Nadal se eleva, Tsitsipas amenaza

Se desespera Pablo Carre?o, impotente, resignado. L¨®gico. Acaba de hacer lo m¨¢s dif¨ªcil, de pegarse una pechada, de remar y remar y remar para llegar exactamente al mismo punto de siempre cuando al otro lado de la red est¨¢ Rafael Nadal. Reacciona tarde el asturiano, poco importa lo que haga. Para cuando quiere reengancharse al duelo y alimentar el debate ya le ha pasado el tren por encima. Sabe muy bien lo que le espera, cu¨¢l es el desenlace. Son ya ocho episodios con el mismo...

Se desespera Pablo Carre?o, impotente, resignado. L¨®gico. Acaba de hacer lo m¨¢s dif¨ªcil, de pegarse una pechada, de remar y remar y remar para llegar exactamente al mismo punto de siempre cuando al otro lado de la red est¨¢ Rafael Nadal. Reacciona tarde el asturiano, poco importa lo que haga. Para cuando quiere reengancharse al duelo y alimentar el debate ya le ha pasado el tren por encima. Sabe muy bien lo que le espera, cu¨¢l es el desenlace. Son ya ocho episodios con el mismo final. El mallorqu¨ªn (6-3 y 6-2, en 1h 29m) despliega las alas, rubrica la victoria con un aceler¨®n optimista y la resoluci¨®n le conduce directamente a un pulso con el griego Stefanos Tsitsipas (doble 6-3 a Yannik Sinner), por el que ser¨ªa su duod¨¦cimo t¨ªtulo en Barcelona.

Es su actuaci¨®n m¨¢s convincente de la semana. De menos a m¨¢s, en progresi¨®n, Nadal ya hab¨ªa ofrecido indicios positivos en la estaci¨®n anterior, frente a Cameron Norrie, y contra Carre?o se reafirma. Aunque le cuesta calibrar el servicio, de arranque ara?a un break que le allana el terreno y a la que huele por d¨®nde pueden ir los tiros escarba en el rev¨¦s del asturiano, que emprende el pulso sin el cintur¨®n de seguridad, precipitado, ofreciendo huecos por todos lados. A Carre?o le pesa el esfuerzo del d¨ªa anterior, cuando cerr¨® ante Diego Schwartzman cerca de las nueve de la noche, despu¨¦s de superar una prueba de fuego que a la hora de hacer frente al campe¨®n de 20 grandes, supone demasiada factura.

A¨²n as¨ª, Nadal le hace una concesi¨®n. Un error en el smash y una doble falta le brindan la rotura al asturiano, reanimado y con ganas de refriega, hasta que se lleva tres portazos y se cierra la primera manga. Han volado tres opciones de break, el que hubiera sido el 5-4, viniendo de un 5-1 adverso. El empent¨®n an¨ªmico es m¨¢s que considerable y mella el ¨¢nimo del gijon¨¦s hasta el final. A la oportunidad perdida se le une luego un resbal¨®n, el golpetazo y m¨¢s tarde, un rev¨¦s de Nadal que baila sobre la cinta¡­ y cae mansamente hacia el otro lado de la red. La historia estaba escrita. Sin remisi¨®n. A partir de ah¨ª, el balear pone la directa, arremete con decisi¨®n y sentencia para irrumpir en su primera final de esta temporada.

Coser y cantar, antes de un choque de trenes con Tsitsipas, el tenista m¨¢s regular de la temporada y que asistir¨¢ a la final (16.00, La 1) con un buen saco de victorias (9) y el trofeo de Montecarlo a la espalda. Llega el griego como un cohete, ofreciendo un nivel espectacular. Como en el Principado, sin ceder un solo parcial. Enlazando 17 consecutivos. Junto al ruso Andrey Rublev, es el que m¨¢s triunfos (26) contabiliza en 2021. Este s¨¢bado redujo sin miramientos al emergente Sinner y los precedentes dicen que tiene ad¨®nde agarrarse: ya bati¨® a Nadal sobre arcilla (Madrid, 2019) y se impuso en el ¨²ltimo careo entre los dos, el pasado mes de febrero en los cuartos de Melbourne; lo consigui¨®, adem¨¢s, remont¨¢ndole dos sets.

Ahora bien, los n¨²meros tambi¨¦n dicen que el espa?ol ha ganado todas las finales que ha disputado en Barcelona, de Ferrero (2005) al propio Tsitsipas, hace tres a?os. Entonces, el griego apenas pudo arrebatarle tres juegos (6-2 y 6-1). Pero m¨¢s all¨¢ de lo num¨¦rico, el desfile ante Carre?o desprende la sensaci¨®n de que Nadal empieza a coger buena temperatura y que a su templanza le acompa?a el aval de una l¨ªnea ascendente. Se ha repuesto con oficio de la derrota encajada en Montecarlo, ante Andrey Rublev, y tiene a un solo golpe de mu?eca otro trofeo que le inyectar¨ªa una buena dosis de confianza para abordar el resto de la gira sobre tierra desde una buena perspectiva.

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