Haaland aterroriza al Sevilla
La gran actuaci¨®n del delantero noruego en la primera mitad da ventaja al Dortmund ante el equipo andaluz, que mejor¨® en la segunda para maquillar un 2-3 casi definitivo
Los grandes partidos est¨¢n para los grandes futbolistas. Pasarelas extraordinarias para que futbolistas como Haaland se presenten en estas citas tan especiales. El delantero noruego aterroriz¨® al Sevilla con una brillante primera mitad para dar una ventaja importante al Dortmund, pero no definitiva en esta ida de los octavos de final. Tras un primer tiempo donde los andaluces fueron ampliamente superados, el Sevilla se reh¨ªzo en la segunda con los cambios, t¨¢cticos y de hombres, introducidos por Julen Lopetegui. El Dortmund jug¨® por momentos a una velocidad inalcanzable para el Sevilla. En especial gracias a Haaland, que asombra con sus cifras. Ha anotado 25 goles en 24 partidos este curso y lleva ya ocho en esta edici¨®n de la Liga de Campeones. El Sevilla, que no pudo competir apenas en la primera mitad, al menos lo intent¨® en la segunda. Incluso roz¨® el empate tras el gol de De Jong con un gran lanzamiento de ?scar al palo. El Sevilla, a pesar del mal resultado, se conjura para dar guerra en la vuelta. El Dortmund tiene grandes virtudes, pero tambi¨¦n flojea en la parte de atr¨¢s.
Harto de celebrar triunfos en la Liga Europa, este Sevilla tan fiable se pon¨ªa de largo en la fase decisiva de la Champions para recibir un bofet¨®n de realidad. Un tren capitaneado por un gran Haaland y un din¨¢mico Sancho le pas¨® por encima, acabando con las virtudes del cuadro andaluz, incapaz de imponer el ritmo de juego necesario en un partido disputado a una velocidad a la que sus jugadores no pueden llegar. Asombrado en el banquillo, Lopetegui observ¨® c¨®mo un partido que se pon¨ªa de dulce con el afortunado gol de Suso viraba para convertirse en un suplicio para su equipo, en un tormento para unos jugadores acostumbrados a otro ritmo, masacrados por la vitalidad de los jugadores del Dortmund del centro del campo en adelante.
El mejor exponente del vertiginoso juego del Dortmund fue, sin duda, Haaland. Un portento de 20 a?os que juega a una quinta velocidad, la de los elegidos. El noruego se expresa con una potencia fuera de lo com¨²n. Solo as¨ª se puede entender que con el 1-0, el n¨®rdico atrajera hasta a tres rivales en la banda para dejar el bal¨®n en el borde del ¨¢rea a Dahoud. El recorte y la definici¨®n del centrocampista fueron de un gran nivel para batir a Bono, algo que no se hab¨ªa producido en los siete partidos anteriores del Sevilla, donde no hab¨ªa recibido ning¨²n gol.
Con el empate, el partido requer¨ªa grandes dosis de inteligencia para el equipo andaluz. Especialmente porque con campo por delante y la explosividad de sus jugadores el Dortmund es un equipo muy peligroso. El Sevilla, realmente, no tuvo un plan porque se limitaba a tocar con cierto orden, pero de manera previsible, sin capacidad para desbordar y con sus jugadores empeque?ecidos ante la fortaleza de sus rivales. La muestra m¨¢s evidente fue el segundo gol del Dortmund. Haaland cambi¨® el ritmo mientras la defensa del Sevilla reculaba incapaz de pararle. La pared de Sancho fue milim¨¦trica y el noruego casi se meti¨® con el bal¨®n en la porter¨ªa. Desbordado y sin argumentos, con futbolistas como Rakitic o el Papu superados por un vendaval, el Sevilla, simplemente, no ofrec¨ªa respuestas ante un Dortmund bien metido atr¨¢s.
El tercer golpe lleg¨® en una acci¨®n t¨ªpica del conjunto alem¨¢n. Sus jugadores acosaron como lobos al Papu en el centro del campo. El argentino hab¨ªa recibido un pase muy complicado de Rakitic. Tras el robo, el contragolpe se gest¨® en segundos para que Sancho asistiera a Haaland, que hizo su segundo gol de la noche.
Lopetegui movi¨® bien las fichas tras el descanso. Orden¨® una defensa de tres centrales, con Fernando atr¨¢s, m¨¢s Gudelj por el medio. Revitalizado por la entrada de futbolistas como De Jong y ?scar, el Sevilla acort¨® distancias y roz¨® el empate en una falta. Se desprendi¨® de sus complejos y compiti¨® para adecentar un mal resultado, pero no imposible de remontar en la vuelta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.