Espa?a no cuadra
La Roja tambi¨¦n sella ante la d¨¦bil Kosovo un partido mediocre, solo resuelto con el 3-1 final de Gerard Moreno. Ramos, de nuevo suplente, juega los cinco ¨²ltimos minutos
Ni ante Kosovo, equipo que a¨²n se acuna en el f¨²tbol universal tras su admisi¨®n en 2016, se concedi¨® Espa?a un partido de confetis y serpentinas. Confusa como est¨¢ la Roja, lo mismo la acogotan Grecia y Georgia que la mantiene en tensi¨®n Kosovo, 116? selecci¨®n en la clasificaci¨®n de la FIFA. Una Espa?a plomiza que ni siquiera disfrut¨® con un 2-0. Una pifia de Unai Sim¨®n deriv¨® en un golazo de Halimi desde su casa. Cinco minutos de pesadumbre para los de Luis Enrique, que resoplaron con un tanto de Gerard Moreno. Un desahogo para esta Roja y un regalo para Ramos, que pudo hacer el pase¨ªllo final en su carrera hacia el r¨¦cord que le obsesiona.
De entrada, media hora para aburrir y un par de minutos para ganar. Un cl¨¢sico del f¨²tbol: una primera potencia que tramita un vaiv¨¦n ordinario hasta que a un adversario del cami¨®n escoba se le marchitan las piernas y el ¨¢nimo. Hasta que a Espa?a le dio por chutar lo m¨¢s noticioso llegaba de fuera. Que si la encerrona de Luis Enrique durante una hora en el ascensor del hotel de concentraci¨®n. Que si la segunda suplencia consecutiva del eterno Sergio Ramos ¡ªdecisi¨®n t¨¦cnica, se dijo desde el banquillo¡ª.
Sobre el campo se buscaban Pedri y Jordi Alba, la mejor pareja de baile de esta Roja en tr¨¢nsito. Al otro costado sumaba menos Marcos Llorente, otra vez lateral ortop¨¦dico, lo que deja m¨¢s varado al explosivo volante delantero del Atl¨¦tico. Pero as¨ª ha decidido auditarle el seleccionador. Con Kosovo abrigado en su cenagosa retaguardia y sin aparente perspectiva de echar un vistazo a Unai Sim¨®n, a Espa?a le faltaba marcha. Algo de frenes¨ª, de desborde, de atrevimiento. Mucho fregado por la periferia del ¨¢rea visitante, pero pocos fusileros. Apenas Alba y Morata probaron a Uljkani, meta kosovar. Una Espa?a en la sala de espera, reducida al formalismo hasta que la l¨®gica se impusiera a la il¨®gica. As¨ª fue. Pero no del todo.
Remolona la Roja, de repente Kosovo se abri¨® de par en par. Biso?ez. El equipo concedi¨® que en un c¨®rner la pelota flirteara con Dani Olmo en un pico del ¨¢rea. Sin mordaza, el jugador del Leipzig se posicion¨®, carg¨® y estamp¨® el bal¨®n en la escuadra izquierda de Uljkani. Un extraordinario tiro combado. Olmo, el chacal a ¨²ltima hora de Georgia, no solo tiene clase. Tiene munici¨®n en las botas.
A¨²n le maldec¨ªan los kosovares cuando Pedri, con un geom¨¦trico pase en diagonal, puso en ¨®rbita a Ferran Torres. Al igual que a su camarada Olmo, Kosovo le dio horizontes. Mala decisi¨®n. El extremo del City avanz¨® y, m¨¢s que un disparo, solt¨® una granada. La pelota sali¨® con metralla y circul¨® rasa hasta rebotar en el poste derecho de la porter¨ªa kosovar y descansar en la red. 2-0. ?Una losa para Kosovo con una hora por delante? ?Un sosiego para la inestable y err¨¢tica Espa?a de la ¨²ltima semana? Ni lo uno ni lo otro, aunque lo pareciera.
Con el respiro, el equipo de Luis Enrique se hizo un pelo m¨¢s ameno hasta el intermedio. No hubo alardes, pero s¨ª chispazos, por gracia propia y desarreglos ajenos. Pedri agitaba a Olmo, Ferran y Morata, pero la Roja carec¨ªa de constancia. Hoy no es un conjunto cuajado. Busca y busca Luis Enrique, y se buscan sus muchachos, que con tanta monta?a rusa a veces no se reconocen.
Sim¨®n... y el ¡®momento Kosovo¡¯
Sin continuidad, tras el descanso Espa?a tuvo menos peso. Ya no jugaba al solitario por el per¨ªmetro del rancho visitante. Tan quebradizo se volvi¨® el conjunto espa?ol que Kosovo se encontr¨® con una situaci¨®n inesperada: con m¨¢s pelota a sus pies de lo que hubiera so?ado y con dictado en el marcador.
A Unai Sim¨®n se le fue un control con el pie en una salida algo aventurada, Halimi le reba?¨® el bal¨®n y lo emboc¨® en la meta local con un remate desde el medio campo espa?ol. Perplejidad general: momento Kosovo. La de Halimi no fue la ¨²nica ocasi¨®n. No tuvo una bater¨ªa, pero s¨ª dio algunos avisos.
En alerta, Luis Enrique tir¨® de banquillo. Primero con Fabi¨¢n y Gerard Moreno. El ariete del Villarreal no tard¨® en ir al rescate. Caz¨® un cabezazo en un saque de esquina y la Roja evit¨® otro sofoco. Irrumpieron Rodri y Canales para pasear el bal¨®n y que el tiempo menguara a sus pies. Resuelto el embrollo, Luis Enrique cedi¨® ante Ramos. Le obsequi¨® con su 180? partido internacional ¡ªa cuatro de igualar el registro absoluto del egipcio Hassan¡ª cuando al encuentro le quedaban cinco minutos. Cosas de estos tiempos, donde algunos r¨¦cords se oscarizan hasta extremos impensables. Cuesti¨®n a discutir, sobre todo cuando los gui?os se hacen en choques oficiales. Tanto como debatir las causas por las que esta Roja no se divierte ni ante Kosovo. Algo no cuadra.
Puedes seguir a DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.