Nadal se agarra al oficio

Buscaba Rafael Nadal respuestas en el pulso con Cameron Norrie y las obtuvo. Sin brillos, pero sin especular y decidido, el espa?ol rindi¨® a un adversario duro de pelar como es el brit¨¢nico, un jornalero que no hace concesiones y que plante¨® un pulso ¨¢spero. Lo previsto. Enred¨® el primer set y trab¨® tambi¨¦n el arranque del segundo, haciendo la goma todo el rato; sin embargo, el mallorqu¨ªn se corrigi¨® y fue imponi¨¦ndose a fuerza de oficio. Le falt¨® tino, pero la direcci¨®n es buena. Pese a los problemas que arrastra en la zona lumbar, el balear ya ha franqueado las tres primeras estaciones y se adentra en la segunda semana del torneo ganando ritmo. Norrie le exig¨ªa subir un pelda?o respecto a los dos compromisos anteriores, y lo hizo. Fue un d¨ªa de correcci¨®n: 7-5, 6-2 y 7-5, en 2h 14m. Espera ahora un cruce en los octavos con un viejo conocido, poco deseable seguramente, Fabio Fognini (6-4, 6-3 y 6-4 a Alex de Mi?aur).

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Nadal, sacar o caer

Nadal descuenta otra ronda

Las gaviotas oteaban desde la cubierta de la Rod Laver en la sesi¨®n nocturna. Despu¨¦s de cinco d¨ªas de relativo bullicio, en la pista central se respiraba de nuevo un silencio fr¨ªo y un ambiente as¨¦ptico, pero Nadal cogi¨® el partido por la pechera desde el principio. De partida firm¨® un ace, un juego en blanco y seis puntos seguidos, haci¨¦ndose fuerte en los peloteos. Pero sin claridad en la definici¨®n. Presion¨® a Norrie en los dos primeros restos, pero el brit¨¢nico (25 a?os, 69? de la ATP y tambi¨¦n zurdo) no se arrug¨®. A falta de golpes definitivos y con una derecha bastante deficitaria, el rival tir¨® de agallas, piernas y un aceptable rev¨¦s para compensar. As¨ª se enganch¨® al duelo, aunque la resistencia dur¨® lo que le cost¨® a Nadal coger algo de filo. Lo dicho, control y oficio. Un buen trabajo. Bast¨® con eso.

El balear dej¨® una rendija en el quinto juego y lo aprovech¨® Norrie para obtener el primer break de la velada, pero la enmienda fue inmediata y fulminante. Le devolvi¨® la rotura en blanco y a la que oli¨® la sangre, Nadal actu¨®. Otra vez apoyado en el rev¨¦s, porque el drive sigue perezoso y sin impactar del todo limpio, el n¨²mero dos desbloque¨® el primer parcial y puso la directa con otros dos golpes certeros para anotarse el segundo, manteniendo en todo momento las distancias. No interesaba que se alargase la historia, por eso de proteger la espalda. Aunque no termine de soltarse, Nadal se las sabe todas y dio un aceler¨®n imprescindible para evitar cualquier l¨ªo. Meti¨® una marcha m¨¢s que ante Djere y Mmoh, pero la impresi¨®n es que sigue sin estar del todo c¨®modo. Falta chispa, l¨®gicamente. En cualquier caso, un d¨ªa m¨¢s, una ronda menos.

Siempre combativo, Norrie se agarr¨® con todo al partido, que si se estir¨® fue en buena medida porque Nadal (35 errores no forzados) dej¨® pasar varios trenes. Se procur¨® 12 opciones de break, de las que convirti¨® cinco. Su adversario, mientras tanto, acert¨® en la ¨²nica que tuvo.

Aun y todo, cada vez que llam¨® a la puerta se la encontr¨® cerrada. A la espera de que la musculatura de la espalda se destense m¨¢s y de que llegue una dosis mayor de inspiraci¨®n, Nadal se blind¨® y tir¨® de rev¨¦s. Domina el oficio y lee como pocos. Se protegi¨® con el servicio, con unos registros de velocidad ligeramente superiores a los de las dos primeras citas (197km/h de pico, 179 en el promedio de los primeros y 152 en el de los segundos), y a base de ma?a acab¨® poni¨¦ndole el lazo a un d¨ªa que, de nuevo, impon¨ªa ganar o ganar.

Llega ahora el indescifrable Fognini, tan genial como desastroso. La primera prueba de relevancia. El italiano, tenista guadianesco que viene y va, seg¨²n le apetezca, ya sabe qu¨¦ es derribarle en un grande, hace seis a?os en Nueva York. As¨ª que peligro, un puede hacer mucho da?o. Ahora s¨ª que s¨ª, el presente le demanda a Nadal un estir¨®n.

Open de Australia: resultados (s¨¢bado 13) y orden de juego (domingo 14).