DeChambeau asombra con un ca?onazo antol¨®gico
El golfista estadounidense logra un golpe imposible de 370 yardas gracias a su enorme potencia
Ven¨ªa avisando Bryson DeChambeau, el golfista estadounidense de 27 a?os que en los ¨²ltimos tiempos ha revolucionado su deporte con una descomunal pegada. Iba a atreverse, s¨ª, a utilizar el driver en el hoyo 6 de Bay Hill, sede estos d¨ªas del Arnold Palmer Invitational, un par cinco de unos 500 metros en el que un inmenso lago separa el tee de salida del green. Los mortales bordean el agua con el primer golpe para pasar al ataque a la bandera con el segundo....
Ven¨ªa avisando Bryson DeChambeau, el golfista estadounidense de 27 a?os que en los ¨²ltimos tiempos ha revolucionado su deporte con una descomunal pegada. Iba a atreverse, s¨ª, a utilizar el driver en el hoyo 6 de Bay Hill, sede estos d¨ªas del Arnold Palmer Invitational, un par cinco de unos 500 metros en el que un inmenso lago separa el tee de salida del green. Los mortales bordean el agua con el primer golpe para pasar al ataque a la bandera con el segundo. Demasiado previsible para el ca?onero DeChambeau, que esperaba las condiciones ideales (fuerza y direcci¨®n del viento) para intentar lo imposible, sobrevolar el agua con el primer golpe. Lo prob¨® el golfista forrado de m¨²sculos en las rondas de pr¨¢cticas, pero ni el jueves ni el viernes la calculadora le dio el visto bueno. Hasta este s¨¢bado, cuando sac¨® de la funda el fusil y mand¨® la bola a 370 yardas (unos 338 metros) con el primer golpe. Fue el driver m¨¢s largo en ese hoyo desde 2003, y lo celebr¨® con los brazos abiertos en medio de una algarab¨ªa. ¡°Ha sido incre¨ªble tener a los aficionados ah¨ª y lo que he hecho. Espero volver a hacerlo¡±, dijo.
Aunque la machada solo le sirvi¨® para cazar el birdie, DeChambeau demostr¨® una vez m¨¢s que no va de farol. El golfista de la boina se ha propuesto hacer entrar al golf en una nueva dimensi¨®n, la de un pegador superlativo capaz de dar golpes a los que muy pocos (o nadie) se atreve. Ya lo demostr¨® en el pasado Masters de Augusta, aunque le falt¨® control para domar toda esa salvajada de potencia.
Los efectos de su apuesta por la fuerza bruta han llevado incluso a los organismos rectores del golf, la USGA y el Royal and Ancient, a plantear la prohibici¨®n de los palos de 48 pulgadas, como el que ha probado DeChambeau, y que la longitud m¨¢xima sea de 46 pulgadas. El debate sobre la distancia, y los efectos que el aumento de metros ganados al campo tiene sobre la esencia del golf, sigue muy presente. Golpe a golpe, DeChambeau sigue haciendo que todo el mundo hable de ¨¦l.