Ca¨ªda y llanto de Serena Williams
Osaka desborda a la estadounidense (6-3 y 6-4) y la aparta del 24? grande, cada vez m¨¢s lejano. La japonesa aspira a su segundo trofeo en Australia en la final contra Brady (6-4, 3-6 y 6-4 a Muchova)
Justo antes de abandonar la central de Melbourne, Serena Williams rectifica el paso y se gira hacia las gradas. Despu¨¦s de un vistazo panor¨¢mico y un sentido saludo al p¨²blico australiano, la campeona de 23 grandes enfila el vestuario con la mano en el coraz¨®n y cabizbaja porque su amiga Naomi Osaka acaba de rendirle en las semifinales (6-4 y 6-4, en 1h 15m) y, por lo tanto, el sue?o del 24? no solo vuelve a esfumarse, sino que cada d¨ªa parece m¨¢s lejano...
Justo antes de abandonar la central de Melbourne, Serena Williams rectifica el paso y se gira hacia las gradas. Despu¨¦s de un vistazo panor¨¢mico y un sentido saludo al p¨²blico australiano, la campeona de 23 grandes enfila el vestuario con la mano en el coraz¨®n y cabizbaja porque su amiga Naomi Osaka acaba de rendirle en las semifinales (6-4 y 6-4, en 1h 15m) y, por lo tanto, el sue?o del 24? no solo vuelve a esfumarse, sino que cada d¨ªa parece m¨¢s lejano para una jugadora que el pr¨®ximo 26 de septiembre cumplir¨¢ 40 a?os y a la que se le va agotando la munici¨®n. Son ya 11 asaltos, y otras tantas frustraciones. Esta ¨²ltima importante, pues la norteamericana hab¨ªa recuperado el nivel elevado que a?oraba y su reloj deportivo descuenta otra cita marcada en rojo.
¡°Me siento mal cuando le gano a ella¡±, dice la japonesa mientras recuerda que creci¨® viendo los triunfos de Williams. Ahora es ella la inspiraci¨®n, altavoz social e icono medi¨¢tico; una pegadora en fase creciente y cada vez m¨¢s serenizada por juego, carisma e impacto. Tambi¨¦n por su discurso. ¡°La gente no recuerda a los subcampeones, en las finales es donde te distingues¡±, a?ade antes del choque del s¨¢bado (9.30) con Jennifer Brady (6-4, 3-6 y 6-4 a Karolina Muchova). De ganar, significar¨ªa el segundo t¨ªtulo de Osaka en Australia, tras el de 2018, y el cuarto grande de su carrera. ¡°Cuando era m¨¢s joven, mi meta era hacer historia. Quer¨ªa ser la primera japonesa que ganase un Grand Slam¡±, prosigue; ¡°ahora vivo la vida, y quiz¨¢ m¨¢s adelante valore todo lo que estoy haciendo¡±.
Recuerda su tenis al de la norteamericana, que desde su regreso al circuito despu¨¦s de haber estrenado maternidad, en septiembre de 2017, ha perdido once balas. La ¨²ltima en Australia, el mismo escenario que asisti¨® a su ¨²ltimo gran ¨¦xito. Lo intenta y lo intenta Serena, pero el tiempo vuela y el sue?o de alcanzar el r¨¦cord de los r¨¦cords, los 24 laureles de Margaret Court, comienza a parecer una quimera.
¡°No dir¨ªa que estaba nerviosa. Sencillamente, hoy he cometido muchos errores [24 frente a 21], esa fue la diferencia¡±, dice en su di¨¢logo con los periodistas. ¡°Me sent¨ªa bien. Estaba peg¨¢ndole bien a la bola durante todo el torneo. Jugu¨¦ bien los dos primeros juegos, tuve muchas oportunidades...¡±, se reprocha la legendaria tenista.
Fallan las fuerzas, empujan las j¨®venes, se proyecta y se postula la medi¨¢tica Osaka. Firm¨® cuatro finales de 2018 a 2019, pero despu¨¦s ha ido perdiendo hegemon¨ªa y la derrota contra la nipona fue la viva imagen de la transici¨®n, del relevo en el reinado. Mientras una gana brillo, la otra agudiza su fase crepuscular. Y eso que durante estas dos semanas, Williams ha competido como hac¨ªa mucho que no compet¨ªa. Si en los ¨²ltimos majors progresaba a tirones, empujada por el peso de su halo hist¨®rico, en este Open su juego ha repuntado y registr¨® victorias de m¨¦rito contra Halep o Sabalenka, por ejemplo. Poco que hacer ante Osaka, en cualquier caso.
La japonesa la despach¨® con un ejercicio autoritario, en un duelo que transcurri¨® a palos, sin ritmo y decantado por el servicio. Inabordable con los primeros (85% de ¨¦xito), Osaka arrebat¨® cuatro veces el saque de su rival (en las cuatro oportunidades que tuvo) y pese al borr¨®n de las ocho dobles faltas abort¨® cualquier intento de respuesta. Replic¨® en el primer parcial con un doble break y cuatro juegos consecutivos, y neutraliz¨® a la estadounidense en el segundo con una respuesta inmediata cuando Serena contragolpe¨® al octavo juego. Acci¨®n y reacci¨®n. La bola a una velocidad de v¨¦rtigo, con saques cercanos a los 200 km/h, por parte de ambas, y un desenlace que priva a Williams del gran objetivo.
Dolor, pues, para una campeona herida que hist¨®ricamente se ha alimentado de la victoria y ahora, cerca de su adi¨®s, ve c¨®mo se le escapan los trenes. ¡°Por c¨®mo has abandonado la pista, algunos se preguntan si estabas despidi¨¦ndote¡±, le plantean. ¡°No lo s¨¦, pero si lo hiciera, no se lo dir¨ªa a nadie¡±, resuelve antes de que las l¨¢grimas le impidan seguir hablando y cierre su exposici¨®n a los tres minutos.
Open de Australia: resultados (jueves 18) y orden de juego (viernes 19).