Siete batidos de prote¨ªnas para jugar al golf
El m¨¦todo del ¡®culturista¡¯ DeChambeau agita el debate sobre la importancia de la fuerza y la esencia del deporte
Objetivo: 3.500 calor¨ªas al d¨ªa. La cuenta empieza con el desayuno. Cuatro huevos, cinco tiras de bacon, tostadas y dos batidos de prote¨ªnas. En el campo de golf, un batido m¨¢s cada seis hoyos. De tentempi¨¦, barritas energ¨¦ticas. S¨¢ndwiches de mantequilla de cacahuete al mediod¨ªa. Para la cancha de pr¨¢cticas, chocolatinas, frutos secos y m¨¢s barritas. El d¨ªa acaba con un filete con patatas y dos batidos de prote¨ªnas m¨¢s, y ya van siete. La dieta de Bryson DeChambeau impacta tanto como una transformaci¨®n f¨ªsica que le ha hecho subir 20 kilos de peso en los ¨²ltimos meses. La receta le sirvi¨® para ganar el pasado US Open con una descomunal exhibici¨®n de potencia en un campo muy complejo por las calles estrechas y el rough alto. Forrarse de m¨²sculos y reventar la bola, mandarla a una velocidad supers¨®nica donde nadie ha llegado. El m¨¦todo del estadounidense, de 27 a?os, ha agitado un profundo debate. ?Va en contra de la esencia del golf, de la habilidad como factor decisivo?
¡°Sencillamente, es la evoluci¨®n del deporte. Igual que en el tenis se saca m¨¢s r¨¢pido, en el golf se pega m¨¢s lejos¡±, opina Jos¨¦ Mar¨ªa Olazabal. ¡°Aunque quiero destacar que lo m¨¢s importante no es la pegada. Si no, los que le dan m¨¢s fuerte a la bola ganar¨ªan siempre, y no es as¨ª. El juego corto es vital. DeChambeau gan¨® el US Open d¨¢ndole fuerte, s¨ª, y pateando como los ¨¢ngeles. Ese es el futuro. Para llegar, hay que ser pegador, pero tambi¨¦n tener otras cosas. Pegadores ha habido siempre. Nicklaus, Severiano y Norman lo eran. Lo que pasa es que ahora con los nuevos materiales se amplifica. O le pegas fuerte o no llegas a la ¨¦lite, aunque solo con eso no se gana¡±.
La bola de DeChambeau es un cohete. Ya la temporada pasada acab¨® como el jugador con una media m¨¢s alta de distancia alcanzada desde el tee, 295 metros ¡ªen esa clasificaci¨®n Jon Rahm fue 22?, con 280 metros de vuelo¡ª. Y este curso lo ha comenzado de nuevo como l¨ªder: 315 metros, por delante de Cameron Champ, con Dustin Johnson quinto y Rahm s¨¦ptimo (303). En el ¨²ltimo torneo que disput¨®, el Shriners for Hospital Children, DeChambeau elev¨® la marca hasta los 332 de media. La organizaci¨®n tuvo que pedirle que retrasara su posici¨®n de salida en la zona de pr¨¢cticas porque su bola golpeaba la valla del vecindario que rodea el campo. Ya en juego, otro dato asombroso: entre 2003 y 2019 se dieron 6.505 golpes de salida en el par cuatro del hoyo siete. Ninguno lleg¨® a green. Hasta que DeChambeau lo hizo en las dos primeras rondas.
There were 6,505 tee shots on the par-4 7th hole from 2003 to 2019.
— PGA TOUR (@PGATOUR) October 10, 2020
Not a single ball hit the green.
This week, @B_DeChambeau has hit the green in both rounds. pic.twitter.com/2fapclApyd
Cada a?o, metro a metro, los pegadores comen terreno a los campos como el mar a las playas. Tiger Woods dej¨® peque?o Augusta con su revoluci¨®n del 97. Su media de distancia con el driver fue de 295 metros, 20 m¨¢s que en el siguiente en la lista, Steve Hoch, pero casi 40 menos que lo registrado por DeChambeau en su ¨²ltima cita. Lo que entonces era un bateador de primera hoy es un lanzador de clase media. El golfista cachas est¨¢ haciendo entrar al golf en otra dimensi¨®n.
