba y De Jong remataban la remontada del Bar?a. La fecundidad azulgrana en los tres ¨²ltimos minutos de partido y la media hora de pr¨®rroga contrast¨® con su esterilidad durante 87 minutos, los que domin¨® el Granada con su excelente defensa del ¨¢rea peque?a y la punter¨ªa de sus francotiradores Kenedy y Soldado. Los villanos fueron Umtiti y Trinc?o y los h¨¦roes, Aar¨®n y Griezmann. Los azulgrana son irregulares por definici¨®n porque el equipo est¨¢ desequilibrado por los contrastes de sus futbolistas y su l¨ªder Messi todav¨ªa no se sabe si continuar¨¢ en el Camp Nou.
Las alineaciones delataron la trascendencia que cada entrenador le daba al partido, prioritario para Koeman y menos trascendente para Diego Mart¨ªnez, condicionado por las ausencias y el carrusel de 34 encuentros acumulados por el Granada. La presencia de Trinc?o era el ¨²nico rastro de que el Bar?a disputaba la Copa y no LaLiga. El t¨¦cnico prescindi¨® de Neto, suplente despu¨¦s de su irregular actuaci¨®n en Vallecas, y apost¨® por Ter Stegen. La decisi¨®n compromete al portero suplente brasile?o.
Necesitaban los azulgrana sentirse fuertes en las ¨¢reas y las parejas Ter Stegen-Umtiti y Messi-Griezmann le daban mejores sensaciones a Koeman. Aunque la necesitad de rotar no permite identificar a los titulares, Diego Mart¨ªnez dispuso a m¨¢s suplentes que el t¨¦cnico del Bar?a. Apostaba por competir el Granada; al Bar?a solo le val¨ªa ganar, y su ambici¨®n se advirti¨® nada m¨¢s empezar la contienda cuando tom¨® la pelota Pedri. Los exquisitos pases interiores del canario aceleraban y culminaban la posesi¨®n del Barcelona. Las jugadas, sin embargo, acababan en Trinc?o, demasiado t¨ªmido como rematador y regateador, negado tambi¨¦n ante Aar¨®n.
El mon¨®logo azulgrana era r¨¢pido, fluido en la circulaci¨®n y agresivo en recuperaci¨®n, siempre profundo y muy exigente para el Granada. Las llegadas barcelonistas se repet¨ªan, funcionaba su f¨²tbol de presi¨®n y combinaci¨®n y el equipo se sent¨ªa c¨®modo y a gusto hasta que alcanzaba el ¨¢rea del Granada. A falta de un ariete, ning¨²n delantero remataba la productividad del Bar?a. Los muchachos de Diego Mart¨ªnez, mientras, aguantaban en su cancha y buscaban el pase largo a espaldas de Umtiti, conscientes de que su suerte pasaba por ser m¨¢s efectivos y marcar antes que el Bar?a. Las faltas y los bloqueos de Eteki reduc¨ªan a Messi.
Negado ante Aar¨®n, el Bar?a fue generoso en cambio ante Ter Stegen. Umtiti cometi¨® un error may¨²sculo y propici¨® el robo y el centro de Soro para el remate de Kenedy. La pel¨ªcula de los partidos contra el Getafe, Madrid, Alav¨¦s, Athletic o C¨¢diz, protagonizada por los errores individuales de j¨®venes y veteranos, volvi¨® a la memoria del barcelonismo despu¨¦s de una serie de ocho victorias y dos empates, solo interrumpida por la derrota en la Supercopa contra el Athletic.
No despabil¨® el Bar?a en el descanso sino que tom¨® un segundo gol en una jugada de dos pases rematada por Soldado despu¨¦s de petrificar a Umtiti. Aturdidos, los azulgrana perdieron el tiempo, desfigurados y desanimados, siempre reducidos en ¨²ltima instancia por los postes ¡ªhasta tres¡ª y por Aar¨®n. El Barcelona parec¨ªa rendido, sin que los cambios de Demb¨¦l¨¦, Riqui y Braithwaite cambiaran el guion, cuando Messi conect¨® con Griezmann. Y en tres minutos, justo cuando el partido se acababa, llegaron dos jugadas y los dos goles del empate: el franc¨¦s remach¨® la primera con la ayuda de Aar¨®n y el palo y Alba remach¨® la segunda servida por Griezmann. El recital del franc¨¦s no se detuvo ni en la pr¨®rroga porque anot¨® el 2-3. Y, aunque el ¨¢rbitro pit¨® un penalti por una carga de Dest y permiti¨® empatar al Granada, despu¨¦s de que a Luis Su¨¢rez se le escapara el 3-2 en el minuto 90, el camale¨®nico Bar?a no perdon¨® con los tantos de De Jong y Alba. Aar¨®n ya no pudo detener a los azulgrana, descamisados en un final ¨¦pico propio del rey de Copas como es el Bar?a.
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