Muere Antonio Calpe, el futbolista que le dijo no a Franco

El Real Madrid acababa de ganar la sexta Copa de Europa, en 1966, la bautizada como ye-y¨¦, y la plantilla se dispon¨ªa a cumplir con el protocolo de la ¨¦poca: visitar a Franco en El Pardo. El capit¨¢n de aquel equipo, Ignacio Zoco, apareci¨® en el vestuario e inform¨® al resto de sus compa?eros de que hab¨ªa que ir a la recepci¨®n con el dictador. Ah¨ª estaban Amancio, Pirri, Gento, Vel¨¢zquez, Grosso, Serena, Sanch¨ªs padre¡­ Sin embargo, uno de ellos se neg¨®. Antonio Calpe, que solo llevaba una temporada en el Bernab¨¦u procedente del Levante, dijo que ¨¦l no iba. ¡°No le pod¨ªa dar ese disgusto a la familia¡±, recordaba a?os despu¨¦s, seg¨²n recogi¨® la periodista Yolanda Dami¨¤, muy vinculada al jugador, fallecido este mi¨¦rcoles a los 81 a?os.

En el hogar, la Guerra Civil hab¨ªa dejado heridas muy profundas. A Antonio, de hecho, le pusieron ese nombre en recuerdo de un t¨ªo fusilado durante la contienda. ¡°No pod¨ªa ir a ver a quien hab¨ªa provocado tanto mal en mi abuela y mi padre¡±, explicaba. El Madrid se lo permiti¨®, pero con lo que no contaba es que su padre Ernesto, pese al orgullo que sinti¨® por ese gesto, se lo recriminara en un primer momento por los posibles problemas que esa decisi¨®n le podr¨ªa causar a su hijo. El episodio define la marcada personalidad de Antonio Calpe, un hombre tambi¨¦n muy introvertido.

Su carrera estuvo unida ¨ªntimamente al Levante, la suya y la de toda su familia. All¨ª jug¨® (1962-65), subi¨® a Primera Divisi¨®n por primera vez en la historia del club y termin¨® (1971-75) su carrera como futbolista. En total, 225 partidos. En medio, en el apogeo de su vida deportiva, visti¨® durante seis campa?as la camiseta del Real Madrid, con el que levant¨® una Copa de Europa, tres Ligas y una Copa de Espa?a en 121 encuentros.

Sobre el c¨¦sped fue un adelantado a su tiempo. En una ¨¦poca en la que los defensas todav¨ªa eran tipos aguerridos, toscos y, si hac¨ªa falta, muy duros, Calpe se desplegaba con calidad por la banda. Como reconocer¨ªa el capit¨¢n del Levante que ascendi¨® con ¨¦l en 1963 a la m¨¢xima categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol, Vicente Camarasa, el resto eran unos ¡°llenyadors¡± (le?adores).

Junto a Camarasa, Antonio Calpe logr¨® ese a?o el primer hito de la historia granota, alcanzar la Primera Divisi¨®n. Un ¨¦xito para la entidad y un orgullo para su familia. Su padre hab¨ªa formado parte del Levante que gan¨® la Copa de la Espa?a Libre en 1937, t¨ªtulo que la Federaci¨®n no reconoce como oficial. Antonio hab¨ªa nacido el mismo d¨ªa que su progenitor disputaba un encuentro de Liga en Girona. Sus primeros pasos los hab¨ªa dado frente al estadio del club, donde estaba la casa del clan. Y su hermano peque?o tambi¨¦n jug¨® despu¨¦s con esa camiseta.

Toda una saga, aunque tambi¨¦n es cierto que la primera respuesta del Levante a Antonio Calpe fue un no a los 16 a?os. Eso le oblig¨® a buscarse la vida en el Alcoyano, en Tercera, hasta que su progresi¨®n le abri¨® definitivamente las puertas de la casa madre en 1962. Y en su primer a?o, ascenso a Primera. Sin embargo, el equipo apenas dur¨® dos cursos en la cumbre. Descendi¨® y, agobiado por las deudas, tuvo que vender en 1965 las mejores joyas de la casa.

?l estaba convencido de que lo fichar¨ªa el Sevilla y viaj¨® a Madrid junto al secretario t¨¦cnico y el delegado del Levante para cerrar la operaci¨®n. ¡°Llegamos al Hotel Mediod¨ªa, enfrente de la estaci¨®n de Atocha, y hab¨ªa un revuelo impresionante. Entonces nos enteramos de que acababan de aterrizar en la ciudad los Beatles¡±, recordaba Antonio Calpe en unas palabras recogidas por Yolanda Dami¨¤. ¡°All¨ª, con tanto jaleo, nos sentamos a esperar al se?or de Sevilla. De repente, vemos aparecer al gerente del Madrid, Antonio Calder¨®n. Lo saludamos y nos dice: ¡®vale, vamos al estadio¡¯. El secretario t¨¦cnico del Levante le dijo que nosotros est¨¢bamos esperando a un se?or de Sevilla. Y Calder¨®n le respondi¨®: ¡®efectivamente, yo soy un se?or de Sevilla que viene a fichar a Antonio Calpe para el Real Madrid¡¯. Yo me puse como loco¡±. Loco de alegr¨ªa. La situaci¨®n deriv¨® en una discusi¨®n entre los directivos y termin¨® con su r¨²brica estampada en la Castellana.

Cuando la noticia lleg¨® a su casa de Valencia a trav¨¦s de Radio Alerta, su familia, que siempre hab¨ªa tirado un poco m¨¢s hacia el Barcelona, empez¨® a abrazarse. Un a?o m¨¢s tarde, estaba neg¨¢ndose a visitar a Franco. Hab¨ªa firmado por tres campa?as con el Madrid, pero se qued¨® seis. Al final, muy castigado por las lesiones (no disput¨® la final de la Copa de Europa por problemas f¨ªsicos pese a ser titular habitual), en 1971 regres¨® al Levante, de nuevo en las profundidades de Tercera, para cerrar su carrera como futbolista al calor del hogar.

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