M¨¢s cemento que f¨²tbol entre el Granada y la Real Sociedad
El equipo andaluz corta la buena racha de los donostiarras en un partido en el que apenas ocurrieron cosas
No pasaba nada en una pl¨¢cida tarde de domingo, de las de paseo casi primaveral, o dormidera en el sof¨¢ con una pel¨ªcula alemana por televisi¨®n. En Los C¨¢rmenes se divid¨ªan entre los del paseo y los de la siesta, porque al f¨²tbol no jugaba nadie, por mucho m¨²sculo que le pusieran algunos y quisieran otros suplir el d¨¦ficit de imaginaci¨®n con exceso de transpiraci¨®n. Entre unos y otros hab¨ªan convertido el partido en una hormigonera que no cesaba de fabricar cemento. Desde el segundo minuto, cuando Domingos Duarte remat¨® fuera de cabeza un saque de esquina, hasta media hora despu¨¦s, cuando Oyarzabal dispar¨® desviado desde el borde del ¨¢rea, los porteros permanecieron de plant¨®n, y as¨ª siguieron otro cuarto de hora m¨¢s.
No pasaba nada, hasta que pas¨®. Fue el efecto mariposa, que comenz¨® con una lesi¨®n, la de Foulquier, el lateral que naci¨® en la isla de Guadalupe, en las Antillas. Persigui¨® a Oyarzabal en una carrera y sufri¨® un tir¨®n muscular. Oblig¨® a su equipo a mover el banquillo. Sali¨® al campo V¨ªctor D¨ªaz, recambio natural, una sustituci¨®n nada rupturista, m¨¢s cemento de la hormigonera. Parec¨ªa.
Tres minutos despu¨¦s del relevo, el Granada ara?¨® un c¨®rner que rechaz¨® la defensa de la Real hacia el borde del ¨¢rea. All¨ª estaba el reci¨¦n ingresado, que le ech¨® valor para disparar sin pens¨¢rselo. El disparo se marchaba desviado, pero golpe¨® en su compa?ero Germ¨¢n, y entonces s¨ª, encontr¨® el camino de la porter¨ªa, con Remiro vencido hacia el otro lado. El partido no se merec¨ªa un remate glorioso, por eso la pelota entr¨® botando. Por fin pasaba algo, pero nada m¨¢s volvi¨® a ocurrir. Con un Granada cansado despu¨¦s de la cita europea con el Malmoe, y una Real Sociedad fuera de sitio, que adem¨¢s perdi¨® a su faro, David Silva, antes de la media hora, el partido se convirti¨® en una papilla incomible. Apretaron los donostiarras despu¨¦s del tanto en contra, pero con nula efectividad de cara a la porter¨ªa. Sus acometidas se estrellaban contra el rompeolas granadino. El dominio se convirti¨® en acoso en los minutos finales, pero los vascos no remataron a puerta, porque el Granada se defendi¨® con sentido com¨²n.
Imanol activ¨® a todos los atacantes que ten¨ªa en el banquillo. Sac¨® del campo a Isak, que no ten¨ªa su tarde, y a Januzaj, al que le hab¨ªan tapado su habitual suministro por la banda, y puso a Portu, para activar la banda, y a Bautista, un rematador, pero el primero s¨®lo provoc¨® guerras de guerrillas, y el segundo no disfrut¨® de remates con enjundia. En realidad, se estaba jugando a lo que quer¨ªa el Granada, satisfecho despu¨¦s de adelantarse en el marcador tras una semana con doble esfuerzo. A nada.
La derrota corta la buena racha donostiarra que le propulsaba hacia la zona Champions. Estaba a tiro, pero, de momento, los hombres de Imanol la miran desde el otro lado del escaparate. En Los C¨¢rmenes no tuvieron su tarde. Los de Diego Mart¨ªnez, que vio el partido desde la grada, s¨ª. Lo poco que pas¨® fue bueno para ellos.
Puedes seguir a DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.