Todo cuadra para Djokovic
El n¨²mero uno apea al novato Karatsev y aborda su novena final ¡°sin dolor, en el momento justo¡±
Djokovic y Australia, Australia y Djokovic. O una historia de amor. ¡°Son las condiciones, la superficie, los partidos de noche, que se adaptan muy bien a mi estilo¡ De alguna manera, aqu¨ª siempre encuentro la forma de sacar mi mejor juego. Cuanto m¨¢s gano, m¨¢s ganas de regresar tengo. Y esto sigue¡±, expone el n¨²mero uno ...
Djokovic y Australia, Australia y Djokovic. O una historia de amor. ¡°Son las condiciones, la superficie, los partidos de noche, que se adaptan muy bien a mi estilo¡ De alguna manera, aqu¨ª siempre encuentro la forma de sacar mi mejor juego. Cuanto m¨¢s gano, m¨¢s ganas de regresar tengo. Y esto sigue¡±, expone el n¨²mero uno despu¨¦s de acabar con el bonito periplo de Aslan Karatsev en las semifinales (6-3, 6-4 y 6-2, en 1h 53m) y haber engarzado su novena final en Australia, terreno ¨²nico y paradis¨ªaco para ¨¦l, el tenista masculino que m¨¢s y mejor ha rendido en el major oce¨¢nico.
Ya se sabe: las ocho veces que lleg¨® al episodio definitivo del torneo, gan¨®. Pleno. Y ahora, despu¨¦s de un trazado salpicado de pol¨¦mica, porque no son pocos los que han cuestionado la lesi¨®n que arrastra en el costado derecho desde la tercera ronda, vuelve a estar a un paso del trofeo. Solo Daniil Medvedev (6-4, 6-2 y 7-5 a Stefanos Tsitsipas) puede impedirlo.
En cualquier caso, llegar¨¢ Djokovic al gran d¨ªa en una circunstancia inimaginable para ¨¦l hace nada. Contra Taylor Fritz, el d¨ªa que se desaloj¨® la grada al borde de la medianoche por el confinamiento de la ciudad, el serbio not¨® unas fuertes punzadas en el lomo e insinu¨® que su continuidad estaba en al aire, y que no sab¨ªa si podr¨ªa saltar a la pista en los octavos. Lo hizo y encontr¨® un aliado en Milos Raonic, y posteriormente salv¨® un exigente duelo con Alexander Zverev que tuvo varios enredos, de los que logr¨® salir. Y este jueves, frente a Karatsev, el primer jugador capaz de alcanzar unas semifinales procedente de la fase previa, el balc¨¢nico encontr¨® exactamente lo que necesitaba.
La cuadratura, dice Nole, llega cuando ten¨ªa que llegar. ¡°Nunca hab¨ªa tenido una lesi¨®n de ese tipo en un Grand Slam y he tenido que lidiar con todas esas cosas durante los cinco ¨²ltimos d¨ªas. He tenido rivales que le pegan duro a la bola, sacadores, as¨ª que he tenido que dar lo mejor de m¨ª mismo. Despu¨¦s de jugar contra Zverev estaba exhausto, pero he podido superar todos esos desaf¨ªos¡±, valora antes de referirse al reconstituyente encuentro con Karatsev: ¡°No pens¨¦ que iba a poder jugar sin dolor, pero as¨ª ha sido. Jugu¨¦ sin dolor esta noche. He tenido mis mejores sensaciones de todo el torneo. Es el d¨ªa que mejor me he sentido tanto f¨ªsica como mentalmente¡±.
Es decir, fue un d¨ªa redondo en el que volvi¨® a subrayarse con el servicio (17 aces) y en el que desbarat¨® cualquier rastro de rebeld¨ªa de su rival, ahogado cuando el serbio le condujo hacia l¨ªmites competitivos que desconoc¨ªa; no en vano, Karatsev (114?) ven¨ªa hace dos semanas desde esa mara?a de jugadores que guerrean a partir del top-100 del circuito, con solo tres triunfos en la ¨¦lite y descubriendo un universo completamente novedoso para ¨¦l.
¡°Estoy muy feliz con esta actuaci¨®n. Le he pegado a la bola sin sentir dolor y ha llegado en el momento justo, en el m¨¢s adecuado, antes de una final de un Grand Slam¡±, incide el finalista, que durante el encuentro con los periodistas insiste en no concretar qu¨¦ lesi¨®n sufre ¡ª¡±no voy a hablar de ello, solo cuando acabe el torneo¡±¡ª y que, por primera vez desde esa tercera ronda, podr¨¢ ensayar en la pista de entrenamiento para afilarse de cara al domingo.
Djokovic disputar¨¢ su 28? final en un gran escenario, las mismas que Rafael Nadal. Por delante de ellos figuran Serena Williams (33), Martina Navratilova (32), Steffi Graf y Roger Federer (31), y la australiana Margaret Court (29).
Djokovic logr¨® precisamente en Melbourne su primera victoria de relumbr¨®n, en 2008 y cuando todav¨ªa era un bravuc¨®n de 20 a?os. Ese d¨ªa, el p¨²blico australiano jale¨® al franc¨¦s Jo-Wilfred Tsonga y esta edici¨®n tambi¨¦n se ha encontrado con el respaldo de la grada a su contrincante. Sucedi¨® ante Fritz, sucedi¨® ante Karatsev. En cualquier caso, ¨¦l siente que todas las piezas encajan. Solo le falta una para completar el puzle de su 18? grande.