Medvedev engulle a Tsitsipas
El ruso disfruta del griego (6-4, 6-2 y 7-5) y, tras derribar a once ¡®top-10¡ä y encadenar 20 triunfos consecutivos desde noviembre, sumando tres trofeos, desaf¨ªa a Djokovic en la final del domingo
Dec¨ªa Novak Djokovic despu¨¦s de lograr el billete para la final del Open de Australia que este viernes por la noche, hora australiana, se har¨ªa un bol de palomitas y encender¨ªa el televisor para ver c¨®modamente qu¨¦ rival, Daniil Medvedev o Stefanos Tsitsipas, tendr¨ªa enfrente el domingo en el pulso definitivo por el t¨ªtulo. Si el n¨²mero uno cumpli¨® y no se dedic¨® a otros menesteres, seguro que no se habr¨ªa ido a la cama demasiado tranquilo al comprobar los biorritmos del ruso, que exhibi¨® rev¨¦s y se dio un fest¨ªn griego (6-4, 6-2 y 7-5, en 2h 09m) para certificar lo que se sospecha y se sabe desde hace un tiempo ya: Medvedev es verdaderamente bueno. Una amenaza en toda regla.
El ruso, de 25 a?os, suma y sigue en Melbourne. ¡°?l es el hombre a batir¡±, advert¨ªa Nole el d¨ªa previo. Y no le falta raz¨®n. El esp¨¢rrago de Mosc¨² descosi¨® por todos lados a Tsitsipas y aterrizar¨¢ en la final del domingo (9.30, Eurosport) a lomos de una intimidatoria secuencia de 20 partidos consecutivos ganados. De Par¨ªs-Bercy hacia el ep¨ªlogo del torneo australiano, el ruso ha ido despachando a quien se le pusiera de por medio, ya fuera el propio Djokovic, Nadal, Thiem o Zverev, da igual. Va lanzado Medvedev, como un meteorito hacia un pulso en el que tendr¨¢ mucho que decir el golpe de rev¨¦s.
Perfectamente afilado, el n¨²mero cuatro del mundo ¡ªvirtualmente ya el tres, por delante de Thiem, y que podr¨ªa ser el dos y desbancar a Nadal si gana el t¨ªtulo¡ª lo luci¨® como una espada de Damocles ante el jugador griego, todo resiliencia y tambi¨¦n desfondado tras el esfuerzo que llev¨® a cabo dos d¨ªas antes contra el espa?ol. No pudo m¨¢s que taparse y capear el temporal, y replicar con agallas cuando su rival levant¨® un poco el pie del acelerador. Le vino encima un infierno. Si est¨¢ inspirado como lo est¨¢ ahora, Medvedev ¡ªsegunda final de un major, tras la que perdi¨® contra Nadal en el US Open de 2019¡ª es un tenista pr¨¢cticamente imparable.
Profundiz¨® con su golpe maestro y estuvo solemne con al saque. Cedi¨® solo dos puntos con los primeros en la manga inicial, uno en el segundo y cuatro en el tercero, la ¨²nica franja en la que le comprometi¨® m¨ªnimamente Tsitsipas. Un amago de reacci¨®n; en realidad, nada. Al ateniense le llovieron 46 ganadores y 17 aces, y si estir¨® el partido algo m¨¢s fue gracias a que encontr¨® una peque?a rendija en el sexto juego de la resoluci¨®n. Con la grada a su favor ¡ªla comunidad griega se ha hecho fuerte en Melbourne¡ª, guerre¨® para estrellarse finalmente otra vez con el muro.
La majestuosa combinaci¨®n de saque y rev¨¦s de Medvedev, con ¨¢ngulos inveros¨ªmiles, sin pesta?ear, le hizo trizas y el ruso aterriz¨® delante de Djokovic. ¡°?l tiene mucho m¨¢s que perder que yo¡±, adelant¨® el moscovita, un tallo de 1,98 que jugar¨¢ su cuarta final consecutiva desde noviembre y que ha derrotado a doce top-10 desde entonces; el sudafricano Kevin Anderson fue el ¨²ltimo que le derrib¨®, en Viena. ¡±Novak es el favorito. Las ocho veces que ha llegado a las semifinales ha ganado el torneo. Yo quiero ganar mi primer Grand Slam, ¨¦l va a por el 18?¡±, indic¨®.
En el particular entre ambos, el n¨²mero uno domina por 4-3, pero la ¨²ltima vez que se toparon (tambi¨¦n en pista dura), Medvedev gan¨® en el O2 de Londres. El cartel de la final es, pues, extraordinario: el a?o de Melbourne contra el mejor del momento. ¡°?Qui¨¦n ganar¨¢? No lo s¨¦, no soy una casa de apuestas. No s¨¦ qu¨¦ decir, pero tal vez puede ser Medvedev. Ser¨ªa bueno para ¨¦l, ser¨ªa bueno para el tenis. Le pondr¨ªa un poco de pimienta, significar¨ªa un cambio en la lista¡±, coment¨® Tsitsipas despu¨¦s de que le arrollase un tren de mercanc¨ªas.
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