?Es eso talento? Para el ingl¨¦s Matthew Fitzpatrick, 19? del mundo, ¡°es una burla hacia el juego. Pegar largo a la bola no es una habilidad, lo es pegar recto. DeChambeau con su m¨¦todo resta importancia a la habilidad¡±. ¡°Yo creo que se necesita m¨¢s habilidad para hacer lo que yo hago¡±, le respondi¨® el estadounidense, ¡°la distancia es un factor diferencial¡±. Jon Rahm se moja en el debate: ¡°Pegarle tan largo y mantenerla en juego s¨ª es un talento. Tener fuerza y energ¨ªa para crear esos golpes y tener esa capacidad mental es un talento y hay que curr¨¢rselo. Si est¨¢ dentro de los l¨ªmites, ?¨¦l qu¨¦ va a hacer? De todos modos, las victorias de Bryson no han sido solo por pegarle largo. Su juego corto es incre¨ªble y es algo de lo que la gente no se da cuenta. Yo tengo m¨¢s problemas con lo que hace en los greens que con lo que hace desde el tee¡±. Se refiere el golfista vasco a todo ese estudio cient¨ªfico que DeChambeau inventa para patear, lejos del golpeo natural. ¡°Yo eliminar¨ªa los libritos con los datos de los greens. Y el cacharro que usa para medir la inclinaci¨®n. El poder leer un green y hacer un swing de putt bueno para m¨ª eso es talento. No todo el mundo sabe hacerlo¡±, opina Rahm.
Entre 2009 y 2011, el gaditano ?lvaro Quir¨®s era el mayor pegador del circuito europeo. ¡°La mandaba a 311 yardas [284 metros]. Hoy no estar¨ªa ni entre los 25 mejores¡±, asume. ¡°El golf hace 15 a?os premiaba m¨¢s al que sab¨ªa mover bien la bola y hoy se premia el zambombazo. El material lo ha cambiado todo. Para ganar hay que ser un pegador de extra distancia y, claro, patear bien. En Estados Unidos ese golf se extrema m¨¢s. Es pegar a la bomba. En Europa todav¨ªa se buscan m¨¢s los efectos, el control, porque suele haber m¨¢s viento. En Estados Unidos es el golf target, golf objetivo. Est¨¢ la bola y un punto al que mandarla, una diana. Miguel ?ngel Jim¨¦nez ya me lo dec¨ªa hace a?os. Esto se ha convertido en un concurso de qui¨¦n le pega m¨¢s fuerte. Es un juego m¨¢s simplista, no hay magos¡±, explica Quir¨®s.
El espa?ol advierte de un peligro en el caso de DeChambeau: ¡°?Hasta cu¨¢ndo puede aguantar ese ritmo de alimentaci¨®n y de entrenamiento f¨ªsico? El golf siempre ha sido un deporte de fondo, de jugar muchos a?os. DeChambeau lo est¨¢ haciendo tan extremo que su carrera se puede acortar mucho. Est¨¢ llevando al golf al l¨ªmite de sus posibilidades f¨ªsicas. No olvidemos lo que pas¨® con Tiger. Se entren¨® de una manera extrema con los marines y lo pag¨®¡±.
Un ¡®driver¡¯ de 48 pulgadas
La revoluci¨®n de DeChambeau vivir¨¢ un nuevo episodio en Augusta, del 12 al 15 de noviembre. El hombre de los batidos de prote¨ªnas tiene un plan, y pasa por no jugar nada un mes antes del Masters. ¡°La primera semana me entrenar¨¦ como un loco. No voy a tocar los palos. Har¨¦ ejercicio y quiero llegar a los 111 kilos de peso. Comer¨¦ mucho¡±, explic¨® DeChambeau. M¨¢s m¨²sculo para controlar su arma secreta: un driver de 48 pulgadas (1,22 metros) de largo, el m¨¢ximo permitido por las reglas, que usar¨¢ si dispone de ¨¦l a tiempo y es capaz de domarlo. En lugar de su habitual palo de 45,5 pulgadas [1,16m], una medida ya superior a la de muchos jugadores, el estadounidense quiere hacer servir una palanca que como inconveniente crea una mayor dispersi¨®n en el golpeo de la bola (ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil mantenerla recta), pero que con esos brazos de culturista calcula que mandar¨ªa a casi 340 kil¨®metros por hora. Un bazuca.
No habr¨¢ p¨²blico en el Masters, pero si lo hubiera deber¨ªan estar muy atentos al peligro del impacto de una bola de DeChambeau. Si es que alguien puede verla.
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